1 J. de Merisalde y Santisteban, Relación histórica..., op. cit., p. 28.
2 Michael T. Hamerly, “La demografía histórica del distrito de Cuenca: 1778-1838”, BANH, LIII-166, 1970, p. 203-229.
3 AGI/S, Quito 133, fol. 38.
4 Sobre la evolución demográfica de la población indígena de la audiencia de Quito en el siglo xviii, ver R. B. Tyrer, Historia demográfica y económica..., op. cit., p. 54-80; S. A. Al-chon, Native Society and Disease..., op. cit., p. 113-124; K. J. Andrien, The Kingdom of Quito..., op. cit.,p. 111-133.
5 Para obtener el número de la población indígena a partir del de los tributarios, se ha elegido el coeficiente multiplicador 5. Fue el secretario de la visita de 1736, Juan López de Sala-zar, quien lo estableció, indicando ambos valores para la ciudad de Cuenca: “12,486 personas de ambos sexos, y todas hedades, [... ] 2,489 yndios tributarios con que pagan a tres pesos de tributo por año” (AGI/S, Quito 145, fol. 167). Utilizado para las proyecciones necesarias, corresponde por lo demás a las estimaciones de población ofrecidas por el visitador Manuel de la Vega Bezzara en 1757: 80,000 indios para 16,000 familias. Este coeficiente sería, pues, superior al estimado para la segunda mitad del siglo xvi: 2.8 (cf. p. 94), lo cual confirmaría el crecimiento natural que se sospecha.
6 AGI/S, Quito 131, fol. 119-148; los cuadros completos de los diferentes documentos demográficos utilizados se hallan indicados en el anexo 5.
7 Hay que esperar a 1792 para encontrar un volumen de tributarios superior al que había en 1726. Los padrones conservados a fines del siglo xviii indican la cifra de 8,238 tributarios, sin contar a los indios de las dos parroquias de Cuenca, cuyas listas faltan, que se debe comparar con los 6,864 que residían en las aldeas, según Hinojosa (ANE/Q, Fondo especial, C. 132, Libro 305, 1793, documento 8612, Libro de tributos de Cuenca).
8 AGI/S, Quito 176, fol. 14.
9 ANot/A, P. n° 3, 1740; otro documento indica la cifra de 779 “indios e indias de todas las edades residentes en Alausí”, con 153 tributarios (ANot/A, P. n° 2, 1737).
10 Cifras de Pedro Martínez de Arizala: AGI/S, Quito 145, fol. 432v; de Juan López de Salazar, ibid., fol. 167.
11 AMRE/Q, [10] n° 1 (37) 1757-1759, C. 24. La fuente se refiere tanto a los indios forasteros como a los originarios, con excepción de los de Chunchi, cuya relación es incompleta; las indicaciones marginales: llegada a la edad de exención, ejercicio de una función de cobrador, enfermedades o muerte, etc., fueron tomadas en cuenta para corregir las cifras.
12 ANE/Q, Tributos, C. 11, 28-V-1757.
13 Juan Romualdo Navarro, “Idea del reyno de Quito”, en M. Miño Grijalva, La economía colonial..., op. cit., p. 145.
14 El cuadro completo del “Padrón General del Virreynato del Nuevo Reyno de Granada” forma parte de la Relación del estado del Nuevo reyno de Granada [1789] de don Antonio Caballero y Góngora, arzobispo y virrey de Bogotá (cf. Germán Colmenares, Relaciones e informes de los gobernantes de la Nueva Granada, Bogotá, Biblioteca Banco Popular, 1989, t. I, cuadro A, p. 493).
15 Como consecuencia de la creación de la gobernación de Cuenca en 1771, Francisco Antonio Hernández fue nombrado para ese puesto, pero falleció antes de asumirlo. En nombre de Vallejo se hizo cargo de sus funciones, en febrero de 1777, el teniente-gobernador Martín Coello y Piedra; hasta entonces la ciudad fue administrada por un corregidor. Si bien Vallejo tenía el título de gobernador intendente, no se puede vincular esta modificación con una de las principales reformas administrativas de los Borbones: las intendencias no fueron establecidas en el virreinato del Perú sino a partir de 1784, y su introducción no afectó a la audiencia de Quito (cf. John R. Fisher, Government and Society in Colonial Peru. The Intendant System, 1784-1814, Londres, The Atlone Press, 1970). Ello corresponde más bien al otorgamiento de poderes militares al nuevo representante de la Corona.
16 ANH/C, Gob. Adm., Livre 6. Este documento ha sido objeto de varias estudios: M. T. Ha-merly,“La demografía histórica...”, art. cit.; Leonardo Epinoza,“En el bicentenario del primer censo de la población de la Gobernación de Cuenca. 1778-1978”, Revista del IDIS, 5, 1978, p. 44-75; Jacques Poloni, “Mesure du métissage à Cuenca d'après le recensement de 1778”, MCV, XXVIII-2, 1992, p. 101-122.
17 Para algunos trabajos de demografía histórica en los Andes, ver Claude Mazet, “Mourir à Lima au XVIIIe siècle: les tendances de la mort”, IAA, 11-1,1985, p. 83-126, y “Mourir à Lima au XVIIIe siècle: les ethnies et la mort”, IAA, 11-2, 1985, p. 127-170; María Pilar Pérez Canto, Lima en el siglo xviii. Estudio socioeconómico, Madrid, Ed. de la Universidad Autonoma de Madrid/Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1985, p. 44-71; Carmen Muñoz-Bernand, “Estrategias matrimoniales, apellidos y nombres de pila: libros parroquiales y civiles en el Sur del Ecuador”, en S. Moreno Yánez (ed.), Antropología del Ecuador, Quito, Ed. Abya Yala, 1989, p. 223-244.
18 Se reproducen aquí las categorías utilizadas por los clérigos para el registro de las actas en las dos parroquias indígenas de Cuenca. San Sebastián: carpinteros, corrales, españoles, forasteros, guangras, ladinas, mitimaes, molleturos, Narancay, oficiales, Pacaybamba, poma-llactas, puruhaes, Racar, San Jerónimo, San Sebastián, saraguros, tejeros. En San Blas el criterio es sobre todo residencial: Babanchi, Caldera, Checa, Chiquintad, corrales, San Juan del Valle, forasteros, guayacondos, Guairacaxa, hanansaya, hurinsaya, ladinas, Llacao, mitimaes, oficiales de San Cristóbal o de San Marcos, Patamarca, Santa Rosa, Sigchos, Turi, Zhiquir, Zhimnad.
19 En Gualaceo, entre 1747 y 1761, años en los cuales la información diferencia a los menores (niños, párvulos, angelitos) y los adultos (casados y viudos) con suficiente precisión, la proporción de los primeros registra algunas puntas muy fuertes: 61% en 1749, 44.3% en 1750, 42.7% en 1758. Pero cuando se produjo la más grave crisis de mortalidad, en 1763, los menores no representaban más que el 5% del número de difuntos. Si dejamos de lado este año, fueron aquellos los que proporcionaron los más fuertes contingentes de entierros y fueron las principales víctimas de los períodos de epidemia o de penuria.
20 Se sabe, en cambio, que en 1696 don Gabriel Lasso y Duma, cacique principal y gobernador de Alausí, murió de sarampión (ANot/A, P. n° X, 1696).
21 AHMC/C, 2.18, 1725.
22 ANH/C, C. 99-948. Posteriormente, las dificultades advertidas a partir de los años 1770 continuaron: una epidemia general azotó la región en 1795, seguida el año siguiente por una grave escasez alimenticia (el sacristán de los jesuitas pedía sepultureros adicionales y los terratenientes se alarmaban, por su parte, ante la falta de mano de obra).
23 AGI/S, Quito 182, fol. 276.
24 Cf. J. Ortiz de la Tabla Ducasse, “Économie et société...”, art. cit., p. 173.
25 Pedro Martínez de Arizala consideraba en 1736 el número de forasteros casi tan alto como el de los indios quintos: 3,000; Manuel de la Vega Berraza era aún más generoso en 1757, estimando en 12,000 el número de los forasteros, frente a los 4,000 de los llactayos; por su parte Joaquín de Merisalde y Santisteban, en 1767, situaba su cálculo en 6,000 indios forasteros, pero sin indicar en comparación el número de los originarios.
26 AHM/C, Libro XI de cabildos de Cuenca, 1729, fol. 153-157.
27 Veinte años antes, la visita de Pedro Martínez de Arizala mostraba ya el tenientazgo de Alausí como poblado mayoritariamente por originarios (1,309, o sea 56.7% frente a los 594 forasteros, o sea 43.4%), si bien 44% de los quintos e incluso 6% de los forasteros eran clasificados, respectivamente, como ausentes (ANot/A, P. n° 3, 1740).
28 Los libros parroquiales confirman estas observaciones. Las localidades de Quingeo y Cumbepirca estaban exclusivamente, y Nulti mayoritariamente, pobladas por forasteros. Al contrario, el número de bautizos que pertenecían a la categoría forastera entre 1698 y 1728 representa casi el tercio del total en Paccha y más o menos el 40% en Gima; a fines del período considerado, entre 1766 y 1775, su proporción, conocida solamente en el caso de Paccha, se elevaba a cerca de 53% (Curia de Cuenca, Microfilms [63-60-23]).
29 ANE/Q, Indígenas, C. 61, 3-X-1743.
30 “A llegado a mi noticia como el general don Juan Thello de la Chica corregidor de la ciudad de Cuenca a salido a actuar su cobranza practicando indistintamente procediendo a cobrar los tributos a todos los yndios que enquentra asi llagtaios como forasteros y auiendo muchisimos en esta jurisdicion pertenecinetes a la de Riobamba” (ANE/Q, Tributos, C. 9, 20-IV-1748).
31 ANE/Q, Tributos, C. 13, 29-X-1768.
32 Libro XI de cabildos de Cuenca, 14-IX-1729, fol. 158.
33 J. de Merisalde y Santisteban, Relación histórica..., op. cit., p. 77.
34 Molleturo: ANE/Q, Indígenas, C. 29, 189-IX-1703; Paute: AHM/Q, L. 089, fol. 222.
35 Paute: ANE/Q, Indígenas, C. 67, 23-VI-1750; Azogues: ANE/Q, Fondo especial, vol. 44, n° 1606, fol. 17,27-11-1750.
36 ANE/Q, Indígenas, C. 64, l-VIII-1747, y C. 61, 4-III-1744, respectivamente.
37 Un indígena de Chimbo, residente en Paute, pagaba doce reales por tercios, siendo así que el cobrador de Cuenca le exigía cuatro pesos; a la inversa, dos indígenas que vivían en Zhimnad pagaban como forasteros de San Blas, siendo así que el administrador de la encomienda de Yaruquí reclamaba su contribución personal (ANH/C, C. 105-916, 1714, y ANH/C, C. 94-207, 1779).
38 ANot/A,P.n° 2, 1723.
39 AGI/S, Quito 138, fol. 61.
40 J. de Merisalde y Santisteban, Relación histórica..., op. cit., p. 37.
41 A. Rosenblatt, La población indígena..., op. cit.; Gabriel Escobar,“El mestizaje en la región andina: el caso del Perú”, Revista de Indias, XXIV-95/96, 1964, p. 43-54; Magnus Mörner, La mezcla de razas en la historia de América latina, Buenos Aires, Ed. Paidós, 1969; José Antonio Calderón Quijano, “Población y raza en Hispanoamérica”, AEA, XXVII, 1970, p. 733-785; Claudio Esteva-Fabregat, El mestizaje en Iberoamérica, Madrid, Editorial Alhambra, 1988.
42 M. Mörner, La mezcla de razas..., op. cit., p. 64. Por lo demás, muchos otros censos coloniales se servían de una taxinomía más refinada, como por ejemplo el de México en 1753 (ver Patricia Seed, “Social Dimensions of Race: Mexico City, 1753”, HAHR, 62-4, 1982, p. 569-606).
43 Ello se puede explicar mediante la relativa debilidad de la estructura de las haciendas, que no recurrían a la mano de obra negra sino solamente en los cañaverales o para el servicio doméstico. Por otra parte, y en razón de la coyuntura demográfica favorable, no ha faltado mano de obra indígena a los dueños de propiedades agrícolas.
44 Thierry Saignes, “Políticas étnicas en Bolivia colonial, siglos xvi-xix”, Historia Boliviana, III-l, 1983, p. 1-30.
45 En el padrón de las dos parroquias rurales a las que se refiere la copia conservada del censo de Vallejo, se confirma la diversidad de las situaciones: en Deleg, el pueblo era casi exclusivamente indígena (93%); en el caserío de San Sebastiám, los blancos eran mayoría (71.5%). Si bien los indígenas ocupaban Jadán de manera casi exclusiva, y predominaban también en Sigsig y Gualaceo (con al menos el cuarto de blancos y mestizos), no era tal el caso en Chordeleg.
46 En 1729 el Cabildo declaraba que la ciudad contaba con más de 10,000 vecinos (AHM/C, Libro XI de cabildos de Cuenca, 30-VI-1729, fol. 126), pero en 1751 los regidores adelantaban una cifra mucho más modesta: 1,283 habitantes, “fuera de la población india” la misma del padrón de Pedro Martínez de Arizala en 1736 (AHM/C, Libro XII de cabildos de Cuenca, 22-V-1751, fol. 12). En 1754 Juan Pío Montufar y Fraso (RHG-AQ, II, 1992, p. 324) calcula el número de habitantes en 14,000 (“muchos españoles y un considerable numero de mestizos e indios”). En 1761 Juan Romualdo Navarro, Idea del reyno de Quito, op. cit., p. 145, lo sitúa en 34,000 personas, casi tanto, pues, que en todos los pueblos del corregimiento reunidos (35,000). Joaquín de Merisalde y Santisteban era más modesto ya que, para el año 1765, estimaba la población de la ciudad en 25,000 habitantes, comprendidas todas las categorías étnicas, cifra idéntica a la indicada por Antonio de Ulloa en 1748 (Viaje a la América meridional, op. cit., p. 410).
47 “2,489 yndios tributarios corrientes que pagan a tres pesos de tributo por año; 708 yndios Reservados por hedades y achaques; 3,071 muchachos de todas hedades de menos de dieciocho años; 6,157 mugeres de todas hedades; 61 yndios ausentes” (AGI/S, Quito 145, fol. 167). Hay que subrayar que, en esta visita, todos los tributarios fueron tasados con la tasa de los forasteros. El escribano, comparando sus resultados con los padrones hechos por el corregidor don Vicente de Luna Victoria en 1732, registra un aumento en el número de los tributarios de 1,396 personas, debido sin duda a un mejor recuento, teniendo en cuenta los pocos años que separan ambas operaciones. Menciona igualmente un recuento anterior -no conservado-, llevado a cabo en 1717 por Juan Antonio de Aguirre.
48 El mismo cálculo, efectuado a partir de los datos proporcionados por Francisco Abad de Hinojosa, daría una población indígena urbana de 25.2% en 1726, lo que sin embargo parece notablemente excesivo.
49 ANE/Q, Indígenas, C. 70, 10-VII-1759.
50 El Vecino del documento corresponde así a la parroquia del Sagrario; no debe confundirse con el barrio propiamente dicho del mismo nombre, situado al norte de San Blas.
51 “Plano de Cuenca. Edificios públicos” (Cuenca, colección particular). La mención “Año de 1889 por Tomás Piodil” es adición de diferente escritura al pie de la leyenda. Es el plano que se reproduce en El Ecuador. Guía comercial agrícola e industrial de la República, 1909, p. 118. Se ha conservado su figuración en manzanas de gran tamaño, no cerradas, para indicar la débil consolidación del hábitat en los límites de la ciudad.
52 En la representación de la densidad de las construcciones que acompaña a su plano, la continuación de la construcción en el centro se opone al planteo de casas en los suburbios, con calles no obstante ya trazadas. Es interesante recalcar que éste conserva, incluso hoy, las huellas del antiguo camino que parte diagonalmente del ábside de la iglesia de San Sebastián, rompiendo así la estricta regularidad del plan ortogonal.
53 En 1761 tuvo lugar la venta de una parcela situada “en el barrio de San Blas dentro de las goteras de la ciudad”, y en 1774 otra es localizada de esta manera: “Fuera de las goteras de la ciudad, tras el convento de San Sebastián.”
54 El estudio del corpus de las compra-ventas de tierras en el siglo xviii se basa en 747 actas entre 1700 y 1779, y valora a los citadinos. La conservación de otra serie de libros de protocolos (Not. 2) a partir de 1740 y la presencia de un escribano no solamente en Alausí sino también en Cañar impiden cualquier análisis global, tal como se hizo en la segunda parte.
55 AHM/C, Libro XI de cabildos de Cuenca, 21-I-1732, fol. 239v, y Libro XIV, 28-VII-1778, fol. 60v. En este programa de embellecimiento se puede mencionar la instalación de una fuente en el centro de la plaza principal de la ciudad.
56 Hay tal distancia entre ambos corpus (37.2% que no la tienen contra 64.6% en el siglo xvii) que no puede tratarse solamente de una precisión mayor de las fuentes.
57 Ver el dibujo “Los texares de San Sebastián”, 1764, col. Enrique Muñoz Larrea, reproducido en la cubierta de la transcripción del cuarto libro de cabildos de la ciudad de Cuenca (Juan Chacón Zhapán, Cuenca, Xerox del Ecuador, 1982).
58 J. de Merisalde y Santisteban, Relación histórica...,op. cit., p. 42-43 (Gualaceo), p. 47 (Azogues).
59 Cf. Martin Minchom, “The Making of a White Province: Demographie Movement and Ethnic Transformation in the South of the Audiencia de Quito (1670-1830)” Bulletin de l'IFEA, XII-3/4, 1983, p. 23-39.
60 La misma operación efectuada a partir de los datos de Francisco Abad de Hinojosa en 1726 da 864 tributarios que vivían en pueblos (12.5%), 5,284 en caseríos (77%) y 722 (10.5%) en las haciendas.
61 Se puede leer aquí el modelo de sisiparidad de las comunidades propuesto por Henri Favre, “Pour un modèle alternatif de la société andine”, Colloques de l'INSERM, 63,1976, p. 73-86.
62 AGI/S, Quito, 134, fol. 5-25.
63 Scarlett O’Phelan, Un siglo de rebeliones indígenas anticoloniales. Perú y Bolivia, 1700-1783, Cusco, Centro Bartolomé de Las Casas, 1988, y Kurakas sin sucesiones. Del cacique al alcalde de indios. Perú y Bolivia 1750-1835, Cusco, Centro Bartolomé de Las Casas, 1997.
64 Para ver ejemplos de estas diversas quejas consultar: ANE/Q, Indígenas, C. 42, 22 de diciembre de 1722 (Dionicio Tasa, indio de Gima, sirvió más de dieciocho años como mitayo); ANE/Q, Fondo especial, vol. 36, n° 1191, fol. 80, 12 de febrero de 1739 (queja de los indios de Santa Rosa); ANE/Q, Indígenas, C. 58, 8 de octubre de 1740 (Guillermo Quinde Guamán, sacristán de Deleg); ANE/Q, Indígenas, C. 57, 15 de marzo de 1740 (indio de la parcialidad de los forasteros de San Juan del Valle que se niega a efectuar la mita como indio de San Bartolomé); ANE/Q, Indígenas, C. 35, 13 de enero de 1711 (denuncia de los indios de Tiquizambe contra el cacique princpal); ANE/Q, Indígenas, C. 94-010, 1779 (queja de los indios de Sayausí y de San Sebastián contra el gobernador); ACA/C, Juicios 661, 1678 (quejas de los indios de Guasuntos contra el cacique de la parcialidad de Cobje).
65 ANE/Q, Indígenas, C. 13, 11 de junio de 1677.
66 K. Spalding, De indio a campesino..., op. cit., p. 55.
67 ANot/A,P.n° 1, 1769.
68 En 1673 Andrés y Juan Ynga solicitaron -y obtuvieron- la exención del servicio de la mita por su ascendencia cuzqueña (ANH/C, C 130-385).
69 ANE/Q, Indígenas, C. 27, 14 de febrero de 1701.
70 En 1679, Juan Buestán aparece como cacique de la parcialidad de Mageo; otra rama, en la persona de Pedro Buestán y presente en la documentación de 1655 a 1692, reivindicaba el control de la parcialidad de Macas. Posteriormente Tomás Buestán, hijo de Francisco y nieto de Juan -pero por entonces no asociado con Mageo-, es presentado como cacique de las parcialidades de Taday, Chocar y Collana entre 1763 y 1782, incluso de la de Guangra en 1783. Una mención aislada, en 1723, hace aparecer a un Tomás Buestán -¿el mismo?- como cacique de Macas. Por el contrario, como consecuencia del conflicto mencionado, se registra a un solo Muydumbay, Ylario, que mantenía el recuerdo del título familiar sobre la parcialidad de Taday, pero era sobre todo alcalde mayor de la plaza de Cuenca en 1758.
71 ANE/Q, Fondo especial, vol. 50, n° 1946, fol. 37, y ANot/A, P. n° 2, 1755.
72 Pedro Malla y Pedro Carchi: ANE/Q, Indígenas, C. 42, 22 de diciembre de 1722; Pascual Quispe: ANH/C, C. 96-486, y ANE/Q, Indígenas, C. 54, 4 de diciembre de 1736; Francisco Pauta: ANE/Q, Indígenas, C. 32, 6 de mayo de 1707; Ventura Pauta: ANE/Q, Indígenas, C. 61, 20 de agosto de 1744.
73 Alausipata: ANE/Q, Cacicazgo, vol. 37, fol. 31; Taday: ANE/Q, Indígenas, C. 92, 23 de mayo de 1768, y C. 62, 17 de junio de 1746.
74 Deleg: ANE/Q, Indígenas, C. 100, 3 de agosto de 1775; Cañaribamba: ANE/Q, Indígenas, C. 90, 6 de diciembre de 1766; San Fernando: ANE/Q, Cacicazgos, vol. 17, fol. 22.
75 Payguara, 1722: ANE/Q, Indígenas, C. 42, 20 de noviembre de 1722; Toctesí, 1745, 1767: ANH/C, C. 93-748; Payguara, 1748: ANE/Q, Cacicazgos, C. 1, Exp. 3, y 1766: ANE/Q, Indígenas, C. 89, 17 de mayo de 1766; ANE/Q, Fondo especial, vol. 43, n° 1556.
76 ANE/Q, Cacicazgo, C. 1, Exp. 2; en 1697, el mismo don Lorenzo Duma indicaba que el cacicazgo lo tenía por entonces don Sebastián Quesada, en calidad de administrador, lo cual muestra una situación de “regencia” después de la muerte de don Pedro Duma (ANH/C, C. 79-563).
77 ANE/Q, Indígenas, C. 56, 13 de agosto de 1738.
78 Marcos Paguay Poma Llivisaca: ANot/A, P. n° 1; Francisco Saquicela: ANEQ/Q, Cacicazgos, C. 1, n° 10.
79 ANot/Α,Ρ. n° 2, 1722.
80 ANE/Q, Cacicazgos, C. 1, n° 6.
81 ANE/Q, Cacicazgos, C. 1, n° 13.
82 ANE/Q, Indígenas, C. 32, 6 de mayo de 1707.
83 ANE/Q, Indígenas, C. 89, 6 de mayo de 1766.
84 Pedro Tenesaca: ANH/C, C. 97-212; Ventura Pauta: ANE/Q, Indígenas, C. 61, 20 de agosto de 1744.
85 ANH/C, C. 112-708.
86 En una fecha es verdad tardía, en 1798, el alcalde mayor de Taday, Gregorio Condor, denunció las maniobras de que era culpable don Pedro Buestán, cacique de la parcialidad (ANE/Q, Cacicazgos, C. 1, n° 6).
87 En 1736, dos indios de Sibambe denunciaron las maniobras de Pascual Nauca, alcalde mayor del pueblo, por haberlos despojado de la chacra que cultivaban (ANot/A, P. n° Y, 1736).
88 En Alausí, por ejemplo, los cargos por proveer en 1695 eran los siguientes: alcalde y alguacil mayor, alguacil del cabildo, alcalde del tambo [de Tucán] y su general [sic], alcalde del obraje, alcalde y dos fiscales de la doctrina, alcalde de los forasteros y alguacil mayor, alcalde de Guñag y su fiscal, alcalde de Coca y su su fiscal, alcalde de Nizag y su fiscal (ANot/A, P. n° 1, 1695). En 1675, la lista era como sigue: alcalde mayor y su general, alcalde de plaza, alcalde del tambo, alcalde de obras de la capilla, alcalde y tres fiscales de la doctrina, alcalde de los forasteros y alguacil mayor, alcalde de Guñag y su fiscal, alcalde de Coca y su fiscal, alcalde de Nizag y su fiscal (ANot/A, P. n° Y, 1765).
89 ANH/C, C. 115-077,y ACA/C,Administr. 12-277.
90 ANE/Q, Indígenas, C. 82, 25 de febrero de 1761. Un siglo antes, en 1663, don Gonzalo Las-so, cacique principal de Alausí, en su nombre y en el de otros caciques, se quejaba ya de las maniobras del oficial que residía en el asiento: perturbaba el buen desarrollo de las elecciones, imponía candidatos a su gusto, escogía incluso a veces a forasteros y los hacía reelegir contra la voluntad del cabildo (ANot/A, P. n° 8,1663).
91 ANE/Q, Indígenas, C. 61, 26 de septiembre de 1743.
92 Lacán: ANE/Q, Fondo Especial, vol. 46, n° 1712, fol. 60; San Fernando: ANH/C, C. 96-929.
93 Cf. R. Rasnake, Autoridad y poder en los Andes..., op. cit., p. 70-85; Ν. Wachtel, Le retour des ancêtres..., op. cit., p. 132-134.
94 Las referencias de los documentos mencionados son respectivamente las siguientes: ANE/Q, Indígenas, C. 62, 17 de mayo de 1746; ANE/Q, Indígenas, C. 79, 10 de julio de 1759; ANE/Q, Indígenas, C. 98, 6 de diciembre de 1773.
95 Fernando Tenesaca, hijo y nieto de los caciques de Biblián, fue alcalde mayor de este caserío (ANE/Q, Indígenas, C. 55, 8 de septiembre de 1737).
96 ¿Acaso no hay aún un Tenemasa como alcalde de Cobje en 1788, y no era don Pedro Car-gua alcalde ordinario de Gonzol en 1798 (ANot/A, P. n° 3, 1788, y P. n° 3, 1798)?
97 ACA/C, Juicios 661, fol. 5-10.
98 Se menciona un alcalde desde 1682 en Gapal, sector periurbano de Cuenca (ANH/C, C. 112-304), pero este caso es aislado y no hay huella de eventuales sucesores de Mateo de Aguilar.
99 ANE/Q, Indígenas, C. 99, 23 de febrero de 1774.
100 Diego Saquicaya: ANH/C, C. 117-462; Blas Quiridumbay: ANH/C, C. 96-731.
101 ACA/C, Cofradías 20-505.
102 San Fernando: ACA/C, Juicios 527; Girón: ANH/C, C. 96-468.
103 Alausipata: ACA/C, Gob. Adm. 17-700 (167), fol. 1; Cañaribamba: ANH/C, C. 93-842.
104 Tristan Platt, “The Andean Soldiers of Christ: Confraternity Organization, the Mass of the Sun and Regenerative Warfare in Rural Potosi (18th-20th Centuries)”, JSA, LXXIII, 1987, p. 139-191.
* Valor estimado, coef 5
* Libres y esclavos
* Resultados de las numeraciones
** Pueblo y afueras
* Resultados de las numeraciones.
** Tarqui fue considerado como caserío de Paccha.