Las primacías urbanas 1851-1985
p. 89-222
Texte intégral
1Con la serie de mapas que presentamos a continuación, puede constatarse la finalización de la primacía urbana según la jerarquización formal colonial. En efecto, la República ya había borrado en 1824 los principios de privilegios, eliminando el modelo de ordenamiento urbano en ciudades, villas, parroquias y lugares. Con ello desaparece el principio colonial que establecía que el papel principal de la ciudad no era económico, sino político. Ahora, la primacía urbana va a estar determinada por las fuerzas de la economía, que son las encargadas de acrecentar o disminuir los crecimientos poblacionales de las ciudades.
2La distribución de la población durante la Colonia se mantuvo relativamente estable, y esto se proyectó hasta mediados del siglo xix. Las ciudades más pobladas se hallaban en la Cordillera Oriental, en el eje Bogotá-Pamplona, donde se encontraba la red urbana más activa de la Nueva Granada. En cambio, en la Cordillera Central existía un gran vacío entre Cali y Medellín, donde no había surgido aún un poblamiento significativo. En el norte sólo quedaba Mompox como ciudad importante, resultado del despoblamiento que siguió a la guerra de independencia.
3Este panorama comenzó a cambiar después de 1851. En la Cordillera Central principiaron a aparecer numerosas ciudades, y aunque el eje Bogotá-Pamplona se mantenía, las primacías heredadas de la Colonia preludiaban su desmoronamiento, como se muestra en el mapa correspondiente a 1870, ya que comenzaban a surgir Bucaramanga y Cúcuta, que no fueron centros urbanos de importancia durante la Colonia.
4Con posterioridad a esta fecha, las transformaciones en la economía se dejaban sentir en la distribución geográfica de la población. Las tierras altas de la Cordillera Oriental, que habían sido las más pobladas desde las épocas prehispánicas, se habían convertido, desde fines del siglo xix, en expulsoras de gentes, que eran recibidas por las tierras templadas de las vertientes cordilleranas donde se cultivaba café.
5Para la cuarta década del siglo xx el cambio es radical. En la Cordillera Oriental ha desaparecido ya la red urbana que se había mantenido hasta fines del siglo xix, y en su puesto habían surgido tres núcleos urbanos dominantes, Bogotá, Bucaramanga y Cúcuta, que crecieron y absorbieron las ciudades intermedias vecinas. En su remplazo surgió en la Cordillera Central otra red urbana, como resultado de la economía cafetera. Ésta se complementó con el resurgimiento de las ciudades-puerto de la costa, donde se volvió a reactivar la vida urbana. De esta manera se presentó el remplazo del eje Bogotá-Pamplona, que había sido el más importante desde la Colonia hasta principios del siglo xx, por el triángulo Bogotá-Medellín-Cali, y posteriormente por el eje Bogotá-Buenaventura.
6El equilibrio relativo que existía entre las ciudades grandes y las intermedias en las primeras décadas del siglo xx, se terminó en la década de los años setenta cuando los procesos de industrialización y el surgimiento de los centros de servicio concentraron la población en algunas ciudades; con ello se redujo el tamaño de las ciudades intermedias.
7Así se llega a 1985, cuando el censo nos muestra un panorama conocido como el de la “cuadricefalia”: Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla se constituyeron en las grandes ciudades, rodeadas de otras intermedias que se mantienen en una relación funcional con las cuatro grandes.
8Además, en el conjunto de los mapas siguientes puede observarse que en 1851 y 1870 la primacía es continental, pues entre las ciudades primadas sólo hay un puerto en 1851 y dos en 1870, estableciendo una diferencia radical con la Colonia, cuando al menos seis puertos participaban del rango de las ciudades primadas. En los años señalados la más amplia red de ciudades estaba en la Cordillera Oriental. Éstas poseían unas economías basadas en el mercado interior, con poco intercambio con el exterior, por ello el contacto con los puertos fluviales del río Magdalena, que se hacía por medio de caminos muy precarios, no era definitivo para su sostenimiento como ciudades primadas.
9A partir de 1918 se formó una red de ciudades interiores que algunos la llaman el “triángulo de oro”, conformado por Bogotá, Cali y Medellín. En el interior de este espacio se desarrolló la transformación cafetera, que enriqueció a todas las ciudades y permitió un progreso urbano fuerte y sostenido hasta el presente. Esto en gran parte fue posible porque los beneficios de la actividad cafetera se reinvirtieron en actividades industriales, agrícolas y urbanísticas, que se concentraron en los tres polos urbanos señalados.
10Sin embargo, en los últimos años, como aparece en el mapa correspondiente a 1985, este modelo del “triángulo de oro» está dando paso a otro con el eje oriente-occidente, que va de Bogotá a Buenaventura, pasando por la región cafetera y el Valle del Cauca. Las ciudades que se encuentran sobre este eje son las que presentan un gran dinamismo, a saber: Bogotá, Ibagué, Pereira, Armenia, Palmira, Cartago, Tuluá, Cali, Buenaventura. La apertura al Pacífico por un lado, y el predominio de Bogotá en lo económico, político y social aseguran la estabilidad de este eje, sobre el cual va a estar el desarrollo futuro del país.
11El desmonte del modelo de la cuadricefalia urbana va dejando por fuera a Medellín, ciudad que aparece aislada de los circuitos que comunican el interior con el exterior. De otra parte, los procesos de integración con los países vecinos van a introducir nuevas fuerzas que actuarán sobre las primacías urbanas en el oriente y el sur del país; estos procesos están por suceder.
12Nota: Los mapas que se presentan a continuación son el resultado de la representación gráfica de los censos de los años 1851, 1870, 1918, 1938, 1951 y 1985. Se escogieron en cada uno de ellos, más o menos, las treinta ciudades más pobladas según los datos censales, con el propósito de mostrar la movilidad geográfica de la población entre el siglo xix y el xx, de acuerdo con los procesos económicos señalados. Estos censos fueron procesados con un programa DBASE III PLUS, y representados gráficamente mediante el programa CARTO 2 D; en razón de esto, la fuente de los mapas es la base de datos de historia municipal que contiene los datos censales de los siglos xix y xx. En relación con los gráficos, éstos tienen un origen similar, es decir, es la lectura de la base de datos de historia municipal que se hizo mediante el programa QUATTRO. El gráfico de los Censos, 1843-1985, no posee una escala horizontal diferente de los censos de los años allí señalados. El gráfico Frecuencia de fundación de población nacional, 1520-1989, tiene un origen parecido, y representa la tendencia de fundaciones y poblamiento que se presentó cada veinte años a partir de la fecha inicial de 1520. En lo que se refiere a los mapas de la Primacía urbana, allí se representan unas convenciones que incluyen a la población urbana y a la rural, en períodos cuando era mayoritariamente rural, como sucede en los mapas de 1951 y anteriores. Sin embargo, desde la historia se concibe a la ciudad como una unidad urbano-rural; urbanización y cultivo de la tierra se hacían simultáneamente. Además, esta fórmula de presentación es coherente con el interés de presentar las tendencias generales de poblamiento en los siglos xix y xx.
PRIMACÍA URBANA EN 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
PRIMACÍA URBANA EN 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
PRIMACÍA URBANA EN 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
PRIMACÍA URBANA EN 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
PRIMACÍA URBANA EN 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
PRIMACÍA URBANA EN 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA DE FUNDACIÓN DE POBLACIONES A NIVEL NACIONAL 1520-1989

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
CENSOS 1843-1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN REGIONAL DE LA POBLACIÓN

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN REGIONAL DE LA POBLACIÓN

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ATLÁNTICA
13Esta región, quizá más que ninguna en el país, sufrió una serie de profundos cambios y dislocaciones en su ordenamiento espacial con la conquista y dominación españolas. Por ello es importante señalar el tipo de ordenamiento prehispánico y aquel que introdujo España, y las continuidades y discontinuidades durante la República.
14Las facilidades de comunicación que posee la región, gracias a la red de ríos, ciénagas y caños, además de la vía marítima, han beneficiado a sus habitantes desde los tiempos prehispánicos. Con anterioridad a la llegada de los españoles, el manejo de la navegación fue creando corredores de intercambio transversales y meridianos. Esto fue más intenso en los siglos que precedieron a la conquista española, resultado del sensible incremento de la producción agrícola y del desarrollo de las técnicas cerámicas. Los intercambios se vieron favorecidos por las posibilidades de transporte acuático, que permitieron establecer una compleja red de vías transversales y longitudinales, en el interior de la región caribe.
15De otra parte, es de suponer que estos intercambios eran más frecuentes en la banda izquierda del río Magdalena, donde la inmensa red de ríos y ciénagas facilitaron el transporte fluvial, además de que esta zona gozaba de una mayor densidad demográfica, y de la presencia de comunidades sedentarias con altos niveles de manejo de las técnicas agrícolas y de irrigación. Probablemente en la banda derecha del río predominaban comunidades nómadas, a excepción de la tairona.
16Por esto no es arriesgado afirmar que desde antes de la ocupación española ya se marcaban las diferencias entre las subregiones a lado y lado del río Magdalena. La ocupación española va a acentuar estas diferencias. Por lo tanto, el panorama prehispánico muestra una región con intercambios en sentido norte-sur y oriente-occidente, donde la lógica determinante de la integración se sustentaba en las necesidades básicas de subsistencia y en las diferencias culturales.
17El hecho de que la banda derecha estuviese ocupada por grupos indígenas con culturas más sólidas y menos afectadas por las invasiones karib, hizo más difícil para los españoles su conquista y ocupación. Por el contrario la banda izquierda fue muy afectada por las invasiones karib hasta tal punto que los sinú fueron fuertemente transformados por el constante choque con los karib y a raíz de estas invasiones se perdió mucho la fortaleza y cohesión de estos grupos, que no fueron obstáculo grande para la colonización española48.
18La conquista española produjo una profunda dislocación de la forma como estaba organizado el espacio según las necesidades de las comunidades indígenas. En primer lugar, el espacio conquistado por los españoles fue sometido a un estricto control administrativo y político total, situación que no existía hasta entonces. El espacio se jerarquizó mediante las gobernaciones, Santa Marta y Cartagena, y en el interior de ellas mediante el modelo de poblamiento hispánico, conformado por una estricta categoría de ciudades, villas, parroquias y pueblos de indios, cada uno de ellos con funciones determinadas y normalizadas. Recordemos que España dominaba los territorios conquistados fundando ciudades. Con esto fue creándose un ordenamiento del espacio, según funciones de los núcleos urbanos, desde donde se ejercían las jurisdicciones de territorios que aún estaban por conquistar.
19Sin embargo, este poblamiento se realizó copiando, calcando, la ocupación prehispánica. Los españoles se asentaron donde había indígenas, y sólo donde encontraban comunidades susceptibles de ser dominadas. La nueva lógica que se introdujo estuvo determinada por el hecho de que los conquistadores provenían de Europa, y en función de su patria de origen organizaron el espacio. Desde un comienzo se establecieron redes orientadas a privilegiar los intercambios con la metrópoli lejana. Esto determinó la sobrevaloración de las vías que comunicaban el interior de la colonia, donde vivía la mayor parte de la población dominada, con los puertos marítimos. Esto explica la importancia otorgada a los puertos fluviales, a los cuales se ubicaba en el rango de villas, y a los puertos marítimos, clasificados como ciudades.
20Esta nueva lógica de organización espacial privilegió el sentido norte-sur, es decir el eje meridiano, y siguiendo este principio se trató de reorganizar las vías de intercambio, dejando a un lado los corredores transversales. De todas maneras, este reordenamiento espacial estaba acompañado de una concepción global de la región geográfica. Es decir, existía una idea de la función de la región en el conjunto de la colonia y del imperio.
21A pesar de que España prefirió la lógica norte-sur, esto no deja de ser un “orden soñado” por las autoridades coloniales, ya que España nunca pudo establecer un control real y totalmente efectivo sobre los espacios y las gentes conquistadas. Existieron dos elementos que perturbaron el modelo de control colonial.
22El primero fue el contrabando. En efecto, desde los inicios de la Colonia, varios países europeos mantenían enclaves territoriales en el mar Caribe, que permitieron la actividad del contrabando; algunos autores calculan que llegó a representar el 40% del comercio total. Este activísimo comercio ilegal se hacía por dos vías: una iba por Mompox-Paso del Adelantado-Valledupar-La Guajira-Curazao, llamada camino de Jerusalén, y la otra salía del Bajo Cauca antioqueño-Urabá-Jamaica. De esta manera encontramos que durante la Colonia se estableció una lógica de relaciones verticales — la formal— y otra de sentido transversal — la ilegal —.
23El segundo fue el poblamiento alterno, espontáneo, que se desarrolló en forma paralela, en contra de aquél dirigido por las autoridades coloniales. En efecto, como ya lo señalábamos, en los inmensos espacios vacíos del sur de la provincia de Cartagena, durante el siglo xviii surgió un poblamiento de blancos pobres, mestizos, zambos, y esclavos fugitivos, “arrochelados”, y se estableció un modelo alterno de poblamiento, no en función de la organización del espacio según los intereses de la metrópoli, sino de las necesidades de la nueva sociedad mestiza. Éste fue el otro elemento que fortaleció la integración espacial transversal, no formal, al margen de los intereses coloniales.
24En conclusión, aunque la unificación política que impusieron los españoles sacrificó la integración espacial que existía antes de la Conquista, aportó una visión integral de la región geográfica. Las relaciones económicas del interior con el litoral, por débiles que hayan sido, de todas maneras establecieron un progresivo sistema de transporte y de comunicaciones entre las diversas regiones geográficas. Estos itinerarios comprendían los caminos de herradura, donde el principal se llamaba el “camino real”, y una parte fluvial, que dio origen a la formación de importantes centros como Mompox. En los puntos de transbordo de las cargas de las muías a las canoas se erigieron varias poblaciones, así como en los lugares de cambio de boga se formaron varios puertos sobre el río Magdalena. Es conveniente insistir y recalcar en la presencia de dos regiones ecológicas, las dos bandas del río Magdalena, la cual fue determinante para el ordenamiento espacial de la costa caribe.
25Con la Independencia, el costo de ser República significó la pérdida del ordenamiento espacial que España había introducido durante trescientos años de dominación. En primer lugar, se perdió la concepción global que existía sobre el territorio. La desaparición del Estado colonial fue causa de la pérdida de la unidad política imperial, y esto significó la distensión de los lazos entre el caribe y las regiones vecinas, y con el interior del país. Esto, sumado a las guerras de independencia, provocaron la pérdida de la primacía urbana de Cartagena, eje ordenador de la red urbana del caribe.
26Esta pérdida de la concepción global del territorio estuvo acompañada de la ruralización, el despoblamiento de numerosos centros urbanos como consecuencia de las guerras, con la consiguiente pérdida de la red urbana colonial.
27Sin embargo, hay varias continuidades. Una fue la persistencia del eje norte-sur, el eje meridional, como la lógica fundamental del ordenamiento del espacio. La geografía republicana continuaba con el principio del ordenamiento de zonas de producción, itinerarios de transporte y puertos de embarque, similar a lo que funcionaba durante la Colonia. La novedad en el siglo xx fue la introducción de la navegación de vapor por el río Magdalena, que fue sustituyendo progresivamente a la boga.
28Otra continuidad con la Colonia fue la permanencia de los caminos de contrabando, que continuaban siendo los ejes transversales. Pero la configuración regional seguía sin mayores modificaciones hasta entonces. El poblamiento del siglo xix continuó en forma parecida a lo sucedido en el siglo xviii, llenando los espacios vacíos de las sabanas de Bolívar y La Mojana. Además, seguía predominando el interés por conectar zonas productoras con los puertos de embarque. De hecho, el surgimiento de Barranquilla como la nueva metrópoli regional es, en buena parte, el resultado de la economía exportadora cafetera, es decir, de la agricultura de exportación de las zonas andinas.
29En cierta medida ésta va cambiando con el avance del siglo xx, período en el cual se realiza un proceso integrador de las subregiones internas. La construcción de diversas vías férreas, el desarrollo de diferentes cultivos de exportación como el tabaco y el banano, la ganadería, la agricultura mecanizada, y la construcción de carreteras van forjando nuevos ejes integradores de las diversas subregiones de la Costa Atlántica. En otros términos, es el surgimiento de la industrialización y la integración del mercado interno lo que permite el aparecimiento de una nueva lógica de ordenamiento espacial.
30En esta región el proceso de poblamiento tuvo varias etapas. La primera, entre 1520 y 1580, correspondió, entre otros, a los puertos marítimos y fluviales, que fueron las bases de los asentamientos iniciales y de los ejes de penetración. Luego se presentó un prolongado interregno a causa de la gran crisis demográfica, efecto de la conquista, y por ello sólo en 1720 se vuelve a presentar otra oleada de ocupación del territorio, que alcanza su máximo auge entre 1760 y 1780, resultado de las políticas coloniales de reagrupamiento que realizan Antonio de la Torre y Miranda, Fernando de Mier, Joseph Palacios de la Vega, Pérez Vargas y Antonio Miranda.
31Para el Siglo xix, la tendencia poblacional es similar a la que existía antes de la explosión fundacional de 1740-1780. El poblamiento continúa con la fundación de municipios, como Palmar de Varela (1806), Río Viejo (1806), Talaigua Nuevo (1806), Barranco de Loba (1810), Margarita (1812), Majagual (1814), Achí (1817), San Pedro (1820), Calamar (1840), Pinillos (1840), Codazzi (1859), Repelón (1860), La Gloria (1867), Galapa (1867), Gamarra (1867), Sopla-viento (1885), Aracataca (1885) y Puerto Colombia (1888).
32En el siglo xx el poblamiento continúa con dos ritmos diferentes: un auge a comienzos del siglo y otro desde 1960 hasta el presente, a causa de la expansión de la frontera agraria. Se erigen municipios como Suan (1905), Montelíbano (1907), Colosó (1907), Malambo (1912),Tierralta (1912), Pueblo Nuevo (1914), Maicao (1927), Los Córdobas (1930), Uribia (1935), Valencia (1937), Pelaya (1948), Pailitas (1950), Planeta Rica (1955), Luruaco (1960), Puerto Escondido (1961), Curumaní (1965), Santa Lucía (1967), Chalán (1968), Galeras (1968), San Juan de Betulia (1968), Buenavista (1969), El Copey (1971), Santa Rosa del Sur (1984) y Astrea (1984). Todo esto al tiempo que la participación de la región en el total de la población nacional aumenta constantemente desde mediados del siglo pasado. En efecto, la participación de la Costa Atlántica en el total de la población nacional viene en crecimiento desde el censo de 1843, cuando participaba con el 11%, hasta llegar en el censo de 1985 al 21%.
33Los mapas que muestran la distribución de la población en los municipios de la región ilustran los efectos de la guerra de independencia, especialmente incruenta allí, que provocó un proceso de ruralización y un repliegue hacia el interior de la región. En estos movimientos se vieron afectadas las ciudades-puertos marítimos, y favorecidos los municipios de las sabanas y Mompox, que aparece, según el censo de 1851, como la ciudad más poblada de toda la región.
34Para el siglo xx, los mapas de los censos de 1918 y 1938 muestran una singularidad del poblamiento de la costa: la banda occidental del río Magdalena continúa siendo mucho más poblada que la banda oriental, tal como sucedía desde la época prehispánica. Esta permanencia es el resultado de las mejores condiciones ecológicas para el sostenimiento de asentamientos humanos en el lado occidental. Esto persiste aún, con el aditamento de que ya en 1985 la distribución de la población es coherente con el desarrollo histórico de la región y con sus funciones en relación con las regiones del interior. Por ello aparecen los puertos marítimos como los municipios más poblados.
35Esta distribución es bastante similar a la presentada en el censo de 1973. Además, en los dos mapas se nota con claridad la existencia de dos ejes de distribución de la población: el costero, que va desde Cartagena hasta Riohacha, y el del interior, que va desde las sabanas donde se encuentra Montería hasta Valledupar. Cabe anotar que estas líneas corresponden más a las dinámicas nacionales que a las regionales, ya que son el resultado de las funciones de la reglón como enlace con el exterior. Esto se comprueba al observar que el eje que va de Montería a Valledupar no cuenta con vías de comunicación efectivas que integren horizontalmente estas poblaciones, sino que las comunicaciones privilegian la integración del “interior» con el “exterior”, en forma similar a lo que sucedía en la Colonia.
PORCENTAJE DE LA POBLACIÓN DE LA REGIÓN ATLÁNTICA CON RESPECTO A LA POBLACIÓN NACIONAL

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
36Nota: El mapa de los pueblos fundados en la Región Atlántica, entre 1520 y 1989, presenta en las convenciones unos períodos que corresponden a las dinámicas de fundación y poblamiento que muestra esta región. Fueron calculados mediante el programa DBASE III PLUS, interpretando la base de datos de fechas de fundación y población de los municipios colombianos. Para comprender la singularidad del poblamiento en la costa es necesario comparar las gráficas regional y nacional de frecuencia de fundación de población. En la representación gráfica de los censos se agruparon las cifras censales municipales en cuatro rangos, según los datos poblacionales posibles de ser agregados en cada censo. Esto con el propósito de mostrar las tendencias generales de distribución de población en el espacio regional. La particularidad de las diversas primacías urbanas según la mayor o menor población se representa en los mapas de las jerarquías, donde las convenciones utilizadas emplean rangos diferentes de los anteriores, para mostrar así los diez municipios más poblados en los tres censos allí analizados. Los datos censales allí representados se refieren al total de la población urbana y rural. Todos los mapas son el resultado de la representación gráfica de la base de datos mencionada, mediante la utilización del programa CARTO 2D.
PUEBLOS FUNDADOS EN LA REGIÓN ATLÁNTICA ENTRE 1520 Y 1989

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ATLÁNTICA: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos
REGIÓN ATLÁNTICA: CENSO 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ATLÁNTICA: CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ATLÁNTICA: CENSO 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ATLÁNTICA: CENSO 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ATLÁNTICA: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ATLÁNTICA: JERARQUÍAS 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ATLÁNTICA: JERARQUÍAS 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ATLÁNTICA: JERARQUÍAS 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN ATLÁNTICA 1520-1989

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN ANDINA
Subregión Cundinamarca-Boyacá
37Al contrario de la Región Atlántica, que sufrió profundas dislocaciones en el ordenamiento espacial con la llegada de los españoles, el Altiplano Cundiboyacense y sus alrededores mantuvieron sus ejes prehispánicos durante toda la Colonia y comienzos de la República. En los tiempos prehispánicos este territorio estaba densamente poblado, y ha mantenido desde entonces una organización económica, social, política y cultural que ha girado alrededor del altiplano. Desde la dominación chibcha, las tierras calientes han sido zonas de fronteras, percepción que va a perdurar hasta entrado el siglo xx. Al comienzo de la Colonia, la rivalidad entre Tunja y Santafé reproducía la que había existido entre el Zipa y el Zaque.
38Bogotá ha sido el centro de la subregión desde el inicio de la dominación española, incluso cuando en el siglo xvi difícilmente mantenía una supremacía sobre Tunja y Pamplona49. A pesar de todos los intentos de suplantar a Bogotá como capital de la región o de Colombia, esta ciudad continuó con su primacía.
39El poblamiento de esta subregión estuvo determinado por dos variables: el poblamiento prehispánico y la relación entre las tierras altas y las tierras bajas. La fundación de ciudades, la erección de villas y el poblamiento por parte de los españoles se realizaron en un territorio que contaba con una población indígena bastante numerosa y con un alto desarrollo agrícola, lo cual facilitó la dominación y la explotación. Debido a esto, el poblamiento tendió a iniciarse en las tierras frías habitadas por la cultura muisca, además de las fundaciones de los núcleos ubicados a lo largo del camino que unía el altiplano con los puertos fluviales sobre el río Magdalena. Esto se puede observar en el mapa de los pueblos fundados entre 1535 y 1982, donde se evidencia que la mayor parte de los municipios actuales que tienen un origen temprano se encontraba en clima frío.
40La frecuencia de las fundaciones, desde que éstas se iniciaron, fue casi constante hasta fines del siglo xvii. Luego, con la política borbónica de mayor control de la población, en la segunda mitad del siglo xviii, se presentó el momento de mayor número de fundaciones de núcleos urbanos, resultado en su mayor parte de reagrupamientos y refundaciones en las tierras altas. Esto corresponde al trabajo del fiscal Moreno y Escandón de liquidación de resguardos, quien se declara en favor de la apropiación de los pueblos de indígenas por parte de los mestizos, entre 1777 y 1780, para lo cual recorre el altiplano desde El Cocuy y Fusagasugá50. En el caso de Sogamoso, por ejemplo, el mestizaje había creado un grupo de libres mucho mayor que la población indígena, con quienes compartían las tierras del resguardo. Los 585 indios que vivían allí compartían las tierras con 1.646 mestizos o libres, que escapaban al tributo. Por ello Moreno y Escandón decretó la extinción del pueblo de indios de Sogamoso, y en su remplazo declaró la erección de un pueblo de libres con parroquia51.
41Posteriormente se presentó la expansión hacia las tierras templadas a principios del siglo xix, que continuaba la tendencia que ya venía desde el siglo anterior. Esto es el resultado de la fuerte presión demográfica campesina sobre las tierras del altiplano, que presentaban una alta densidad para las capacidades de producción de esa época. Codazzi lo describe con exactitud para mediados del siglo xix:
El rápido crecimiento de la población nativa de las tierras altas les da un carácter de criaderos de hombres, si vale esta expresión, que dentro de algunos años tendrán que buscar espacio y teatro industrial en otros lugares y bajarán de las cumbres a los calurosos llanos paulatinamente y se aclimatarán en ellos y los someterán a la civilización52.
42Se trata de poblaciones como Gachalá (1819), Chinavita (1822), Campohermoso (1823), Pajarito (1825), Quetame (1826), El Peñón (1830), Cáqueza (1832), Nariño (1833), Guayabal de Síquima (1839), Ubalá (1846), Tutasá (1849), Tununguá (1850), Girardot (1852), Vianí (1853), San Francisco (1857), Gutiérrez y San Antonio del Tequendama (1860), Agua de Dios (1861), Útica (1867), Socha, Arbeláez y Gama (1870), San Pablo de Borbur (1875), Jerusalén (1878), Albán y Supatá (1882), Ricaurte (1887) y Yacopí (1890).
43En su mayor parte se trata de un poblamiento en clima medio. Esto pudo ser posible gracias a la disponibilidad de tierras vírgenes explotables en los pisos térmicos templados y cálidos, y a la iniciativa privada de comerciantes empeñados en encontrar productos de exportación53.
44Los poblamientos posteriores se efectuaron en las márgenes, es decir, en las vertientes cordilleranas que dan hacia los Llanos y algunos valles que descienden hacia el río Magdalena. Se trata de municipios como Almeida (1906), Apulo (1908), San Bernardo (1910), San Luis de Gaceno (1912), Cabrera (1913), San Eduardo (1914), Venecia (1924), Silvania (1935), La Victoria (1956), Otanche (1960), Villagómez (1965) y Guayabetal (1980).
45En el gráfico de distribución de la población por pisos térmicos puede observarse que según los datos censales la mayor parte de la población ha vivido desde el siglo xix en clima frío, y que la población de clima medio era casi del 30%, pero que desde 1938 ha comenzado a disminuir permanentemente, hasta llegar a menos del 10% en el censo de 1985.
46El panorama de la distribución de la población en el siglo xix muestra que, si bien Bogotá era la ciudad más poblada, existían otros centros en Boyacá, tales como Turmequé, Pesca, Ramiriquí, Soatá, Moniquirá, además de Chocontá y Chiquinquirá, que eran municipios más rurales que urbanos. Distribución muy coherente con la tendencia histórica heredada de la Colonia.
47Hasta 1951 no se encuentra una gran polarización, y aunque Bogotá era la gran ciudad, había una serie de poblaciones intermedias que equilibraban la distribución geográfica. Todo esto cambió en 1973 y 1985, cuando Bogotá se constituyó en el gran centro urbano, con una notable diferencia de los centros que la siguen, mostrando que ya ha absorbido la alta densidad poblacional del altiplano. Además, es importante anotar que la participación de la subregión en el total de la población nacional disminuyó desde el censo de 1843 hasta 1964, cuando descendió del 34 al 15%, y desde entonces ha comenzado a aumentar hasta llegar al 21% del total de la población nacional en el censo de 1985. Claro que esto se debe al crecimiento de Bogotá y no precisamente de su entorno.
48Nota: Todos los mapas aquí presentados son el resultado de la representación gráfica de la base de datos. Fechas de fundación, altitud y población de los actuales municipios colombianos. En la distribución de la población según pisos térmicos, existe el inconveniente de que se trabaja con la población total del municipio, pero se utiliza la ubicación geográfica de la cabecera municipal. Esto deja por fuera del análisis la particularidad de numerosos municipios que ocupan tierras en varios pisos térmicos y cuya población es mayoritaria-mente rural, y que al representarlos gráficamente aparecen como si fueran de un solo clima. No hubo otra opción metodológica, en razón de que los censos anteriores a 1938 no discriminan entre población rural y urbana; además sólo con un estudio de microhistoria se podría llegar a conocer la distribución de la población en el interior de cada municipio.
Así mismo, es casi imposible conocer la evolución histórica de las superficies de los municipios colombianos.
PUEBLOS FUNDADOS EN LA REGIÓN CUNDIBOYACENSE ENTRE 1535 Y 1982

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE: CENSO 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE: CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE: CENSO 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE: CENSO 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE: JERARQUÍAS 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE: JERARQUÍAS 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
ALTIPLANO CUNDIBOYACENSE: JERARQUÍAS 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN ANDINA 1525-1989

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN ANDINA

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FUNDACIÓN DE POBLACIONES REGIÓN CUNDIBOYACENSE 1535-1982

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN ANDINA- SUBREGIÓN CB

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
Subregión montaña santandereana
49En forma parecida al Altiplano Cundiboyacense, el poblamiento de las montañas santandereanas estuvo determinado por la presencia de comunidades prehispánicas de culturas avanzadas. Por ello la ocupación española fue siguiendo a la indígena, calculada en 200.000 habitantes, y de esta manera encontramos que la fundación y el poblamiento de núcleos urbanos se realizaron en las tierras donde se hallaban las comunidades de los chitareros, que habitaban las tierras frías; los yariquíes, en las tierras bajas del Opón y el Lebrija; los laches en el oriente; los guanes, que habían alcanzado el más alto desarrollo técnico y social de la región54. Este poblamiento fue la base de los asentamientos coloniales, que no introdujeron mayores modificaciones en la organización espacial prehispánica.
50El poblamiento de esta subregión se inició con la fundación de las ciudades de Vélez y Pamplona, que fueron los puntos de partida para la exploración, conquista y colonización del territorio; las encomiendas se otorgaron en su mayoría a los conquistadores y pobladores de Vélez y luego a algunos de Pamplona. Esto permitió que para mediados del siglo xvi estuviera controlado el territorio. El poblamiento inicial estuvo caracterizado por la configuración de encomiendas, al construir los encomenderos sus aposentos y por el establecimiento de estancias, hatos e ingenios, así como de rancherías de los lavadores de oro. Se considera como un poblamiento disperso55.
51Con el siglo xvii se dio comienzo al poblamiento aglomerado con la fundación de pueblos de vecinos blancos, y de la agregación de los indígenas de las diferentes encomiendas que dieron origen a los pueblos de indios, como Charalá, Oiba, Curití y Bucaramanga. Los pueblos de vecinos blancos de ese período fueron: San Gil, San Juan de Girón y el Socorro.
La fundación de pueblos de vecinos blancos en la región, significó la incorporación de los territorios conquistados y el control sobre el entorno rural, así como la creación de un nexo de dependencia con las ciudades fundadoras, Vélez y Pamplona. Esta dependencia tendía a debilitarse a medida que cada poblado cobraba importancia56
52Posteriormente, en el siglo xviii, el poblamiento continúa gracias a la recuperación demográfica que provoca una activa colonización interna. Con esto se producen la creación de nuevos pueblos, la extinción de algunos pueblos de indios y la agregación de vecinos blancos, lo cual se dio al tiempo con el surgimiento de una activa economía urbana basada en la artesanía, que producía manufacturas para diversos mercados regionales de la Colonia. Este auge económico permitió la consolidación de los pueblos, que pasaron de ser simples aldeas a pueblos bien configurados, y en algunos con equipamientos urbanos de alto nivel para los estándares de la época, tales como monasterios, cementerios, cárceles, escuelas públicas, pilas de agua, carnicerías y hospitales, y enlosado de las calles. La bonanza se extendió también al amoblamiento doméstico con la utilización de la teja de barro, la construcción en algunos pueblos de casas altas. Esto es válido para las ciudades, villas y algunas parroquias.
53Todo esto corre parejo con un claro proceso de jerarquización social:
En los primeros centros urbanos se hace evidente la existencia de los estratos sociales diferentes, no sólo se distinguen esclavos, mulatos, indios, mestizos, sino también en el seno de la población de origen hispano: nobles y blancos con asiento en el marco o cerca a la plaza mayor, y el resto de la población en los barrios periféricos; y para la región, la ubicación de las familias más poderosas en las principales ciudades. Durante este siglo, la región logra un nivel de bienestar que se expresa en una fisonomía urbana caracterizada por la arquitectura sólida de las viviendas, la presencia de escuelas, cárceles, hospitales y cementerios, enlosamiento de calles y la articulación de los diferentes pueblos mediante puentes y caminos57
54En este dinamismo se destacan las villas y parroquias de libres, como Cúcuta, Piedecuesta y San Gil; pero ninguna como Socorro, que se destaca en toda la Nueva Granada por su empuje económico y crecimiento urbano. De asentamiento al borde de camino, que en 1686 sólo lo habitaban 77 familias, noventa años después contaba con 9.094 habitantes, empadronados así: nobles, 716; blancos, 2.924; mestizos, 4.775; indios, 110; mulatos, 1.16958. Según parece se trataba de población urbana, que de ser cierto, coloca a Socorro en el tercer lugar, detrás de Santafé de Bogotá y Cartagena, en términos de habitantes urbanos.
55De otra parte, al igual que en Boyacá y Cundinamarca, en esta subregión también se vivió la aplicación de las reducciones, sistema mediante el cual se expolia una parcialidad, se destierran veinte o cien familias aborígenes y se entregan sus tierras y caseríos a los nuevos residentes59. En julio de 1778 el fiscal Moreno y Escandón procedió a una reorganización social y territorial de lugares como Onzaga, donde vivían juntos 220 indios y 830 libres; en Curití sólo quedaban 231 nativos, conviviendo con 719 libres; en Bucaramanga convivían 206 indios y más de 2.000 mestizos, caserío que era descrito por Moreno como que “de pueblo sólo tenía nombre aquella población”.
56La prosperidad de fines de la Colonia no continuó con la República. Luego de la Independencia, la subregión comenzó a experimentar diversas modificaciones en el ordenamiento espacial interno, como también sus relaciones con el resto de las regiones del país. Las zonas de economía artesanal iniciaron una decadencia inexorable y por ello Socorro pierde importancia, siendo remplazado por Bucaramanga, a partir de 1850, como centro económico. La decadencia se abatió de una manera selectiva, golpeando a los centros urbanos que habían sido prósperos en la Colonia.
57En cuanto a la representación gráfica de estos procesos históricos, en los mapas que se adjuntan pueden observarse los cambios tan radicales que ha experimentado esta subregión en el último siglo y medio. Esto se observa, por ejemplo en el mapa de fundaciones, donde se evidencia que los municipios de fundación temprana corresponden a aquellos que están ubicados sobre la Cordillera Oriental, y los de fundación tardía a aquellos que están ubicados en las vertientes que bajan al río Magdalena y al Catatumbo.
58La frecuencia de fundaciones es bastante dispareja, puesto que luego del impulso inicial de la conquista sólo hasta comienzos del siglo xviii se volvió a reactivar la ocupación del territorio estableciendo asentamientos urbanos, con la particularidad de que este proceso se detuvo cuando se inició la Independencia. Durante el siglo xix se presentaron dos momentos de repunte, cuando se produjeron los desplazamientos poblacionales hacia las vertientes cordilleranas, cuando se fundan Cucutilla (1804), Capitanejo (1804), Rionegro (1805), El Carmen (1808), Chitagá (1809), Cabrera, Floridablanca, Palmar y Tona (1809), San Calixto y Guapotá (1810), Cáchira (1811), Teorama (1812), Hato (1825), Convención (1829), Jordán (1830), Coromoro (1840), Mutiscua (1841), Betulla y Bolívar (1844), Gramalote (1857), Villa Caro (1859), Ragonvalia (1860), Contratación (1861), Herrán (1870), Lebrija (1871), Bucarasica (1877), San Vicente de Chucurí (1881), Puerto Wilches (1882), Sucre (1892) y Landázuri (1900).
59Este proceso continúa en el siglo xx, con la fundación de los municipios de Albania (1903), Lourdes (1905), Cimitarra (1905), California y Charta (1908), Durania (1911), El Guacamayo (1928), El Carmen (1938), Barbosa (1940), Villanueva (1966), Florián (1974), La Belleza, Santa Helena del Opón y Sabana de Torres (1975), Santa Bárbara y Tibú (1977), Puerto Parra (1981), El Playón (1984) y Los Patios (1985).
60Las diferencias con la curva de fundaciones nacionales son bastante notorias: en esta subregión, luego de las fundaciones iniciales, el poblamiento menguó ostensiblemente con posterioridad a 1570, mientras que en la nación hubo dos repuntes, en 1600 y 1640; en la montaña santandereana se reactivó el poblamiento durante todo el siglo xviii, hasta 1810, en tanto que en el resto del país sólo se activa a partir de 1740 hasta 1780. El repunte de 1850 coincide en los dos casos, pero en tanto que en el país decae en 1970, en los Santanderes crece el poblamiento en esa década.
61La montaña santandereana ha presentado cambios profundos en la distribución espacial de la población, quizá como ningún otro lugar en Colombia, como se puede observar en los mapas donde se representan gráficamente los censos, como también en los mapas de las jerarquías urbanas, según los municipios más poblados en los tres censos seleccionados. En el siglo xix la mayor parte de la población se encontraba al sur del cañón del Chicamocha y en tierras de clima templado, en poblaciones que históricamente habían sido los epicentros de la zona. Pero esto comenzó a cambiar a fines de este siglo, a causa de la crisis de las artesanías, actividad que era fuerte en esta parte, al tiempo que surgía el cultivo del café al norte del cañón; todo ello se vio reforzado por el surgimiento de Cúcuta como epicentro fronterizo, papel que le otorgaba una gran primacía. A esto se agrega que el desarrollo de la economía petrolera en Barrancabermeja, desde comienzos del siglo xx, y de la ganadería en tierra caliente, fueron creando nuevos polos de desarrollo que incentivaron las migraciones internas, en detrimento de los centros que históricamente habían sido las “ciudades primadas” en el pasado.
62Esto se resume cuando se ve la representación gráfica del censo de 1985, donde la principal característica es que los municipios más poblados se encuentran al norte del cañón del Chicamocha, y que las ciudades más pobladas son aquellas que ostentan una primacía urbana muy reciente. Además, hay un desplazamiento de la población hacia los municipios ubicados en las tierras calientes, abandonando la tendencia histórica de una ubicación en clima templado, como había sucedido desde épocas prehispánicas. Con razón el mapa del censo de 1985 se podría titular “montañas y llanuras santandereanas”. Además, la participación de la población de la subregión en el total de la población nacional ha venido descendiendo constantemente desde principios del siglo xix, como se puede observar en el gráfico de la distribución regional de la población.
63Nota: Sobre la representación gráfica de los censos correspondientes a esta subregión, podemos hacer las mismas anotaciones metodológicas que hemos hecho para los anteriores. En relación con los municipios con fechas de fundación de los años sesenta en adelante, en realidad corresponde a poblamientos que se iniciaron, en su mayoría, en los años treinta y cuarenta, y que ascienden a la categoría de municipios en las fechas señaladas. Sólo queda por fuera el municipio de El Tarra, un poblamiento que se inició en los años cincuenta y que fue erigido en municipio el año pasado, y El Peñón, erigido en municipio en 1993.
MONTAÑA SANTANDEREANA: FECHAS DE FUNDACIONES

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑA SANTANDEREANA: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑA SANTANDEREANA: CENSO 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑA SANTANDEREANA: CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑA SANTANDEREANA: CENSO 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑA SANTANDEREANA: CENSO 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑA SANTANDEREANA: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑA SANTANDEREANA: JERARQUÍAS 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑA SANTANDEREANA: JERARQUÍAS 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑA SANTANDEREANA: JERARQUÍAS 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN ANDINA- SUBREGIÓN MS

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN MS

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
Subregión montaña antioqueña
64Los primeros intentos de poblamiento de la subregión antioqueña fueron bastante tempranos, puesto que se iniciaron con la fallida fundación de Santa María la Antigua del Darién en 1510, desaparecida en 1524. Luego surgió San Sebastián en 1535 (hoy Necoclí), que sirvió de base militar para la conquista de las zonas mineras. A ésta le siguió la ciudad de Antioquia en 1541, que inició un poblamiento minero con Remedios (1560), Cáceres (1576) y Zaragoza (1581). Este primer poblamiento fue en su totalidad en tierra caliente.
65Posteriormente, entre 1580 y 1630, con la consolidación de los distritos mineros hubo una gran introducción de población negra, la cual sólo en Zaragoza, en el año de 1625, se calculaba entre 3.000 y 4.000 esclavos negros60. Pero por entonces se inició una crisis minera que provocó una gran emigración en busca de los placeres en los ríos y las montañas. Esto coincide con el despoblamiento indígena, causa de la formación de pueblos de indios: como resultado de la visita de Herrera Campuzano, en 1614, se agruparon Nuestra Señora de Sopetrán, San Juan del Pie de la Cuesta, San Lorenzo de Aburrá y San Antonio de Buriticá. Para entonces se estaba dando el desplazamiento del poblamiento a tierras medias y altas. Producto de esto fue el poblamiento del Valle de Aburrá, primero como pueblo de indios en 1616, y luego con la erección de la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria, Medellín, en 1675.
66La expansión hacia el occidente de la zona minera del Bajo Cauca fue lenta y bastante tardía, si juzgamos por el poblamiento del valle de Urrao realizado en 1781. En la zona norte se realizó una colonización institucional bajo las órdenes del visitador Juan Antonio Mon y Velarde, quien pobló a Yarumal, Don Matías y Carolina. La expansión hacia el oriente, en dirección de Rionegro y Marinilla, fue más activa. Resultado de este empuje fue la adjudicación a Rionegro en 1783 del título de ciudad que ostentaba Arma. Luego, en 1787 Marinilla se erigió como villa independiente. Eran dos valles densamente poblados, cuyas élites estaban buscando tierras libres hacia don-de expandir sus actividades.
67En este momento de fines del siglo xviii, los habitantes de Antioquia estaban asentados en los tres pisos térmicos, cálido, medio y frío, que habían sido ocupados históricamente en ese orden. “Pobladas en las fértiles vegas del Cauca, el Porce y el Rionegro estaban colocadas la ciudad de Santafé de Antioquia, la villa de Medellín, la ciudad de Rionegro y la villa de Marinilla, todas ellas con importantes nexos y pueblos de indios inmediatos”61.
68Con la llamada colonización antioqueña en su período temprano62, correspondiente al siglo xviii, se poblaron los valles de Ebéjico, Aburrá, Rionegro y Marinilla, en dos momentos de empuje: los años comprendidos entre 1740 y 1760, y los de 1780 a 1800 (véase el gráfico de frecuencia de fundación de poblaciones).
69El segundo período, que comprende el siglo xix, fue un proceso a la vez dinámico y controvertido. “Las migraciones espontáneas o forzosas, presionadas por el hambre, el cebo de las políticas sobre tierras baldías y otras causas, hicieron que las migraciones de futuros colonizadores rompieran en todas direcciones”63. En ese momento ya estaba consolidada la zona central, conformada por Medellín, Rionegro y Santafé de Antioquia, y comenzaba a prolongarse hacia el sur por las vertientes de las cordilleras Central y Occidental, invadiendo los límites del Estado del Cauca.
70Entonces se fundan Granada (1804), Frontino (1806), Carmen de Viboral (1807), Anorí (1808), Abejorral y Guatapé (1811), Armenia (1813), Angostura y Heliconia (1814), Campamento (1820), Cocorná (1825), Nariño (1827), Concordia y Ebéjico (1830), Liborina (1832), En-tremos y Murindó (1835), Amalfi (1838), Bolívar (1839), Caldas, Puerto Nare y Turbo (1840), Giraldo (1845), Valdivia (1849), Andes y Dabeiba (1850), Jericó (1851), Taraza (1853), Ituango (1857), Támesis (1858), Abriaquí y Valparaíso (1860), Jardín y San Rafael (1864), Peque (1868), Segovia (1869), Caicedo (1870), Puerto Berríoy San Luis (1875), Caracoli y Montebello (1876), Chigorodó (1878), San Roque (1880), Alejandría, Bri-ceño y Pueblo Rico (1886), Yalí (1888), Betania (1889), Argelia (1891), Sal-gar (1894), Angelópolis y Guadalupe (1895) y Venecia (1898).
71Estas fundaciones corresponden a lo que se considera el momento cumbre de la colonización. Entonces fundar pueblos era prioritario para la élite mercantil con sede en Medellín, Rionegro y Sonsón. Las fundaciones se ponían bajo la dirección de los párrocos, de las juntas de notables aldeanos, que generalmente eran los promotores del asentamiento; de los jueces pobladores encargados de distribuir la tierra y trazar calles y plazas; luego, cuando el poblado adquiría condición institucional, los alcaldes y los cabildos entraban a funcionar64. Es entonces cuando se incluye el suroeste cafetero, constituido históricamente a partir de la dinámica de cuatro localidades importantes: Titiribí, Fredonia, Jericó y Bolívar.
72El tercero, y último período, corresponde al siglo xx, cuando continúa el poblamiento en clima cálido, cerrando así el ciclo que se inició en el siglo xvi en el Bajo Cauca. Se fundan Vigía del Fuerte (1908), Cisneros y Maceo (1910), Carepa y Tarso (1912), Caucasia (1918), Arboletes (1920), San José de la Montaña (1922), Hispania (1925), Yondó (1941), Mutatá (1944), Apartadó y Sabaneta (1967), Puerto Triunfo y San Pedro de Urabá (1977), Uramita (1978), El Ba-gre (1979) y Vegachí (1983). Entre los espacios poblados en este período se destacan el cañón del Nus, Urabá, el Bajo Cauca y el Magdalena Medio. Se trata de zonas que fueron incorporadas como resultado de cambios en los modelos de desarrollo y en los procesos de integración vial del país. Así, la terminación del Ferrocarril de Antioquia permitió abrir las tierras del Nus en las primeras décadas de este siglo; la Troncal de Occidente incluyó las tierras del Bajo Cauca, que tres siglos después ha vuelto a recibir importantes flujos migratorios; y el Ferrocarril del Magdalena que integró las tierras del Magdalena Medio65.
73En cuanto a la distribución de la población según los pisos térmicos, es constante el desplazamiento del siglo xix al xx de los pobladores de las tierras frías a las medias, con un evidente despoblamiento de las tierras altas. Este movimiento ha sido coherente con el surgimiento y desarrollo de la economía cafetera, factor que ha sido la variable más importante en la integración regional.
74La distribución espacial de la población ha sido estable, lo cual se puede observar en los mapas del siglo xix, donde la tendencia general era que la mayor parte de la población estaba ubicada en la zona que controlaba Medellín, ciudad que ha sido el centro del comercio y la industria de la región. Esta tendencia se acentuó en 1985, cuando la concentración de la población en la capital fue altísima. Así, como puede verse en los mapas de jerarquías urbanas, de los diez municipios más poblados, seis se encuentran en el Valle de Aburrá, en la llamada “área metropolitana”. La participación de la población de esta subregión en el total de la población nacional tendió a crecer en el siglo xix, cuando pasó del 10% en 1843 al 14.5% en 1912, pero luego ha descendido para estabilizarse en un 12%. Realmente, esta estabilidad subregional corresponde al crecimiento de Medellín.
75Nota: Las observaciones metodológicas anotadas para las otras subregiones son válidas para el caso de la montaña antioqueña. En relación con las fechas de fundaciones de municipios de las últimas tres décadas, en realidad corresponden a fechas de creación de los municipios, que no es más que el reconocimiento legal de un poblamiento espontáneo que se venía dando en las últimas décadas.
PUEBLOS FUNDADOS ENTRE 1535 Y 1986 EN LA REGIÓN ANTIOQUEÑA

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MACIZO ANTIOQUEÑO: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MACIZO ANTIOQUEÑO: CENSO 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MACIZO ANTIOQUEÑO: CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MACIZO ANTIOQUEÑO: CENSO 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MACIZO ANTIOQUEÑO: CENSO 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MACIZO ANTIOQUEÑO: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MACIZO ANTIOQUEÑO: JERARQUÍAS 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MACIZO ANTIOQUEÑO: JERARQUÍAS 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MACIZO ANTIOQUEÑO: JERARQUÍAS 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN MA

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN MA

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
Subregión montaña cafetera
76El poblamiento de esta zona montañosa se inició en la Conquista, cuando Jorge Robledo, con el propósito de fundar una población entre Cali y Antioquia, que sirviera para someter a las tribus del norte del Valle, fundó en 1539 Santa Ana de los Caballeros, hoy Anserma66. Posteriormente, en 1541 llegó a la hoya del Quindío otro conquistador, Alvaro de Mendoza. Las encomiendas establecidas en el territorio de los quimbayas, y la explotación despiadada de los nativos, provocaron dos rebeliones, en 1542 y 1557. Para entonces, el descenso de la población aborigen era radical; según las visitas realizadas, los tributarios de las encomiendas quindianas pasaron de 4.573 en 1559, a 2.876 en 1568, y a 119 en 162767. Con la ex-tinción de la población, la encomienda se acabó por consunción; ello dio origen a las guerras de desalojo y exterminio, obligando a los perseguidos a refugiarse en zonas inaccesibles y malsanas, y los que se rindieron fueron sustituidos gradualmente por el mestizaje.
77Luego de estos intentos, durante la Colonia se establecieron di-versos asentamientos ubicados en los márgenes de la subregión, como Marmato, Supía y Mistrató; pero sólo hasta principios del siglo xix se inició la colonización de estas montañas de Caldas y Quindío. Desde finales del siglo xviii, los pobladores de La Ceja, Abejorral y Sonsón habían proyectado ocupar las tierras al sur del río Arma. Presionados por las concesiones realengas iniciaron en 1807 la marcha por las vertientes; las fundaciones de Aguadas (1808) y de Salamina (1827) son prueba de la presencia de esta corriente migratoria, que estaba ocupando nuevos espacios para la ampliación de la frontera económica de Antioquia. A partir de estos centros se inició otra corriente migratoria que siguió el rumbo del antiguo camino que comunicaba a Antioquia con Cauca68. Otra línea de colonización que partió de los centros mineros de Marmato, Riosucio y Supía siguió la banda occidental del río Cauca. Puede afirmarse que esta subregión actuó como una especie de frontera interior de las dos regiones limítrofes, Antioquia y Cauca.
78De estas corrientes migratorias surgieron en el siglo xix los municipios de Pácora (1829), Quinchía (1842), Neira (1844), Manizales (1849), Salento, Filadelfia y Villamaría (1850), Aranzazu (1853), Fresno (1854), Palestina (1855), Chinchiná (1857), Pereira (1863), Manzanares (1864), Casablanca, Pensilvania y Líbano (1866), Mar-sella y Cajamarca (1867), Herveo (1870), Murillo y Belén de Umbría (1872), Villahermosa (1875), Marulanda (1877), Filandia (1878), Victoria (1879), Apía, Samaná, Pueblo Rico y Circasia (1884), Santuario y Calarcá (1886), Belalcázar (1889), Armenia (1889), Monte-negro (1892), Santa Isabel (1893) y Anzoátegui (1895).
79En el poblamiento de la parte sur tuvieron mucha influencia el llamado camino del Quindío y la colonia penal de Boquía, lugares donde hubo alguna presencia estatal diferente de la simple titulación. El proceso migratorio a Salento fue estimulado y propiciado por el Estado, con el propósito de ampliar la frontera agrícola y de desarrollar el sistema vial. En 1843 se estableció un presidio en Boquía, para el mantenimiento del camino del Quindío. Además se otorgaban 20 hectáreas de baldíos a quienes se instalaran en las montañas del Quindío cercanas al camino, lo cual atrajo pobladores de diversos lugares del país69. Además la fiebre de la guaquería, la extracción del caucho, la huida de las guerras civiles, la pobreza en las otras regiones, todo esto se convirtió en factor para que en estas montañas de clima medio se fundaran numerosas poblaciones. Ya en las postrimerías del siglo xix, el cultivo del café operó como una nueva fuerza de arrastre para la colonización y fundación de poblados.
80Este poblamiento estuvo marcado por los constantes conflictos entre los colonos y los grandes concesionarios de tierras, como Fe-lipe de Villegas, Aranzazu, la compañía González y Salazar, y más tarde la compañía Burila. Con razón se ha denominado a este conflicto “la lucha entre el hacha y el papel sellado”.
81En esta subregión se desarrolló una economía de frontera que giraba alrededor de la vida mercantil y que ayudó a consolidar la red urbana. El conjunto de relaciones vinculaba la economía del pequeño productor familiar con la fonda y el comercio de las ciudades. Si la empresa de colonización había generado importantes procesos de diferenciación social, las nuevas realidades económicas originaban un desigual reparto del ingreso y una jerarquización de los centros urbanos en forma piramidal, en cuyo vértice se hallaba Manizales y el sector de grandes propietarios que se había consolidado allí. En estas condiciones, el surgimiento y la consolidación de la economía cafetera estuvieron orientados en el mismo sentido, aunque los volúmenes de riqueza que generó permitieron que esta subregión se independizara de Antioquia, y se configurara como una subregión con características propias70.
82El poblamiento no se detuvo en el siglo xix. Luego, aunque la mayor parte del espacio ya estaba ocupada, continuó la colonización y erección de municipios. Se fundaron Génova (1903), La Virginia (1904), Pijao (1905), Balboa (1907), Risaralda (1908), Viterbo (1911), Quimbaya y La Celia (1914), La Tebaida (1916), Marquetalia (1924) y Córdoba (1927).
83La ocupación del territorio, que se ilustra en los mapas, muestra la dinámica en un territorio prácticamente vacío que rápidamente estructuró su espacio alrededor de la economía cafetera, y por ello el proceso de poblamiento terminó siendo más intenso en la vertiente cordillerana vecina al Valle del Cauca, en razón de las facilidades de comunicación con el puerto marítimo de Buenaventura. Por ello la densidad poblacional, que en el siglo xix era más fuerte en el norte, debido a los lazos estrechos que se tenían con Antioquia, cambia en el siglo xx hacia el occidente, en dirección a ese puerto marítimo.
84En relación con la distribución de la población según pisos térmicos, ésta ha sido muy coherente con la base económica; de acuerdo con la topografía de la zona la mayoría de los habitantes ha permanecido en clima templado, como puede observarse en la gráfica correspondiente. La participación de la población de esta subregión en el total de la población nacional ha mostrado un crecimiento desde 1843 hasta 1951, cuando llegó al 12%, y luego comenzó un descenso permanente, hasta llegar en el censo de 1985 al 8% del total nacional.
85Es interesante observar la diferencia de esta subregión con el resto de subregiones andinas. En primer lugar, se trata de un espacio donde no existieron ciudades primadas durante la Colonia, y por lo tanto las jerarquías urbanas sólo comenzaron a establecerse a partir de la segunda mitad del siglo xix. Pero una vez que se creó la jerarquización urbana, ésta no se ha modificado. En efecto, Manizales, Armenia y Pereira se constituyeron en las ciudades primadas de esa vertiente de la Cordillera Central, acompañadas de Ibagué en la otra vertiente de la misma cordillera. Además, estas primacías urbanas se están consolidando con el surgimiento del eje Bogotá-Buenaventura en la última década.
86En segundo lugar, la frecuencia de fundaciones es divergente de las tendencias de las otras subregiones y del promedio nacional. Si bien hay una lenta ocupación durante la Colonia, sólo entre 1850 y 1890 se produce un empuje fundacional, con un leve repunte entre 1910 y 1920.
87Por último es importante destacar la consolidación de esta red urbana, ya que es notoria la proximidad espacial de varias ciudades, relativamente similares, que mantienen el dinamismo gracias a la riqueza cafetera y a la industria manufacturera. Queda el interrogante futuro de los efectos que la crisis cafetera pueda dejar en esta red urbana.
88Nota: Las observaciones metodológicas anotadas para las otras subregiones son válidas para la montaña cafetera.
MONTAÑAS CAFETERAS: FECHAS DE FUNDACIONES

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑAS CAFETERAS: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑAS CAFETERAS: CENSO 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑAS CAFETERAS CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑAS CAFETERAS: CENSO 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑAS CAFETERAS: CENSO 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑAS CAFETERAS: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑAS CAFETERAS: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑAS CAFETERAS: JERARQUÍAS 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
MONTAÑAS CAFETERAS: JERARQUÍAS 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN MC

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN MC

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
Subregión Valle del Cauca
89El Valle del Cauca padeció, durante la Conquista, las luchas entre las diferentes huestes por el control del territorio. Allí chocaron Belalcázar, Robledo, Pascual de Andagoya, Juan de Ladrilleros. En los años más agudos de los enfrentamientos, entre 1535 y 1545, se realizaron las primeras fundaciones, porque la prueba del dominio sobre el territorio conquistado era la fundación legal de un centro permanente del poder real.
90Entonces, la fundación es la primera condición exigida a los soldados para comprobar el poblamiento de un lugar y para que puedan solicitar sus beneficios: mercedes de tierras, repartimientos de encomiendas, cargos oficiales, títulos y prebendas. Lo anterior explica por qué cualquier tropa, recorriendo la geografía, se apresura a informar sobre la pretendida fundación de tal o cual ciudad mítica, aunque fuera sólo un efímero campamento71.
91En esta pugna territorial se fundan varias ciudades como Cali, Arma, Anserma, Toro (en su primera fundación), Caloto, Buga, seguidas de otros núcleos urbanos. Luego, por el prolongado estanca-miento demográfico del siglo xvii, general en toda Hispanoamérica, sólo se fundan cuatro poblaciones: Yotoco, Tuluá, Bugalagrande y Riofrío. En el siglo xviii la tendencia disminuye, ya que entonces se levantan tres poblaciones: La Unión, Obando y Palmira. Esto queda reflejado en el gráfico de la frecuencia de fundaciones, que nos muestra que luego de las las primeras que se hicieron en la Con-quista, en promedio se fundó al menos una población cada 20 años. En total, durante la Colonia se fundan 20 de los 41 municipios que incluimos en esta subregión. Esto implicó la destrucción y desintegración de las comunidades indígenas que allí vivían.
92Cabe señalar que este poblamiento de fines de la Colonia estuvo a cargo de una población mestiza y mulata, que habitaba los intersticios de las haciendas. Allí surgieron nuevos núcleos de hábitat concentrado: las parroquias y villas de vecinos libres, pueblos que nacieron rechazando la subordinación de las élites urbanas que ha-bitaban las ciudades72.
93La tendencia general de la ocupación en esta zona ha sido la fundación de pueblos y ciudades primero en la zona plana y luego, de una manera tardía, en las zonas montañosas. La organización del espacio durante la Colonia estuvo marcada por el eje del río Cauca y las tierras planas adyacentes, reforzada por el trazado del camino real, que unía a Lima-Quito con Santafé y Caracas. Con una diferencia: en la época prehispánica, las comunidades indígenas habitaban las laderas y los valles afluentes al Cauca73.
94El trazado del camino real fue definitivo en la jerarquización de la red urbana de esta subregión. Como éste corría por la banda oriental, las ciudades de Caloto, Cartago y Buga se beneficiaban y constituían las ciudades primadas. Cali se ligaba con dificultad con este eje comunicador, mediante un camino que lo unía con Palmira. En definitiva, el espacio colonial no pudo terminar unificado, en razón de las rivalidades por la hegemonía, lucha que no se decidió a favor de ninguna de las ciudades en pugna, Caloto, Buga y Cali, resultando más bien un equilibrio de fuerzas entre ellas74.
95Con el establecimiento de la República los poblamientos marginales pudieron adquirir legitimidad con la supresión de la rígida estructura de jerarquías coloniales, y el nucleamiento del poblamiento disperso:
Que como dominados aprendieron la importancia de la ciudad, que tradujeron como municipio y factor de cohesión y poder. Con las leyes republicanas, el convertir las villas y parroquias en municipios se constituyó en un motivo para cristalizar las aspiraciones de estos pueblos75.
96Así se explica el empuje poblador del siglo xix, cuando surgen o se municipalizan los pueblos nuevos, San Pedro (1812), Andalucía (1813), El Cerrito y Florida (1825), La Victoria (1835), La Cumbre (1852), Pradera (1863), Bolívar (1884), Versalles (1887) y Alcalá (1891). Es interesante anotar que desde 1852 se inició el poblamiento de las laderas del valle.
97Esto se dio, a pesar de que el crecimiento demográfico era lento, con una aceleración en las últimas décadas de ese siglo, igual que en el resto del país. La desigualdad entre las dos bandas persistía, ya que el impulso mayor continuaba en la banda derecha, y sólo Cali se mantenía como centro importante en la banda izquierda, compitiendo fuertemente con su rival vecina, Palmira76.
98Varios son los factores que influyen para cambiar de eje de poblamiento hacia las laderas. Uno es la ley de manumisión; otro, la ley de división de resguardos, la cual genera una corriente de emigración de guambianos y paeces que se dirigen hacia las tierras baldías de la Cordillera Occidental, y suscita la creación de nuevos poblados después de 1900; las leyes sobre baldíos incentivan la colonización en las vertientes77. Además, a esto se agrega la corriente de colonización antioqueña que llega al norte del Valle del Cauca, y el surgimiento del cultivo del café.
99Se produce así la última oleada de poblamiento, con la fundación de Sevilla (1903), Argelia (1904), Dagua y Ginebra (1909), Calcedonia y El Águila (1910), Calima (1912), Restrepo (1913), El Cairo (1920), Ulloa (1922), Trujillo (1924) y El Dovio (1936). Este proceso de colonización y ocupación de la Cordillera Ocidental generó un agudo conflicto agrario y de luchas de poderes entre hacendados, comerciantes, funcionarios públicos y pobladores, que derivó hacia la Violencia de los años cuarenta78.
100Lo que nos muestran los mapas de distribución poblacional en el siglo xx, es que, si bien hay una tendencia hacia la “macrocefalia” interna, también es cierto que hay competencia de otras ciudades que moderan esta tendencia. La distribución geográfica de la población, así mismo, ha estado fuertemente determinada por el control que la capital, Cali, ha ejercido sobre las vías que comunican las regiones cafeteras de la Cordillera Central con el puerto de Buena-ventura, a tal extremo que Cali es considerada como un puerto seco. Esto explica el acelerado crecimiento de esta ciudad luego de la construcción del Ferrocarril del Pacífico en 1915 y de la terminación del Canal de Panamá.
101La distribución de la población continúa con la tendencia histórica que viene desde el siglo xix, que nos muestra una ubicación mayoritaria en clima cálido, y cerca del 20% en clima medio, aunque esta última tienda a disminuir en los últimos censos. La participación de la población en el total nacional es similar a la de la Costa Atlántica, pues son las únicas que crecen permanentemente; en efecto, el Valle del Cauca pasa de participar con algo menos del 5 al 10% del total de la población nacional.
102Nota: Las anotaciones metodológicas hechas para las otras subregiones son válidas para el caso del Valle del Cauca.
VALLE DEL CAUCA: FECHAS DE FUNDACIONES

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL CAUCA: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL CAUCA: CENSO 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL CAUCA: CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL CAUCA: CENSO 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL CAUCA: CENSO 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL CAUCA: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL CAUCA: JERARQUÍAS 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL CAUCA: JERARQUÍAS 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN VC

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN VC

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
Subregión Pasto-Popayán
103El poblamiento de esta subregión se realizó de manera similar a las otras tierras altas, es decir, siguiendo el poblamiento prehispánico. Se mantuvo la organización del espacio que existía con anterioridad a la Conquista, reforzada por el establecimiento del eje comunicador entre Lima y Quito con Santafé y Caracas, el camino real, que pasaba por Pasto y Popayán.
104En forma parecida a lo que aconteció en el Valle del Cauca, la fundación de los primeros centros urbanos se hizo con el afán de establecer asentamientos militares que permitieran a los conquistadores reclamar derechos sobre las tierras conquistadas. Éste es el sentido de la fundación de Pasto y Popayán, que rápidamente se erigieron como las ciudades primadas de esta subregión, gracias al control de los recursos humanos y mineros. A ellas siguieron otros núcleos urbanos, como Túquerres, Caloto, Almaguer, Ipiales y Ancuyá, todos en el siglo xvi. La fortaleza de esta subregión consistió en la alta densidad de la población indígena que la habitaba, lo cual permitió el establecimiento de numerosas encomiendas sobre las cuales se levantaron grandes haciendas, especialmente en las cercanías de Popayán. Esta ciudad controló las explotaciones mineras de Almaguer, Barbacoas, Nóvita, además de otros reales de minas. La riqueza producida en los placeres de los ríos de ver-tientes, permitió una gran acumulación de bienes por parte de los hacendados esclavistas de Popayán, que se reflejó en el esplendor urbano de esta ciudad durante la Colonia.
105La recuperación demográfica en esta subregión se produjo con algunas diferencias frente a la tendencia nacional, si observamos los gráficos respectivos. En efecto, luego de una lenta tendencia de poblamiento durante el siglo xvii, a fines de este siglo y principios del xviii, ésta se reactiva con el establecimiento de Ospina (1664), Guaitarilla (1676), Jambaló y Taminango (1700), Iles (1711), El Tambo (1713) y Guadalupe (1715). Luego, en el resto del siglo xviii continúa permanentemente el poblamiento con Aldana (1728), Toribío (1735), La Cruz (1742), Caldono (1746), Bolívar (1749), El Tablón (1760), Buesaco (1761), Morales (1762), San Pablo (1763) y Timbío (1780). En forma similar a las montañas con altas densidades de población indígena, buena parte de este poblamiento correspondió a la reducción de los pueblos de indios.
106Es importante señalar que entre Pasto y Popayán se encuentra el Patía. Allí se había dado un poblamiento en contra de la sociedad colonial, basado en una población negra que reivindicaba su libertad; con anterioridad, allí habían habitado los sindaguas, que opusieron una fuerte resistencia armada a la dominación española. Esto, junto a las dificultades naturales convertían a este lugar en una barrera para la integración efectiva de la subregión.
107Durante el siglo xix, el poblamiento adquirió un mayor dina-mismo que el presentado durante la Colonia. En efecto, se fundan San Lorenzo (1810), El Rosario (1815), Totoró (1815), La Sierra (1819), La Florida (1820), Patía (1821), Cajibío y Buenos Aires (1823), Puerres (1825), Gualmatány La Unión (1830), Puracé, Tangua y La Vega (1840), Sapuyes (1849), San Sebastián y Páez (1850), Albán (1854), Arboleda (1857), Pupiales (1863), Corinto (1865), Sandoná (1866), Linares (1868), Santa Cruz y Contadero (1869), Consacá y Santa Rosa (1870), Sotará (1879), Rosas (1882), Mercaderes y El Charco (1890), Puerto Tejada (1897) y Miranda (1898). La diferencia de este ritmo particular de la subregión con el pro-medio nacional es notoria, y en cierta medida es parecida a la pre-sentada por la montaña cafetera, que también muestra un poblamiento concentrado en el siglo xix. Una explicación posible puede encontrarse en que en esta subregión se presentó un mestizaje tardío, junto con una recuperación demográfica que causaron una emigración hacia las tierras de clima medio. Esto también está relacionado con la disolución de los resguardos y la desamortización de bienes de la Iglesia, a lo cual se agrega la supresión de la esclavitud, que tuvo mucho impacto en el poblamiento del Cauca.
108Luego, durante el siglo xx, el poblamiento se detiene rápidamente con la fundación de Colón (1905), Cuaspud (1911) y Piendamó (1924). El resto corresponde a poblados que fueron segrega-dos de otros y que recibieron la categoría de municipios, como Padilla (1967), Cumbitará (1968), Leiva (1977), Belén (1985) y Suárez (1989).
109En cierta medida, la evolución de la distribución de la población en esta región estuvo dada en derredor de las dos capitales, las cuales no perdieron las primacías subregionales durante la Colonia, y parte del siglo xix. Posteriormente, Popayán fue languideciendo hasta que, después de los años setenta, el eje se determinó por las relaciones de Pasto con Cali. Sin embargo, Popayán continúa con cierta primacía subregional.
110La participación de esta subregión en el total de la población nacional ha evolucionado desde 1843, cuando lo hacía con el 7%, y fue creciendo hasta 1912, cuando llegó al 9%. Con posterioridad a esta fecha, la participación de la población ha ido descendiendo permanentemente, hasta aproximarse al 5% en 1985.
111Nota: Para esta subregión son válidas las anotaciones metodológicas que hemos venido haciendo.
PUEBLOS FUNDADOS EN LA REGIÓN PASTO-POPAYÁN ENTRE 1529 Y 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PASTO-POPAYÁN: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PASTO-POPAYÁN: CENSO 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PASTO-POPAYÁN: CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PASTO-POPAYÁN: CENSO 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PASTO-POPAYÁN: CENSO 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PASTO-POPAYÁN: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PASTO-POPAYÁN: JERARQUÍAS 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PASTO-POPAYÁN: JERARQUÍAS 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PASTO-POPAYÁN: JERARQUÍAS 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN PP

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN PP

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
Subregión valle del Alto Magdalena
112Esta zona, ordenada a lo largo del río Magdalena, ha presentado una ocupación permanente y sin grandes oleadas fundacionales. En términos del ordenamiento espacial, se ha mantenido el sentido meridiano que existía desde la época prehispánica, a causa de la configuración del relieve, a lo largo del valle del río Magdalena.
113Con la fundación de los núcleos iniciales de Timaná, Neiva, La Plata y Honda en el siglo xvi, se establecieron las bases para la dominación del territorio y de las comunidades que en él habitaban. En el extremo sur se encontraba La Plata, enlace con el Cauca por el camino de Popayán; y por el norte se encontraba Honda, puerto interior de la Región Andina, que mantenía estrechas relaciones con Mompox. Debido al ordenamiento del territorio que había introducido España, al privilegiar el eje norte-sur, el puerto de Honda fue un lugar clave en las comunicaciones con el interior. “La actividad de transporte ligada a la distribución hizo del poblado el puerto interno del reino y llevó a su erección en villa”79.
114En el siglo xvii se establecen los pueblos de Natagaima (1660), Yaguará (1608), Coello y Ambalema (1627), Hobo (1662), Purificación (1664), Iquirá 1692) y Teruel (1697). En el siglo xviii el ritmo de poblamiento se acelera un poco, pero sin grandes modificaciones con la tendencia que venía presentando. Es entonces cuando se levantan Paicol (1701), Valle de San Juan (1702), Pital (1719), Melgar (1720), Aipe (1741), Gigante (1750), Nátaga (1753), Espinal (1754), Agrado (1760), Alpujarra (1768), Chaparral (1770), Guamo (1772), Garzón (1775), Tesalia (1777), Coyaima y Ataco (1778), Oporapa (1779), San Luis y Piedras (1780) y Prado (1781). Al finalizar la Colonia, la primacía urbana de la zona se encontraba en el norte, en Honda. El incremento de la actividad mercantil provocó cierto auge urbano, con el aparecimiento de nuevos mercaderes; la construcción en forma singular de su espacio urbano; se levantaron edificios apropiados al uso comercial, como bodegas y albergues, y se construyó una arquitectura digna de la jerarquía económica del puerto80.
115En el siglo xix se fundan Tello (1811), Campoalegre (1819), San Antonio (1820), Suárez y Elias (1827), Baraya (1847), Girardot (1852), Dolores (1866), Saladoblanco (1874), Armero (1881) y Rivera (1885). En este período se producen varios cambios, con el afianzamiento de Honda como el gran centro comercial del interior del país, junto con Ambalema, cabeza del distrito productor de tabaco, que se beneficia del establecimiento del librecambio. El uso comercial del puerto de Honda se incrementó, lo cual produjo una gran renovación urbana. El resto de la subregión vivía más en una dinámica rural, diferente de lo que sucedía en el norte de la misma.
116En el siglo xx se producen varios replanteamientos del poblamiento y de la organización del espacio. Hacia el sur de la subregión se incrementó la colonización en el municipio de Pitalito, lo cual redistribuye la población en favor del sur. En la zona media se desarrolló la agricultura mecanizada, que fortaleció al Espinal y Purificación. En el norte se produjo la decadencia de Honda y Ambalema, que fueron remplazadas por Girardot, el puerto que se benefició del transporte de café. Neiva ha mantenido su primacía regional. Los municipios que se fundan en el siglo xx son: Rioblanco (1900), Alvarado (1904), Santa María (1905), Flandes (1912), Algeciras (1924) y Roncesvalles (1925).
117La topografía ha determinado que la población se establezca en tierras cálidas en más de un 80%, y sólo un 15% en tierras templadas, proporciones que se han mantenido en los dos últimos siglos. La participación de la población de la subregión en el total de la población nacional ha presentado una constante tendencia a la disminución, con un descenso hasta del 8% en 1843, y el 4% en 1985.
118Nota: Para esta subregión también son válidas las anotaciones metodológicas hechas en las anteriores.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: FECHAS DE FUNDACIONES

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: CENSO 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: CENSO 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: CENSO 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: JERARQUÍAS 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: JERARQUÍAS 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
VALLE DEL ALTO MAGDALENA: JERARQUÍAS 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN VM

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN VM

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA
119Durante la Colonia y buena parte del siglo xix, esta región ha sido poblada mediante los asentamientos mineros. Éstos se desarrollaban en pequeños campamentos de condiciones precarias, y por ello debió transcurrir mucho tiempo para que generaran núcleos urbanos.
En el Chocó, mientras el oro transitaba de paso por Nóvita, Tadó, Lloró o Quibdó, éstos con sus rancherías precarias no pasaban del tamaño de caseríos, pero más tarde, ante todo después de la manumisión, una parte de la producción permanece en estos sitios para su transformación y negociación directa; entonces la transformación del mineral estimula el desarrollo del artesanado de la orfebrería y las actividades ligadas al inter-cambio atraen al sector comercial o privado81.
120Por esta dinámica de explotación y dominación, los asentamientos en esta región no se desarrollan sino después de mediados del siglo xix. Por ello los asentamientos coloniales no pasaron de ser poblamientos dispersos. Tales son los casos de Buenaventura, Barbacoas, Tumaco, Bagadó, Condoto, Quibdó y Sipí. Para finales de la Colonia, el Chocó ya había superado a Antioquia como primer productor de oro, y en su territorio se encontraban cerca de 60 minas, operadas por más de 7.000 esclavos, sin contar las explotaciones clandestinas.
121A esto se agregaban las explotaciones del sur, donde había 16 minas en El Raposo, 14 en Micay, 5 en Tumaco y 30 en Barbacoas. Por el tipo de explotación de los recursos y de la fuerza de trabajo esclava, allí no se necesitaban centros urbanos, ni vincular la región a los circuitos de población, comercio o manufactura. Los reales de minas eran asentamientos estacionales de precarios rancheríos82.
122Además, los temores de la corona española por la penetración de los ingleses y franceses hicieron que se establecieran fuertes prohibiciones para la navegación por el Atrato, con lo cual obligaba a que la región se comunicara solamente con el interior, vía Popayán, Pasto y Cali. Ellas también tenían por objeto reprimir el contrabando.
123Hasta el siglo xix la región se encontraba bajo el control de Popayán, ciudad donde residían los propietarios de las minas y de las cuadrillas de esclavos. Pero, con la crisis originada en la guerra de independencia, Popayán perdió el control sobre la región, la cual empezó a depender de otros factores que determinaron su desarrollo. En primer lugar, la zona sur, que presentaba una activa economía minera durante la Colonia, fue perdiendo este dinamismo y en su remplazo surgió definitivamente el puerto de Buenaventura, como resultado de las necesidades del Valle del Cauca y de las zonas cafeteras de la Cordillera Central de tener acceso a un puerto marítimo.
124En la parte norte, cuando los enclaves mineros entraron en decadencia, sólo subsistió el centro administrativo, Quibdó. Allí, el poblamiento se fue dando hacia el norte, siguiendo la cuenca del río Atrato, en dirección del golfo de Urabá. Además, se ha dado una colonización en la vertiente del Pacífico en la Cordillera Occidental.
125En razón de este desarrollo histórico, el comportamiento del poblamiento de esta región se asemeja más a las regiones de frontera como la Amazonia y la Orinoquia, que al resto del país. Esto explica la tendencia que ilustra el gráfico de frecuencia de fundación, donde el promedio de una fundación entre 1536 y 1850, realmente lo que está mostrando es la presencia de reales de minas. El poblamiento se acelera desde 1851, como lo presenta el gráfico, a causa de la manumisión. Allí se inicia el verdadero proceso de fundaciones en la Región Pacífica. El último “pico” fundacional corresponde a las colonizaciones en el Urabá chocoano.
126Nota: Las anotaciones metodológicas hechas para las otras regiones también son válidas para la Región Pacífica.
REGIÓN PACÍFICA: PUEBLOS FUNDADOS ENTRE 1589 Y 1989

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA: CENSO 1870

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA: CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA: CENSO 1938

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA: CENSO 1951

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA: JERARQUÍAS 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA: JERARQUÍAS 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
REGIÓN PACÍFICA: JERARQUÍAS 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN PACÍFICA 1539-1989

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN PACÍFICA

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
PORCENTAJE POBLACIÓN REGIÓN PACIFICA CON RESPECTO A LA POBLACIÓN NACIONAL

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
Annexe
ANEXO
Subregión Sumapaz
Esta zona montañosa, que se asemeja a una cuña metida entre Cundinamarca, Huila, Tolima y Meta, ha tenido un proceso de ocupación constante, en gran parte determinado por las dinámicas demográficas de las subregiones vecinas, especialmente de Bogotá, cuya zona rural forma parte de Sumapaz.
El poblamiento inicial se realizó desde principios de la ocupación española, con el establecimiento de Fusagasugá, Sasaima y Pasca en el siglo xvi. Luego fueron poblados El Colegio, Pandi y Anolaima en el xvii; seguidos por Anapoima, Viotá, La Mesa, Nilo y Cunday en el xviii.
En los siglos xix y xx el Sumapaz dejó de ser una zona marginal para vincularse a las zonas vecinas, especialmente a la dinámica de Bogotá y Cundinamarca. En la zona templada se desarrolló el cultivo del café desde mediados del siglo xix, lo cual fortaleció a los municipios cercanos. En la zona fría se desarrolló la explotación de madera y carbón para el mercado de Bogotá, con una colonización empujada por la guerra de los Mil Días86. Este poblamiento estuvo marcado por las luchas agrarias entre colonos y hacendados.
El territorio, que se caracteriza por ser un centro agrícola, presenta un crecimiento tardío (parte de los municipios se fundaron en el siglo xix y a comienzos del XX). En los mapas respectivos puede observarse que la población se ha ubicado en los climas medios y fríos.
En este período se fundan San Antonio del Tequendama (1860), Arbeláez (1870), Icononzo (1888), Apulo (1908), San Bernardo (1910), Cabrera (1913), Venecia (1924), Villarrica (1926) y Silvania (1935). Los flujos y reflujos de las luchas campesinas incidieron en el poblamiento de esta subregión.
SUBREGIÓN DEL SUMAPAZ: FECHAS DE FUNDACIONES

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
SUBREGIÓN DEL SUMAPAZ: CENSO 1851

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
SUBREGIÓN DEL SUMAPAZ: CENSO 1918

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
SUBREGIÓN DEL SUMAPAZ: CENSO 1985

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
FRECUENCIA FUNDACIÓN POBLACIÓN REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN S

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN PISOS TÉRMICOS REGIÓN ANDINA-SUBREGIÓN S

Fuente: Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos Misión Colombia.
Notes de bas de page
48 Mapa cultural del caribe colombiano, Santa Marta, copia a máquina, p. 26.
49 Marco Palacios, El café en Colombia, 1850-1970, una historia económica, social y política, Bogotá, El Colegio de México, El Áncora Editores, 1983, p. 133.
50 Jacques Aprile-Gniset, op. cit, p. 498.
51 Ibíd., p. 502.
52 Citado por Marco Palacios, op. cit., p. 136.
53 Ibid., p. 136.
54 Ángela Inés Guzmán, Poblamiento y urbanismo colonial en Santander, Bogotá, Universidad Nacional, 1987, p. 16.
55 Ibid., p. 17.
56 Ibid., p. 43.
57 Ibíd., p. 114.
58 Jacques Aprlle-Gniset, op. cít., p. 488.
59 Ibíd.,p. 494.
60 Víctor Álvarez, “La sociedad colonial, 1580-1720”, en Historia de Antioquia, Medellín, Snramericana de Seguros, 1988, p. 55.
61 Roberto Luis Jaramillo, “La colonización antioqueña”, en Historia de Antioquia, op. cit, p. 177.
62 Aquí seguimos la periodización propuesta por Roberto Luis Jaramillo, op. cit, p. 179.
63 Ibid., p. 182.
64 María Teresa Uribe, “La territorialidad de los conflictos y de la violencia en Antioquia”, Medellín, INER, copia a máquina, p. 62.
65 bíd., p. 74.
66 Jaime Lopera, La colonización del Quindío, Bogotá, Banco de la República, 1986, p. 28. Sin embargo, hay dudas de que se trate de la Anserma actual. Véase Jacques Aprile-Gniset, op. cit, p. 170.
67 Jaime Lopera, Ibid., p. 43.
68 Víctor Álvarez, “La estructura interna de la colonización antioqueña”, en La colonización antioqueña, Manizales, Ficdudal, 1989, p. 115.
69 Jaime Lopera, op. cit., p. 69.
70 Víctor Álvarez, op. cit, p. 149.
71 Jacques Aprile-Gniset, op. cit. p. 249.
72 bíd., p. 504.
73 Óscar Almario, “Espacio, poblamiento y cultura en el valle geográfico del río Cauca, 1850-1900”, ponencia presentada en el VIII Congreso Nacional de Historia, Bucaramanga, noviembre, 1992, copia a máquina, p. 3.
74 Ibíd., p. 10.
75 Ibíd., p. 19.
76 Jacques Aprile-Gniset, La ciudad colombiana, siglos XIX y XX, Bogotá, Banco Popular, 1992, p. 297.
77 Ibid., p. 300.
78 Dario Betancourt y Martha García, Matones y cuadrilleros, Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1991, p. 19.
79 Ángela Inés Guzmán, “La ciudad del río: Honda", Bogotá, copia a máquina, 1991, p. 9.
80 Ibíd.
81 Jacques Aprile-Gniset, op. cit., p. 543.
82 Ibid., p. 546.
86 José Jairo González y Elsy Marulanda, Historias de frontera. Colonización y guerras en el Sumapaz, Bogotá, Cinep, 1990, p. 25.
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