Chronique VI : 1993-1997
p. 603-643
Note de l’éditeur
REA, 102, 2000, 1-2, p. 154-167 (J. Fontaine, M. Navarro Caballero, E. Torregaray Pagola, P. Sillières éd.).
Texte intégral
La numismatique
1On ne saurait commencer cette relation sans mentionner le recueil offert à Léandre Villaronga en 1993 par la Societat Catalana d’Estudis Numismàtics, recueil qui forme un volume triple (no 21-22-23) de la revue Acta Numismatica. Les contributions seront analysées ici à leur place thématique, mais les auteurs de cette chronique numismatique s’associent très cordialement à l’hommage rendu à celui que l’on peut assurément considérer comme le père des études de numismatique moderne dans la péninsule Ibérique.
Generalidades
2Puede encontrarse un indice de fàcil manejo en GNum 24, 1994, p. 21-30, con los articulos publicados entre 1952 et 1967 en la revista Numario Hispanico, y en GNum 125, 1997, p. 23-65, un indice de los números 101-125 de la Gaceta.
Obras de conjunto, Congresos y Ciclos de Conferencias
3Se publicaron las Actas del XI Congreso Internacional de Numismática1, y también las de los CNN celebrados en Madrid2, Elche3 y Avilés4.
4En Barcelona tuvieron lugar anualmente ciclos de conferendas que fueron publicados sobre los temas de finanzas5, tesoros6, mensaje de la moneda en Roma7, uso monetal en Hispania8 y moneda en época augústea9. En Ibiza las VII Jornadas de Arqueología Fenicio-Púnica10 se dedicaban esta vez a la Numismática. Como novedad se iniciaron en Madrid los Encuentros Peninsulares sobre Numismática11, con el tema inicial de Ciudad y Territorio.
5Abarcando el conjunto de la amonedación hispana, L. Villaronga12 ha publicado un extenso corpus en el que se recogen e ilustran todas las series emitidas por las cecas indigenas de la Peninsula Ibérica hasta la época de Augusto, incluyendo las variantes de monedas que el autor considera oportuno.
6Por otra parte, con una total novedad de enfoque y la intención de acercar la numismática hispana a amplios sectores tanto de la investigación como del alumnado, a fines de 1996 sale a la luz un estudio general acerca de las amonedaciones peninsulares. Su objetivo no ha sido meramente descriptivo, sino que se trata de interpretar la produción de estas cecas, enmarcándolas en el contexto historico en que se produjeron. La obra se debe a seis investigadores especialistas en cada uno de los temas tratados13.
Colecciones y exposiciones
7Entre los inventarios generales de Colecciones, podemos destacar los de Conimbriga14 y Bragança15 en Portugal, y en España los de la Universidad de Sevilla16, los Ayuntamientos de Huesca17 y de Valencia18, algunas colecciones del Museo de Málaga19 y de Gibraltar20. Entre las exposiciones, debemos recordar los catalogos de las realizadas en Madrid21 y Valencia22.
Época prerromana y republicana
Metodología, analítica y técnica
8Comenzaremos por el breve estudio de R. Centeno23 quien, en dos articulos, présenta las investigaciones hasta 1995. B.Yugueros24, por su parte, expuso unas pautas para la investigación numismática en Galicia. A. Padilla25 y otros presentaban el panorama actual de la investigacion numismática en Granada.
9Basado en la metrología de las monedas republicanas y en la de un conjunto de cecas ibéricas, J. Hildebrandt26 planteaba una interesante teoría. Con respecto al volumen de las emisiones P. P. Ripollès y otros27 presentaron una aproximación sobre el número original de cuños utilizados en las amonedaciones ciudadanas hispanas del inicio del Imperio. Las cifras resultan más bajas de lo que se hubiera imaginado sin realizar ese método estadístico. Por su parte, L. Villaronga28 lo había aplicado a las series hispanas republicanas y M. V. Gomis29 concretamente a la ceca de Ercavica.
10Se han continuado analizando mediante técnicas físicas diversas monedas con fines diferentes, así los articulos de J. M. Abascal y P. P. Ripollès30 en los que se analizan las composiciones metálicas de piezas pertenecientes a muy variadas cecas. M. S. Parrado analiza monedas hispanas a través de sus densidades y, mediante procedimiento químico, trabaja sobre denarios conservados en varios museos utilizando ejemplares muy variados entre los que también hay moneda hispana, plata ibérica – Bolskan – y algun bronce de la Ulterior como Orippo31. Las ligas empleadas en las monedas son tratadas en un estudio de J. M. Peixoto32 y el problema de la técnica del denario forrado es objeto de un articulo de M. J. Feliú y otros33.
11También se ha realizado por parte de P. P. Ripollès34 una recopilación de las reacuñaciones detectadas en monedas hispanas, tenta de gran utilidad para alcanzar una cronología relativa entre las cecas soporte y las reacuñadoras.
Las monedas griegas
12Las emporitanas han recibido una especial atención por parte de L. Villaronga, quien se ha ocupado no solo de algunos tipos de las fraccionarias emporitanas35, sino del extraño cambio que se origina en las cabezas de Pegaso en las dracmas36. Publica, además, una monografía donde se recogen y ordenan todas las series emitidas en plata37. El mismo autor plantea la posibilidad de atribuir a Rhode38 unas pequeñas monedas de émisión incierta, mientras que M. García Garrido39 encuentra una fraccionaria inédita de Emporion. También M. Campo40 ha dedicado su interés a la tipologia de las monedas emporitanas, presentando su opinion sobre un tipo en el que la influenda ateniense es dara. Aporra, junto a E. Sanmartí41, datos para precisar mejor la cronologia de las fraccionarias gracias a la revision del tesoro de la Neápolis de 1926. La misma autora revisa el inicio de la amonedacion en Hispania, tanto griega como púnica, evaluando su aparición en tesoros, politica monetaria, función, etc42. Nuevos e interesantes puntos de vista con un repaso al tesoro de Rosas aparecen en un trabajo de P. P. Ripollès43. M. P. García-Bellido44 se ha ocupado de plantear unos contactos entre las cecas de Emporion y Rhode, alejadas geográficamente pero con puntos en común que hacen pensar en una relación económica entre ambas. Una monografía en la que se estudian las monedas de plata emporitanas de los siglos v-iv a.C. se debe a L. Villaronga45 dracmas que, según una breve comunicación de A. Martín46, aparecen también en la provincia de Cáceres.
Amonedación de las cecas hispano-púnicas
13En relación con las emisiones que los bárcidas produjeron en Hispania, R. Ramos ha comentado el ripo del prótomo de caballo, planteando una conexión indigena al ligarlo con un dios-caballo sugerido por las fuentes y los exvotos47.
14Las emisiones producidas por las cecas ubicadas en la Península Ibérica que hacen uso de alfabetos púnicos o derivados de éste han vuelto a recibir la atención de C. Alfaro, que ha realizado una ordenación de las emisiones abderitanas48. Además, ha aportado una importante novedad historica al localizar unas monedas emitidas en una ceca hasta ahora desconocida: Tagilit, en la hoy Tíjola (Alméría)49. No muy lejos de este lugar se hallo un bronce inédito con leyenda púnica, que publico J. M. Blanco50.
15M. Campo révisa la ceca de Ebusus51 en un trabajo publicado en 1993 y presenta un panorama general de las monedas en Ibiza en una monografía al respecto. Además, junto a B. Mora, han hecho el ya necesario estudio en profundidad de la ceca de Malaca52, insistiendo ambos poco después en la etapa correspondiente a la II Guerra Púnica53. Un panorama en el que se relacionan varias de estas cecas nos ha dado B. Mora centrándose en Malaca, Sexs y Abdera54, y Ma P. García-Bellido revisa las debatidas amonedaciones conocidas como libio-fenicias55. La última autora planteaba la identificación de una moneda citada en los textos bíblicos coma agorá – divisor de plata fenicio-púnico equivalente a un veinteavo de shekel – con ciertas piezas que se pueden detectar en la Peninsula Ibérica56.
16Las razones históricas y económicas de las amonedaciones púnicas en Hispania han recibido unos comentarios por parte de J. L. López Castro57, quien también, en su monografía sobre los fenicios en la Península Ibérica, dedica amplios comentarios al tema58. Ha sido A. J. Domínguez Monedero quién retoma la problemática cuestión de los “libio-fenicios”. Cree detectar elementos númidas en su escrituras y apunta a un posible origen de estas poblaciones en asentamientos númidas llegados durante la etapa de la presencia cartaginesa en la Península59.
17También se constata un uso no exclusivamente con funcion monetal en algunas monedas púnicas, segun ha visto C. Alfaro60. Esta autora, además, ha encontrado una contramarca neopúnica que propone como procedente de Asido, y sin embargo aplicada a monedas de la Celtiberia, lo que implica un interesante movimiento hacia el sur de esas piezas meseteñas61.
18Alusiones a determinadas series monetales pueden verse en B. Mora, quien cree encontrar una referenda propagandística a los nietos de Augusto en las monedas malacitanas con dos cabezas de espalda62. Rastrea la identification de divinidades púnicas a través de una cabeza galeada con cornucopia efigiada en Sexs63.
19Por último J. M. Blanco y J. A. Sanz han presentado una moneda púnica inédita64. El hallazgo de 21 monedas hispano-cartaginesas en Cartagena, procedentes de una excavación arqueológica, constituye un testimonio de la circulation de las distintas series, como pone de manifiesto A. Lechuga65. Siempre interesantes resultan los hallazgos de piezas gaditanas, aunque sean proximos a la propia ciudad. I. Pérez y M. Sánchez han dado a conocer algunas de estas monedas procedentes de Puerto Real66.
La amonedación ibérica de la Citerior
20Muy variadas y abundantes han sido las contribuciones a la investigation acerca de las emisiones que se producen utilizando la lengua ibérica. Para mayor facilidad, las expondremos siguiendo en cada uno de los apartados temáticos, salvo exception, la obra de cada autor por orden alfabético.
Cecas
21J. Benages precisa el mencionado alfabeto en unas dracmas de imitación empori tana donde ha podido leer Tarakonsalir67, pero también se ha ocupado de reflejar su opinion acerca de las monedas de Tarragona68.
22M. V. Gomis ha realizado interesantes estudios sobre la ceca de Sekaisa. Atendiendo tanto a sus monedas de piata cuyo patron de pesos, ve igual al denario romano coetáneo, centrando su cronología entre 137-80 a.C.69 como a su localization que propone en Poyo de Mara (Belmonte)70. También se ha ocupado de Ercavica, no solo de las acuñaciones con leyenda ibérica71, sino de las que ya se emiten en época imperial72.
23M. M. Llorens plantea la hipótesis de que la supuesta emisión cartagenera a nombre de Conduc-Malleol pudiera haberse acuñado en Ilici73 a finales de los anos 40 a.C.
24A. Pérez Almoguer ha querido localizar dos cecas en el Pirineo oriental considerando la posible reordenación romana de este territorio74 y propone también la localization de Ilturkesken en el bajo Ebro75, mientras que junto a M. Soler se detiene en interpretar la aparición del “lobo ibérico” en las cecas de Iltirta e Ilteraka76. Otro problema de localización geográfica, el de Ikalesken, fue tratado por A. Martínez77, proponiéndola en base a los hallazgos de sus bronces, en los alrededores del río Cabriel. El mismo tema lo abordan también desde otros puntos de vista, F Quesada y Ma P. García-Bellido, quienes a través de un análisis tipológico relacionan la ceca con una población de origen norteafricano y la identifican con la Egelestae pliniana78. Las cecas levantinas han contado con los trabajos de P. P. Ripollès que planteaba las vías metodólogicas para su estudio como la ordenación de la producción interna de cada ceca y la actividad paralela o consecutiva entre varios talleres, todo ello con motivo de la ceca de Saitabi79. Este autor propone como anterior a la Segunda Guerra Púnica la émisión de las dracmas de Arrecon cabeza de Atenea, cuya relación directa con el bronce niega80, todo ello contra la opinion de Ma P. García-Bellido, quien también se ocupa del inicio de la amonedación levantina81.
25L. Villaronga ha dedicado dos articulos a dracmas ibéricas de imitación emporitana, Eru82y Etokisa83, sin olvidar un importante grupo de monedas ibéricas, el que llama de tipo con cabeza vascona84.
Lengua y leyendas
26J. A. Ocharán resalta la ausencia de la supuesta inscripción eta-on en monedas de Bentian85 y P. Otero interpreta una letra colocada sobre el pelo de la cabeza de anverso de unos denarios de Sekobirikes coma una firma de grabador, casa raro y muy interesante en la numismática hispana86. En el caso de Orosis, M. Gozalbes ha encontrado unas monedas contramarcadas con letras también ibéricas87. M. I. Panosa se detiene sobre varias leyendas ibéricas monetales88, mientras que J. Pellicer présenta, ademàs de un conjunto de monedas ibéricas halladas en el polémico lugar de Botija (Villasnuevas del Tamuja, Cáceres), una tésera latina con inscripción que relaciona con la ceca de Tamusia89.
27Nuevos epígrafes ibéricos han sido publicados por J.-C. Richard y J. Untermann referido este a una moneda de la Narbonense90 y por P. P. Ripollès que lo encuentra en una pieza de Arse91. Por su parte, F. Villar ha planteado una nueva revision de las estructuras gramaticales de las leyendas monetales celtibéricas92, habiendo antes resaltado la importancia de las leyendas monetales para la interpretación de la lengua93.
Tipologia y aspectos generales
28El tema tan controvertido del significado del jinete ibérico y la cabeza masculina de las monedas ibéricas es tratado con una interpretación claramente indigenista por M. Almagro en dos ocasiones94. Siempre tema recurrente, el jinete ibérico es abordado de nuevo por Ma P. García-Bellido, junto con otros ternas generales95. A. Beltran comenta el tipo del jinete portador de halcón en la monedas de Sekaisa, a las que propone como las más antiguas de la ceca96 y se ocupa de plantear diversos problemas sobre emplazarniento de ciudades a partir de Bilbilis97. El mismo autor dedica una monografía a la amonedación ilicitana98.
29Etnias y aspectos económicos vinculados a la explotación de la plata del Sistema Ibérico delimitan y justifican las acuñaciones de la Citerior a las que alude F. Burilio en un interesante artículo99. Una vez más se ha tratado del origen y función del denario ibérico, relacionándolo con las necesidades de pago a Roma por parte de los pueblos hispanos y afirmando el papel impositivo de ésta en cuanto a la uniformidad de la tipología seguida : Ma. P. García-Bellido en 1993100. La misma autora vuelve sobre la moneda ibérica, esta vez enfocandola como muestra del prestigio del pueblo îbero en la exposición dedicada a esta cultura101. Sin embargo Ma. A. Aguilar y T. Ñaco102, analizando textos y fuentes, llegan a la conclusion de que no se puede probar la existencia de una fiscalidad regular en la Península al principio de la conquista romana y, por tanto, el que la función inicial del denario fuese básicamente fiscal.
30La posibilidad de una relación entre el norte de la Galia y la Celtiberia es planteada por M. Ibáñez pensando en un contacto que se reflejaría por el tipo jinete con espada103. A. Lorrio ha hecbo un estudio muy útil sobre el armamento de los celtiberos que aparece representado en las nronedas, contrastándolo con documentación arqueológica104. La profundización en el lenguaje simbólico de los tipos hispanos ha llevado a R. Olmos a indagar acerca de posibles mitos fundacionales que puedan desvelarse a través de ellos105. También el tema de la documentación sobre monedas ibéricas que ingresaban en el MAN ha sido tratado por P. Otero106 y por B. Caccioti y G. Mora107. Los autores hacen un recorrido par los tratados españoles de los cuatro siglos anteriores, contrastando opiniones y avances en los estudios de la amonedación ibérica. Por último, una monografía donde se han recogido los conocimientos de muchos anos de trabajo y contacta con el material se debe a L. Villaronga, quien presenta catálogo y estudio de la plata ibérica108.
31También la presencia de tipos alusivos a las legiones romanas en monedas civicas hispanas ha suscitado reflexiones sobre el establecimiento y la movilidad del ejército en la Península por parte de J. A. Garzón109, quien luego plantearía un tema similar pero referido a la VII Gemina y a emisiones ya imperiales romanas110.
La amonedación hispana de la Ulterior
Cecas
32A. Arévalo ha encuadrado unas monedas cuyo taller no esta localizado pero sus concomitancias con la ceca de Obulco aparecen claras111 y F. Chaves dedicaba su atención a las emisiones de una ciudad ribereña del Betis, Caura, portadoras de la polémica letra “A” en la que ve conexión con otras cecas que también la incluyen112. Con respecto a dicha letra, A. Arévalo cree interpretar un símbolo religioso de caràcter púnico113. A. M. de Faria se ha ocupado de puntualizaciones tanto cronológicas como geográficas de las cecas que amonedaron en el hoy territorio portugués114 y T. Fuentes vuelve sobre las monedas de Iliberrill115. Respecto a emisiones de época imperial L. Sagredo ha insistido en la distribución de las monedas emeritenses116.
Leyendas monetales
33La atención de A. M. de Faria se ha centrado en tres ocasiones en el análisis de los nombres de magistrados que aparecen en las monedas hispanas tanto de la Ulterior como de la Citerior, revisando lecturas anteriores117. Un Corpus de las magistraturas y antropónimos escritos sobre las monedas lo han recogido Ma P. García-Bellido y C. Blázquez emitiendo también sus opiniones sobre nombres, formas de éstos, cargos etc.118. El tema ha sido tratado también por otros investigadores desde puntos de vista diversos. Asi, Ma J. Pena se detiene en la forma en que muchos nombres aparecen escritos encontrando su paralelo en el mundo itálico119, J. F. Rodríguez Neila hace un utilísimo estudio de las magistraturas aparecidas sobre las monedas y el origen y función que tenían en las ciudades hispanas120, mientras que a J. Untermann se deben unas jugosas reflexiones acerca de la utilización de la lengua latina en momentos muy tempranos en unos lugares y de su paulatina imposición en otros121. Puntual es el estudio de J. S. Hernández sobre algunos nomina de magistrados de Carteia teniendo en cuenta un pasaje de Livio122. De gran interés résulta la revisión prosopográfica en la que aparecen numerosos nombres de magistrados présentes en las monedas que efectuan C. González y A. Marín123.
Aspectos generales
34De interés especialmente iconográfico resulta el articulo de B. Mora124, donde resalta los comentarios de Berlanga sobre supuestas homonoias hispano-africanas, al hilo de su discurso politico paralelo a la época del Protectorado español de Marruecos.
35En otro orden de cosas, L. Berrocal ha constatado, valorando también materiales arqueolégicos junto a los numismáticos, la presencia de elementos llegados de fuera a la zona de la Beturia, es decir al sur del Guadiana, entre los que deben considerarse las etnias célticas125. La evolución y el contacto entre indigenas y romanos en el sur de la Península Ibérica es el tema de una serie de reflexion es que ha planteado F. Chaves126. La misma autora ha evaluado la importancia que adquiere el concepto de establecimiento équivalente a ciudad para justificar la producción de unas amonedaciones127. También F. Chaves, junto a E. García Vargas, inciden en la vertiente econémica que pueden adquirir las emisiones locales centrándose en el circulo gaditano y en la vertiente atlántica128. Una vision general de los emplazamientos de las cecas sur-hispanas y sus relaciones con las vías de comunicación es la que presentó R. Corzo en 1994, aprovechando para citar algún material numismático hallado en sus excavaciones del santuario de La Algaida, aunque la estratigrafía résulta poco clara129. M. A. Cebrián revisa brevemente los prototipos iconográficos romanos de Colonia Patricia130.
Tesaurizaciones, hallazgos de excavación y esporádicos : Citerior y Ulterior
36Varios tesoros de monedas acuñadas en Hispania han sido publicados en estos años. Pertenecientes a cecas ibéricas se cuenta con dos constituidos por denarios y hallados en Castro de Chano (Leon) que han dado a conocer P. Alegre y J. Celis131. G. Delibes y otros analizan los tesoros celtibéricos de Padilla del Duero132, J. Ocharán hace una breve presentación de 219 denarios hallados en Nájera, incidiendo en los 139 de Sekobirikes133 y P. P. Ripollès ha completado con la publicación de nuevas piezas ibéricas el conjunto del tesoro de Barcus134. Con especial incidenda en los tesoros de bronces locales del sur de los que apenas se sabía de alguno, F. Chaves135 publica dos articulos donde se dan a conocer hallazgos nuevos y se recopilan e interpretan todos los publicados hasta entonces de monedas en bronce indigenas hispanas y romanas. Poco antes, la misma autora estudiaba un hallazgo muy interesante procedente de las orillas del Guadalete donde bronces de imitación de las series romanas aparecen con algunas piezas locales, aprovechando para exponer su opinion sobre la función de dichas imitaciones136. M. Vallejo comenta brevemente algunos tesorillos hallados en Complutum137.
37A. Jimeno y A. Ma Martín han replanteado con ayuda de algunos datos nuevos el estudio de los campamentos numantinos con especial atención al material numismático, aportando conclusiones acerca del uso, la cronología etc., como la atribución de los campamentos IV y V de Renieblas a Escipión y no a época Sertoriana138. El material numismático procedente de la actual Ciudad Real con especial incidencia en el procedente de excavaciones, ha sido tratado por A. Arévalo y A. Canto139. Las excavaciones arqueológicas de la antigua Sisapo han dado varias piezas monetales que son objeto de estudio por parte de A. Arévalo en dos articulos sobre el tenta140, así como las de Valderrepisa lo han sido por C. Marcos141. Aunque no sean procedentes de excavación sino solo superficiales, no dejan de tener interés las monedas halladas en los alrededores de la mina de La Loba (Fuenteobejuna) con gran mayoría de las cecas de Castulo y Obulco, conjunto recopilado por B. Mora y J. C. Vera142, asi como otro grupo de la misma zona que han recogido D. Vaquerizo y otros143. También de hallazgo superficial es un probable tesorillo de quince bronces hispanos procedentes de Monte Figueiró según J. E. Coutinho144. Sin embargo, no puede hablarse de ocultamiento para las 125 monedas de las cecas de Malaca y Acinipo halladas en el Cerro del Almendro (Málaga) que enumera I. Felguera145.
38Pertenecientes ya al inicio del imperio se ha publicado por J. López Camacho un tesorillo de bronces hispanos hallado en Yunquera (Málaga)146, mientras que J. M. Vidal exhumaba dos piezas raras de Turiaso de época tiberiana procedentes de las excavaciones antiguas de Numancia147. Contamos también con la publicación de las monedas procedentes de cecas hispanas de época ya imperial halladas en los campamentos del limes germanico que viene realizando Ma P. García-Bellido, tema al que dedica dos de sus trabajos148.
39En varias publicaciones como Memorias de Excavación y similares se han publicado una serie de monedas en las que el material abarca largos periodos de tiempo. Por la relativa abundancia – 38 piezas – de monedas hispanas de inicio del Imperio, destacamos los hallazgos habidos en La Casa de los Plintos (Uxama, Soria), publicada por C. García Merino149.
40En otro orden de cosas, el hallazgo de dos monedas de Carthago Nova en las excavaciones del templo romano de Ilici hacen replantear a A. Ramos su dedicación, inclinándose no por Juno sino por una divinidad salutífera150.
Estudios de circulación monetaria y aspectos económicos : Citerior y Ulterior151
41Debemos señalar que algunos estudios generales sobre la circulación monetaria en la Peninsula Ibérica incluyen también moneda hispana y romana-republicana, como el de M. Abad Varela sobre la provincia de Ávila152, o los de R. Gil Fernández sobre varios yacimientos del area cordobesa153.
42Los trabajos en que se ha utilizado coma base la dispersion de las monedas tienen una representación en dos de C. Blázquez, en uno se cartografían las monedas partidas cuya procedenda se conoce relacionando esta práctica con las necesidades del ejertico154, en el otro los hallazgos de piezas de las cecas de Tamusia y Sekaisa se ponen en relacion con la zona extremeña de Tamuja, incidiendo en la probable émision de las primeras en este lugar155. Asimismo, Ma R García-Bellido ha puntualizado la localización de la ceca de Segobrix en la Meseta Norte, cercana a Contrebia Cárbica, teniendo en cuenta los hallazgos de Clunia156.
43Por su parte M. Gozalbes recoge los hallazgos de Arse-Saguntum observando los diferentes patrones de dispersion de las monedas de plata y de bronce157.
44También ha sido la uhicación de los puntos donde han aparecido ejemplares de Ilipa los que han llevado a A. Arevalo a relacionar la producción de esta ciudad con ambientes mineros158 y a éstos ultimos vuelve a referirse respecto a los hallazgos conocidos de Sierra Morena159. Muy interesante para el estudio de las monedas en el desarrollo de la economía que se mueve en torno a las minas y de los movimientos de poblacion que ello acarrea es el articulo de P. Otero acerca de las piezas de cecas celtibéricas encontradas en zonas mineras de la Ulterior160. Por su parte, E. Collado refleja en un mapa la dispersion de las monedas de Belikio161.
45Panoramas sobre la circulacion monetaria en zonas amplias o concretas han sido realizados en estos anos. Así, sobre la Extremadura española y portuguesa respectivamente pueden verse en C. Blázquez162 y J. Silva Ruivo163. Un estado de la cuestión general en Hispania nos lo ofrece P. P. Ripollès en Avilés164.
46Aspectos relacionados con la función de la moneda y sus implicaciones económicas se han tratado tocando el tema de la dispersion de las monedas hispanas por el Norte de África según los hallazgos que en el momento de la relación podían manejarse : E. Gozalbes Cravioto ha publicado très trabajos, el último de los cuales se centra especialmente en las monedas de la ceca de Carteia, cuyos ejemplares se reiteran en especial en la zona africana hacia el este del Estrecho de Gibraltar165.
Amonedación cartaginesa en la Peninsula Ibérica
47No se ha producido una bibliografía abundante a lo largo de este periodo. C. Alfaro ha dado a conocer un lote de los varios conservados que procede del Puerto de Melilla cuyas piezas, en su mayoria monedas de bronce pero no todas, se habrian embarcado con destina a los pagos a efectuar con motivo de la II Guerra Púnica166. A la misma autora corresponde la publicación de un tesorillo también de bronces cartagineses hallados durante las excavaciones de la Torre de Doña Blanca (Puerto de Santa Maria), perdido sin duda en el transcurso de uno de los enfrentamientos167. Hay alguna breve y muy puntual publicación sobre ciertas monedas que se atribuyen a los propios cartagineses en la Peninsula, como la de E. Collantes, que presenta la intitación de una dracma que el autor supone hecha para el bando cartaginés168. En el mismo sentido B. Mora, tratando esta vez de un divisor de plata169.
Amonedación oficial romana en la Península Ibérica
48Durante este periodo han continuado publicándose y revisándose diversos tesoros de denarios republicanos hallados en el suelo peninsular pero, en especial, han tenido lugar dos recopilaciones de esta masa monetaria. L. Villaronga170 recoge un elenco de los hallazgos de toda la Península, acompañándolos de los mapas correspondientes a cada periodo, aunque sin presentar el material revisado y pormenorizado. Por su parte, F. Chaves171 ha publicado una catalogación exhaustiva y pieza a pieza de los tesoros hallados en el sur de Hispania, habiendo revisado todo el material afin asequible, además de añadir otras tesaurizaciones inéditas. Se acompaña de un estudio de dichos tesoros comparándolos con los coetáneos fuera de la zona analizada y se plantean las causas de atesoramiento y pérdida, enmarcándolas en el contexto socio-político del momento. Un capitulo sobre los objetos de plata que aparecen en dichos conjuntos se debe a Ma L. de la Bandera.
49En cuanto a los tesoros de nueva aparición contamos con los siguientes : M. Benedita Barbosa172 ha publicado el Sertoriano de Santarém con 200 monedas ; M. Campo173 el del Canal de Urgell del que solo quedan tres denarios de 138 a 86 a.C. y uno de Bolskan ; F. Fernández y C. Martín174 el de El Castillo de las Guardas ; F. Fontenla175 el de Ruidera, formado por 48 denarios y tres fragmentos de 109 a 22 a.C. ; M. Gozalbes y C. Escrivá176 el de Jalance del que se han recuperado solo 15 denarios, el ultimo de 199-170 a.C. ; T. Volk revisa el de Almadenes de Pozoblanco, que él llama del Cerro del Peñón177 y hace un análisis estadístico de tesoros hallados en Hispania y en Italia178. Una interpretación historica de un grupo de ellos se encuentra en J. Ruivo179, referida a las ocultaciones de época sertoriana. Al conocido tesoro de Cachapet se añaden piezas no publicadas, un denario romano del 100 a.C. y otro de Kese, según J. Trelis180.
50La búsqueda de material con procedencia conocida ha dado también lugar a la localización de estas piezas romanas, como es el caso de los denarios de Ávila publicados por M. Abad181 o los de Málaga que recoge E. Gozalbes182. La posible relación de unas pequeñas monedas de plata con “R” en el reverso y otras aparecidas en Villarrubia de los Ojos han hecho pensar a M. García Garrido que puedan ser fracciones relacionadas con el victoriato y emitidas en Hispania durante la Segunda Guerra Púnica183.
51Otros temas interesantes afectan a las imitaciones de los bronces republicanos acuñadas en la Península, terna ya tratado con anterioridad y que en estos años recibe la aportación del tesorillo citado del Guadalete. Es C. Marcos quien se ocupa de situar estos hallazgos sobre un mapa y de sugerir varias propuestas justificativas de tales imitaciones184. La misma autora, junto a A. Arévalo, presentan unas piezas muy interesantes al mostrar unas reacuñaciones de dos ases republicanos sobre monedas de la ceca local de Obulco, lo que abre puertas hacia la investigación de las necesidades reales que Roma tenia en la Península de numerario para el cambio y que medios eran validos para hacerles frente185. En este sentido pero formando parte de un numerario legal y reconocido, los bronces de Sexto Pompeyo emitidos en Hispania vuelven a ser tratados ahora por L. Amela, quien reivindica su acuñación hispana en contra de la opinion de R. Martini186.
Varios
52Temas relacionados más o menos íntimamente con las monedas pero que no tienen cabida en los apartados anteriores, se mencionan a continuación. Así las téseras o plomos monetiformes han visto incrementado su número con nuevas publicaciones : la de C. Alonso y M. Rodríguez187, el plomo de Celse publicado por E. Collado y M. Gozalbes188 y en especial el trabajo de recopilación de L. Villaronga, que recoge las téseras conocidas por él de la Citerior189. C. Stannard ha comparado ciertos temas présentes en la tipología de piezas producidas en la Italia central durante la Republica con tipos présentes en plomos monetiformes de la Bética, planteando también la posible función de estos como moneda fiduciaria190.
53Objetos paramonetales emporitanos han sido estudiados por M. Campo191. J. Oller se pregunta si unos pequeños lingotes de bronce pudieron utilizarse coma moneda minera debido a las necesidades de estas zonas192. Por ultimo P. P. Ripollès detecta dos falsificaciones de monedas de las cecas civicas de Ilici e Italica193.
54En cuanto a los estudios sobre la documentation acerca de colecciones formadas en épocas anteriores puede verse el artículo de T. Volk194.
Époque impériale
55Cette nouvelle livraison montrera une nouvelle fois le dynamisme et la qualité des productions hispaniques. Des inventaires multipliés offrent aux chercheurs toujours plus de matière et de repères propres à fonder des raisonnements plus assurés, tandis que, à des thèmes d’investigation traditionnels toujours étudiés, s’ajoutent depuis quelques années des travaux plus nombreux consacrés à explorer des domaines dont la précédente chronique avait déjà permis de mesurer l’importance.
Méthodologie
56Dans l’interprétation économique et historique des trouvailles monétaires, il faut porter une attention particulière aux données archéologiques, rappelle J. M. Abascal Palazón195. L’archéologie met en évidence les circulations résiduelles (les trésors aussi) qui ne sont que lentement épongées par le numéraire nouveau. C’est vrai, et, bien qu’il faille aussi tenir compte de la vitesse de rotation de la monnaie (qui a varié selon les époques), on ne peut que dans des cas très particuliers s’appuyer sur les monnaies pour dater une couche archéologique. Comme d’ailleurs pour apprécier totalement l’activité économique d’un site dont les relations extérieures (on le voit bien au ive siècle) ne correspondent pas forcément aux circuits de l’approvisionnement monétaire. Sur les liens entre monnaie et politique, je crois que chaque cas doit être traité séparément. Dans le cas de Postume, qui a été indiscutablement reconnu en Tarraconaise, s’il est vrai que les monnaies des usurpateurs gaulois sont plus nombreuses dans le Nord qu’ailleurs, il reste que, dans l’ensemble, les pourcentages observés sont toujours très faibles : même rattachée politiquement à Postume, la Péninsule a consommé du numéraire de Gallien ; ici, frontière politique et frontière monétaire ne coïncident pas. La raison réside peut-être tout simplement dans ce fait que, comme en 258-260196, l’atelier de Cologne (ou l’atelier 1) ne produisait pas assez pour pousser ses produits jusque dans la Péninsule (cf. les trésors d’Altafulla, Tarragone, et encore Honcalada ou Gibraltar). En revanche, les usurpations du ive siècle – dès Constantin, et sous Magnence et Maxime – ont créé des situations de blocus dont les trouvailles monétaires rendent parfaitement compte : c’est ce que j’ai pensé montrer dans Conimbriga. Cela dit, il est tout à fait certain qu’on ne doit pas utiliser sans précaution le matériel numismatique. Sur le fond, on reliera à ces remarques celles de Reece197, qui, à l’aide de divers exemples, montre qu’il faut, avant toute recherche, s’assurer de la valeur représentative de l’échantillon retenu.
Statistique
57À retenir d’abord, la leçon de prudence que donne L. Villaronga dans le maniement des pourcentages, trop souvent utilisés pour des quantités de monnaies trop peu nombreuses et par là-même sans signification198.
58Dans l’Hommage Villaronga, F. de Callataÿ199 revient sur les avantages respectifs des méthodes Carter et Good/Esty selon que l’on cherche à établir le nombre originel des coins, le volume de la production ou le nombre de monnaies frappées.
59P. P. Ripollès Alegre, J. Muñoz et M. M. Llorens Forcada ont présenté au récent congrès international de Bruxelles les importantes recherches qu’ils conduisent sur les estimations de nombre de coins utilisés dans les frappes municipales hispaniques (voir Chronique V). Sur ce même thème, M. Comis Justo, qui évalue à 9 coins d’avers d’as la production totale d'Ercavia sous Caligula (dupondii, asses et semisses). Enfin, L.Villaronga fait justement observer que le choix de telle ou telle méthode statistique ne peut pas reposer sur des des impressions subjectives, mais qu’il dépend du type de variable qu’offre l’échantillon à étudier200.
Métrologie et analyses
60Comme cela avait été relevé dans la dernière chronique, les travaux portant sur ces deux domaines de recherche (surtout le second) ont été très nombreux. Ils ouvrent indiscutablement des pistes d’enquête riches d’espoirs, mais montrent aussi déjà que, sur le plan méthodologique, certaines limites ont été atteintes.
61Sur ce point, l’important dossier que livre Cavada Nieto sur les réalités de la crise monétaire du iiie siècle mérite une attention particulière201 ; partant de l’étude d’un lot de 48 antoniniens qui fait apparaître “nécesaire et urgente une révision générale de la crise du iiie siècle”, l’A. développe l’idée que les analyses prouvent que l’antoninien dégradé de la crise du iiie siècle n’a pas été livré à lui-même, mais que les différentes espèces constituaient un système complexe qu’il faut désormais mettre en lumière. Les alliages montrent en effet, à chaque période, des compositions relativement stables qui invitent à ne pas croire à l’avilissement continu d’une monnaie unique, mais à l’existence d’une situation dans laquelle les différents niveaux identifiés dans le titre des pièces correspondaient à des valeurs distinctes, celles que signale d’ailleurs l’Histoire Auguste dans diverses vies des empereurs du iiie siècle. On hésitera à suivre à la lettre ces propositions, qui supposent, dans une époque particulièrement troublée, des définitions officielles, c’est-à-dire des interventions répétées de l’Etat, et en même temps, la possibilité pour les usagers de connaître (et de reconnaître) les nouvelles parités. Ce que suggère l’Histoire Auguste, c’est que, dans la vie courante, les utilisateurs (et l’État lui-même), dans la mesure où ils pouvaient juger le niveau de la dégradation de la monnaie, établissaient, de gré à gré, entre les signes monétaires, des hiérarchies momentanées que l’arrivée d’un numéraire nouveau de qualité toujours plus mauvaise remettait constamment en question, C’est ce qui explique (en plus du décri qui les a frappés) l’absence régulière des DIVO CLAVDIO dans les trésors et la réforme d’Aurélien qui, pour rétablir un ordre valable partout, a décidé de porter sur les monnaies leur titre de métal précieux,
62M. J. Feliu Ortega, D. López de la Orden, J. Martín Calleja, S. Rovira Lloréns, par des recherches sur les monnaies fourrées montrent que d’autres techniques que l’immersion des flans de cuivre dans un bain d’argent ont pu être utilisées. Les mêmes auteurs donnent202 un nouvel exemple de l’apport des techniques modernes (ici, balayage au microscope électronique combiné avec une microanalyse obtenue aux rayons X) à la numismatique. L’article a été malheureusement tronqué à la mise en pages.
63M. S. Parrado Cuesta dédie depuis plusieurs années aux analyses métallographiques de longues et patientes recherches qui ont abouti, en 1996, à une belle thèse de l’Université de Valladolid sous le titre Estudio metrológico y composición química de la moneda provincial en la Meseta Norte. L’ouvrage, publié en 1999, sera analysé dans une prochaine livraison, mais l’A. a livré nombre d’informations dans diverses publications : les actes du CNN VII203 (il n’y a pas de relation entre poids et composition métallographique, et la densité, élément important pour la détermination des alliages, devrait être systématiquement prise en compte), les actes du CNN IX (intéressantes remarques sur la composition métallique de séries allant de deniers et bronzes ibériques à un AE2 de 393-395. On retiendra entre autres les observations faites sur les éléments-trace qui permettent d’identifier avec une assez grande précision l’origine des monnaies), et dans le EPNA I204 (analyse métallographique de 63 antoniniens de Gallien qui montrent pour les séries de 266-268 une moyenne de taux de fin de 27,7 pour mille). La méthode est beaucoup plus sûre que telles conclusions aventurées lues ailleurs.
64Dans EPNA I, J. M. Peixoto Cabral fait valoir les avantages de la fluorescence X. P. P. Ripollès et J. M. Abascal reviennent sur la composition des monnaies hispaniques l’alliage ternaire cuivre-plomb-étain caractérise fondamentalement la composition des flans frappés dans la péninsule à l’époque républicaine et encore sous Auguste, mais l’évolution s’est faite dans le sens de l’adaptation progressive, à partir de Tibère, au modèle romain (cuivre pur ou orichalque selon les valeurs). Ces observations rejoignent celles de M. S. Parrado Cuesta, qui constate elle aussi que, en général, dominent les combinaisons ternaires, mais qu’il y a à l’occasion de grandes disparités dans les alliages, et que des compositions binaires s’observent çà et là, cuivre-étain à Clunia, Corduba, Emerita et d’autres, ou encore cuivre-plomb, à Traducta, Emerita, Corduba, Carthago Nova et d’autres.
65Martin-Gil met en valeur, lui aussi, à propos des monnaies du trésor de Honcalada (antoniniens), l’utilité du calcul de la densité205.
Généralités, catalogues, collections, expositions
66Parmi de nombreuses présentations, retenons celles de C. Alfaro (aurei du M.A.N.) et de L. Ansemil, Parada au musée de Ponteareas206 (collection majoritairement composée d’antoniniens et surtout de bronzes du ive siècle. Diagramme des ateliers fournisseurs), de F. Chaves Tristán et de A. Domínguez Arranz, F. de A. Escudero y Escudero et C. Lasa Gracía (inventaire commenté des monnaies du médaillier de Huesca, 832 ex. antiques, dont 258 d’époque préimpériale et 574 entre Auguste et 2 AE2 de 393-395, qui se recommande par son sérieux et sa qualité).
67D’autres contributions viennent grossir les informations disponibles, ainsi M. Figuerola Paniagua207 (inventaire de 74 monnaies, dont 36 des iiie et ive siècles pour le très curieux dépôt de Hernán Pérez, enfoui sans doute tardivement), M. Gomis Justo208 (75 monnaies antiques trouvées dans la région de Nules), F. López Sánchez209, B. Mora Serrano (sur un total de 1118 monnaies antiques, 296 proviennent de fouilles régionales, 449 de collections privées et 412 sont de provenance inconnue), J. Ramón Sánchez210 (306 monnaies, d’Auguste à 253), A. Redentor, B. SáenzChas Díaz211 (198 monnaies entre le milieu du iiie siècle et la fin du ive), J. Trelis Marti212 (trouvailles diverses de toutes époques), J. R. Vega de la Torre213 (inventaire rapide des 286 monnaies du fond, dont 237 appartiennent à l’époque impériale), A. Velázquez Jiménez et R. Segovia Sopo214 (collection de 100 pièces de bronze, d’un dupondius de Vespasien à un HS de Gordien III déposée au musée de Mérida par l’Association des amis du musée. La provenance des pièces est inconnue et la patine de la majorité d’entre elles laisse supposer une collection formée à date ancienne. Il y a 52 Antonin, 28 Marc Aurèle, 4 Commode, et 6 HS entre Sévère Alexandre et Gordien III)215, M. Zabaleta Estévez216.
Inventaires et trouvailles diverses
68Les inventaires de trouvailles archéologiques sont toujours utiles, car c’est de leur accumulation que peuvent surgir les synthèses régionales ou générales. On retiendra donc ceux de : M. Abad Varela217, dont certaines parties mériteraient d’être plus détaillées (par exemple les bronzes du iiie siècle, probablement des sesterces et non des as comme il est écrit) ; nouvelles confirmations de la large diffusion dans la péninsule Ibérique des AE2 Gloria Romanorum à la fin du ive siècle, J. Abascal218 (15 monnaies, d’un as de Claude (Minerve) à un AE4 indéterminé des ive- ve siècles), J. A. Abásolo et R. García219 (53 ex., d’un denier de Marc Antoine à un AE3 de Gratien, petite partie d’un patrimoine à peu près inaccessible), A. Arévalo González220 (10 monnaies pré-impériales et 38 exemplaires du Haut-Empire, dont 1 denier de Tibère), Id. et A. Canto García221 (trouvailles préromaines et hispaniques et monnaies de la fin du IVe siècle), J. L. Argente Oliver, A. Díaz Díaz et al.222 (27 monnaies, surtout du ive siècle), P. Castanyer et al.223 (22 monnaies, d’un bronze romain à la proue à 8 antoniniens), J. J. Cepeda224 (66 monnaies, 59 identifiables, d’un as de Calagurris à un AE4 de Maxime), Id.225 (44 ex., dont 42 du ive siècle), C. García Merino226 (40 ex. jusqu’à Claude II, provenant d’une maison), R. Gil Fernández227, C. Gonzalbes Gravioto228 (104 deniers, avec les provenances d’Auguste à Caracalla), B. Mora Serrano229 (77 ex., dont 58 du ive siècle, parmi lesquels, 29 AE2, de Graden à Honorius), A. Padilla Arroba et R. Ávila Morales230 (33 ex., dont 22 du ive siècle, jusqu’à un AE2 de Maxime), A. Padilla Arroba et E. Gómez Sánchez231 (16 ex., surtout des antoniniens), A. Padilla Arroba, M. A. Marín Díaz et F. García Morá232 (17 ex., surtout du ive siècle), Iid.233 (carte, p. 371, des principales trouvailles monétaires de la province de Grenade), J. M. Solana, L. Sagredo et L. Hernández Guerra234 (19 monnaies, de Nerva à Constance II), F. Teichner235 (87 monnaies antiques, dont 1 sextans républicain et 86 ex. entre Auguste et Maxime, avec 1 HS de Volusien, 1 de Gallien et 5 AE2 sur les 7 ex. postérieurs à 378/383), J. R. Vega de la Torre236 (trouvailles diverses d’époque pré-romaine et impériale), P. Vidal Gonzalez237 (14 ex.).
69Pour terminer la liste, signalons les études thématiques données par J. A. Garzón Blanco à la Gaceta Numismatica238, et deux monnaies remarquables publiées par J. Paz Bernardo239.
Circulation monétaire
70Pour P. Alegre Mancha et V García Marcos240 les monnaies coupées ont servi de diviseurs, notamment aux as de Claude pendant la période de pénurie des années 30-50 (et sans doute 30-70). De C. Blázquez Cerrato, on attend la publication d’une thèse importante soutenue en 1993 sur La circulación monetaria en torno a la Via de la Plata desde sus inicios hasta fines del reinado de Cómodo. Autres remarques du même auteur dans EPNA, et au congrès international de numismatique de Bruxelles (sur la longue durée de la circulation des bronzes du ier siècle).
71Parmi d’autres publications intéressantes, relevons celles de M. Cavada Nieto, X. Rodriguez González et C. Varela Barrios241 (143 monnaies, d’Auguste à un AE2 et un AR d’Honorius), de S. Ferrer Sierra242 (232 monnaies romaines, dont 4 deniers républicains, 118 hispano-romaines, 47 à la caetra, et 110 ex. d’Auguste à Commode, dont 53 Claude), de L. Hernández Guerra et A. Jiménez de Furundarena243 (22 monnaies, dont 19 impériales, d’Auguste à 353-357. Il y aurait un HS d’Emilien). De B. Mora Serrano, on retiendra un catalogue de 55 monnaies, essentiellement de l’Antiquité tardive, trouvées en divers sites archéologiques sur le territoire de Málaga244.
72L. Sagredo San Eustaquio245 décrit brièvement 44 monnaies des iie, iiie, et ive siècles, provenant de la région de Coca (Cauca), et fait un rappel de trouvailles effectuées dans la région de Palencia, notamment des dépôts monétaires des iiie et ive siècles (des tableaux chiffrés auraient été les bienvenus)246. Ajoutons le panorama rapide donné par N. Santos Yanguas247 et surtout les recherches de J. I. San Vicente248 (je pense quand même que le fait d’utiliser la périodisation de Reece, qui est effectivement très pratique pour classer, et théoriquement justifié, accroît la fragilité des conclusions en matière de circulation monétaire, en privilégiant le morcellement des phases de production aux dépens du brassage qu’entraîne logiquement la circulation). On terminera avec les intéressantes recherches de F. Teichner249 (les 476 monnaies recueillies lors de dragages peuvent être considérées comme un échantillon représentatif de la circulation monétaire dans la ville antique).
Monnayages hispaniques
73La province de Soria a livré, en 1993, un sesterce inédit frappé par la cité d'Ercavica sous Caligula, dont le revers, repris (avec une légère modification) du HS RIC 33, célèbre les trois soeurs du prince250.
74Les monnaies à la caetra ont suscité un intérêt renouvelé, dont témoigne plusieurs publications importantes. S. Ferrer Sierra251 suggère que ces monnaies pourraient avoir été frappées par le légar C. Antistius, à Lugo, vers 25-23 av. J.-C. Pour C. Pérez Gonzalez, E. Illarregui Gómez et A. Morillo Cerdán252, ce monnayage, lié aux besoins de l’armée, a pu être frappé en divers endroits et se date entre 27 av. J.-C. et le tournant de l’ère. De son côté, L. Sagredo San Eustaquio253 observe que la distribution de ces monnaies est différente de celles de P. Carisius, et suggère une frappe à Lugo postérieure à 19 av. J.-C. pour une destination militaire.
Dépôts monétaires
75Présentations de J. López Camacho254 (20 bronzes de Iulia Traducta et colonia Patricia), et de J. M. Millán Martínez255.
Varia
76Parmi les travaux qui ont consacré les recherches parallèles de divers auteurs, on portera une attention particulière aux synthèses réalisées par M. P. García-Bellido et C. Blázquez en Espagne et par A. Marques de Faria au Portugal. On aura quand même du mal à admettre des nominatifs singuliers en -I pour la deuxième déclinaison, même avec les arguments avancés par R. González Fernández256 pour les magistrats monétaires.
77Sur d’autres sujets, P. Alegre Mancha257 (quelques monnaies coupées découvertes à Astorga amènent l’A. à revenir sur la valeur des celles-ci et sur la pénurie monétaire des années 30-50 ap. J.-C.), C. Blázquez Cerrato, et M. Cavada Nieto258 (liste de trouvailles monétaires qui augmente les informations recueillies pour le Nord-Ouest, notamment par R. Centeno). A. Marques de Faria259 revient avec raison sur des interprétations et attributions abusives, et propose260 une utile mise au point sur les ateliers hispaniques du territoire actuellement portugais) ; M. Martín-Bueno261 voit notamment dans les revers monétaires des témoins précieux de l’intense activité édilitaire menée dans les cités péninsulaires sous Auguste et Tibère, tandis que pour P. P. Ripollès262 les faibles émissions de bronzes hispaniques n’ont pu jouer dans la circulation monétaire qu’un rôle de monnaie divisionnaire d’usage quotidien.
Ateliers
78Des divers travaux dédiés aux ateliers municipaux se détachent deux ouvrages dont le contenu dépasse de beaucoup en intérêt ce que laisse supposer leur titre, celui que M. M. Llorens a consacré à Carthago Nova263 et celui de P. P. Ripollès et J. M. Abascal qui a pour objet les monnaies de Segobriga264, dont le format réduit ne doit pas laisser imaginer une publication secondaire. Dans ces deux ouvrages, l’objectif est d’offrir au lecteur, pour chacun des ateliers, une étude complète dont les rubriques comportent invariablement et nécessairement désormais, avec le classement des émissions (minutieusement révisé), des chapitres portant sur la métrologie, la composition métallique des pièces, l’estimation de la production et la diffusion dans la péninsule des séries concernées. Dans les deux cas s’ajoutent à cela des observations fort importantes sur les contremarques et sur la fonction de ces monnaies. Il faut vraiment féliciter nos collègues et les remercier d’avoir donné ces deux synthèses qui sont assurément deux grands livres.
79D’autres enquêtes portent sur Ilici265, Tarraco (catalogue des émissions impériales d’après L. Villaronga266), Emporion267, Dertosa268, Osicerda269, Ercavica, Ebusus270, Emerita271, Turiaso272, et divers ateliers273.
80Terminons avec les articles de P. P. Ripollès274 (le quadrans Vives 168-3 d’Italica, traditionnellement classé dans les séries augustéennes, est à donner plutôt au règne de Tibère, tout comme le quadrans Vives 167-1 de Romula) et de J. Montañés275, qui portent sur le classement des émissions.
Le Haut-Empire
Monnaies remarquables
81I. Arrizabalaga Lafuente décrit un denier de Titus et un bronze de Domitien apparemment inédits276 et J. S. Ruivo a relevé une variante d’un denier de Galba277.
Trésors
82Trouvailles récentes ou réexamen de découvertes anciennes, dans X. Cela, E. Chadwick, C. Marti et C. Puerta (19 aurei, dont 10 R/Pontif Maxim de Tibère, 1 Caligula et 8 Claude ; à rapprocher des 40 exemplaires, d’Auguste à Claude – BSFN 49,6, 1994, p. 842-843-, mis au jour à Montans en 1992)278, E Chaves Tristán (voir note 135), et M. D. López de la Orden (10 deniers républicains et impériaux provenant d’une collection privée, dont 2 Septime Sévère)279.
Études
83Un lot de 293 ex. de monnaies de Claude appartenant à la collection du Département de Préhistoire et Archéologie de l’Université de Valladolid sont soigneusement étudiés par M. L. Herreros Ventosa et M. Martín Sema280 (avec une analyse de densités par M. S. Parrado Cuesta, p. 253-254). À propos de ces monnaies, en majorité des as (250 ex.), dont 118 Minerve, 64 LIBERTAS, 43 CONSTANTIAE, et 25 indéterminés, les auteurs rappellent les différentes hypothèses émises sur l’origine (= les “ateliers”) et la destination des imitations (249 ici), mais on penchera plutôt pour des produits de nécessité frappés au gré des besoins, indépendamment de toute autorité politique et de toute installation d’importance, pour alimenter des circuits soudainement appauvris. La période de fabrication de ces monnaies a duré aussi longtemps que la pénurie et l’utilisation de celles-ci a pu occasionnellement se prolonger très tard dans le Haut-Empire, Étude stylistique et classement en 6 groupes. J. A Garzón Blanco s’intéresse, lui, à Marc Aurèle281. Sur la contribution de E. Gozalbes Cravioto, voir supra, n. 228.
Le iiie siècle
84Cette période difficile continue de susciter des recherches actives, et c’est tant mieux. Les inventaires continuent d’être produits, mais il y a aussi nombre de contributions qui s’intéressent à l’interprétation des trouvailles monétaires, et d’abord pour parler de la crise282.
85Pour G. Bravo283, il faut effectivement nuancer les jugements portés sur la crise, souvent plaqués sur la Péninsule à partir des remarques faites dans d’autres régions de l’Empire et ne pas utiliser inconsidérément le témoignage des monnaies ; remarques voisines de A. Cepas Palanca284, sur les risques d’une interprétation précipitée des trouvailles monétaires.
Trésors
86Avec la minutieuse publication du trésor de Dianium285, J. M. Abascal Palazón, M. Olcina Domenech et J. Ramón Sanchéz offrent un nouvel exemple de la survie dans la péninsule Ibérique du milieu du iiie siècle de l’ancien régime monétaire dans lequel le bronze tenait encore une place assez importante. Le pourcentage très élevé des espèces antonines (rapport IIIe-IIe siècle 0,01 contre 0,93 à Talamanca, certes insulaire, mais postérieur de quelques années seulement) est apparemment dû au simple hasard de la circulation, mais l’hypothèse d’un dépôt venu d’ailleurs (de Gaule) n’est peut-être pas à écarter. La même problématique se retrouve à Sagonte286, où le contenu d’un porte-monnaie (11 HS de Domitien à Balbin), associé à 8 autres bronzes voisins découverts dans une maison détruite vers 240, montre que, à cette date, la circulation monétaire était faite d’un fort pourcentage d’espèces antonines ; ici, toutefois, les conditions de la récupération et le rapport iiie-iie siècle (0,25, ce qui est faible, mais 0,43 si l’on s’en tient strictement aux pièces agglomérées) confirment l’origine locale du lot. On peut inclure dans la série le porte-monnaie287 étudié par J. R. Vega de la Torre (19 pièces, de 7 Claude ier à 1 Gordien III), C’est peut-être encore le contenu d’un porte-monnaie ou la paie d’un membre d’équipage que représentent les 19 antoniniens (entre Galle et 263-265) publiés par G.Teichner288. D'autres trouvailles sont signalées et étudiées par A. Beltrán Martínez289 (914 antoniniens, de Valérien à 1 R/PM TR P II COS PP de Rome (269-270) de Claude II), M. Cavada Nieto290 (49 antoniniens, de 242 à 263, et non 269), 1. Felguera Herrera291 (fragment de trésor de deniers et antoniniens (19 ex. sur une trentaine), de Commode (RIC 139) à Gordien III), M. Gozalbes Fernández de Palencia292 (1 5 HS, d’Hadrien à Valérien, et 38 antoniniens, de Philippe à 266. La présence de monnaies de Macrien signalerait un déplacement de troupes, ce que au moins la composition du lot rend douteux), I. Pereira293 (86 antoniniens et 1 denier (de Probus, Rome, 281) dans ce dépôt, peut-être complet ; beaucoup (85 %) de Gallien et de Claude, 5 Divo Claudio (espèces rejetées, là comme ailleurs), 4 Quintille, et une queue de thésaurisation de 3 Aurélien et 1 Probus).
87Il faut enfin se réjouir de voir publié, près de 30 ans après sa découverte, l’important dépôt de Santulhao294, constitué de 3825 antoniniens et 15 deniers (1 Gallien et 14 Aurélien/Severina). La série Gallien-Claude-Quintille (3168 ex. et 82,50 % du total) domine logiquement. Les Divo Claudio et assimilés (340 ex. et 8,85 %) sont très minoritaires, comme aussi les espèces venues de l’Empire gaulois (238 ex. et 6,2 %) ; 69 Aurélien et Séverine et 16 ex. de Tacite et de ses successeurs complètent la trouvaille qui se clôt sur un antoninien de Dioclétien (Rome, 285-286). On trouvera dans la première partie un utile tableau dans lequel le trésor est comparé aux deux autres grandes trouvailles effectuées dans le Trâs-os-Montes, Fragas do Piago et le Reguengo.
Divers
88J’évoquerai d’abord une contribution de L. Sagredo San Eustaquio295, non recensée dans la précédente chronique, et une note de N. Marín Díaz296 (4 GB de la première moitié du iiie siècle. Il y a au moins quelques flottements dans la numérotation des photographies). La vente à Bruxelles d’un lot de monnaies d’origine andalouse, permet à L. Severs297, d’étudier 87 ex. du dernier tiers du iiie siècle, dont 46 DIVO CLAUDIO (env. 81 %, pourcentage classique dans le Sud de la péninsule) dont le style (copie ou importation) est plus proche de Rome que de la Gaule, ainsi que je l’avais fait observer dans Conimbriga. Enfin, M. Thys publie le troisième exemplaire connu d’un denier de Tétricus298.
Antiquité tardive
Trésors
89Cinq études concernent des trouvailles anciennes ou récentes effectuées dans le Nord-Ouest de la péninsule. On citera en premier, qualité oblige, les 5 solidi d’or pur, de 378-395 apparus dans la province d’Orense299. Viennent ensuite trois dépôts de bronze : EI Bierzo, par M. Abad Varela300 (20 nummi au nom de Crispus, restes d’un dépôt d’environ 1000 monnaies ; étude des monnaies de ce prince dans la péninsule et dans trois trésors européens) ; Balboa del Bierzo, par M. Figuerola301, qui reprend l’analyse des 3538 monnaies conservées (à peu près la moitié du lot d’origine), dont 45 % datent des années 348-361. Parmi les très intéressantes remarquesfaites par l’A., on relèvera ce qui est dit des diamètres et de la probable adaptation de certaines séries anciennes à des modules officiels postérieurs (la fin de la thésaurisation est à placer dans le premier quart du ve siècle), ainsi que de l’origine des monnaies, majoritairement romaine ; Tremoedo, par L. Ansemil Parada302. L’A. renvoie à M. Cavada303, où sont présentées 18 monnaies sur les 737 que comprend le trésor dans son état actuel. Les revers Gloria Exercitus – 268 ex. – et Victoriae dd Auggq nn (276 ex.), auxquels s’ajoutent 62 Vot XX Mult XXX orientaux (soit 606 ex.), 26 Constantinopolis (mais aucun Urbs Roma), 22 Securitas Reip, et 17 Constantin au quadrige, constituent l’essentiel du dépôt (671 ex. sur les 737 annoncés) et situent bien le moment de la constitution de l’épargne. À signaler, 2 imitations de Gloria exercitus et 2 Fel Temp Reparatio (non décrits) qui indiqueraient la fin de la thésaurisation, sinon celle de 1’enfouissement.
90J. P. de G., Barbosa304 reprend l’étude d’un dépôt de 1209 bronzes mis au jour en 1938, dont 484 ex. ont subsisté. J. M. S. Mendes Pinto305 fait un rapide inventaire de 28 dépôts, entre le premier quart du ive siècle et le milieu du Ve. Le contenu laisse apparaître sans surprise une forte domination des séries de 330-348, 353-361 et des AE2 orientaux postérieurs à 383.
91De la province de Guadalajara provient un petit dépôt étudié par J. Sânchez-Lafuente Pérez306 (12 nummi et fractions entre 319 et 324-330) et M. Vallejo Girvés307, revient sur un trésor du ive siècle déjà publié dans EAE, 137-138,1984.
92Dans le Sud, on remarque avant tout un trésor de 28 solidi d’Honorius et Arcadius publié par C. Alfaro308 ; ce trésor (12 Milan, 11 Ravenne, 3 Rome, 1 Sirmium, et 1 Constantinople ; noter l’absence de liaisons de coins) s’ajoute à la liste bien remplie des trouvailles de cette période. L’état de conservation de certains exemplaires suggère une circulation assez longue, et donc une thésaurisation plus tardive que la date fournie par les monnaies (avant 408). F. Velasco, lui, présente un trésor de la province de Séville309 ; il y a 133 ex., dont 123 AE2 post 381 (61 REPARAI IO, 1 VIRTVS EXERCITI et 61 GLORIA ROMANORVM). Arles, avant 383 (15 ex.), et Constantinople, après 393 (15 ex.), sont les ateliers les plus représentés.
Études
93J. Pellicer i Bru310 propose de lire dans OB l’équivalent grec de LXXII, c’est-à-dire la taille à la livre des solidi du Bas-Empire. M. Figuerola311 décrit un nummus inédit de Constantin au revers SOLI INVICTO COMITI, frappé à Lyon avec la marque A-S/PLG qui pourrait appartenir à une série en liaison avec le 4e consulat de l’empereur en 315.
94Réflexions méthodologiques de M. Abad Varela312 sur l’utilisation des dépôts monétaires et liste très utile de 177 trouvailles que complètent trois tableaux récapitulatifs. On reste un peu dubitatif devant l’étude de B. Sáenz-Chas Diaz313, très succincte, avec quelques bizarreries dans l’ordre des types et des ateliers du ive siècle. On notera encore le commentaire que C. Herrero Albiñana consacre à un médaillon de Maximien Hercule314, ainsi que les remarques pertinentes de M. García de Figuerola315, qui mettent en avant, après J. Lallemand, les particularités propres à l’atelier de Lyon à partir de Gratien.
Inventaires
95On retiendra surtout deux ensembles provenant de fouilles de villas, le premier, dans la région de Vigo316 (l’intérêt principal de ces quelques monnaies est que toutes datent du ive siècle, ce qui (bien que le nombre des exemplaires soit très réduit) rappelle l’important lot apparu à la villa de La Olmeda (Palencia) qu’a publié M. Campo) ; le second317, près de Talavera (17 ex., de Constantin (310-313) à un AE2 de 393-395).
Circulation monétaire
96Utiles tableaux et graphiques de M. Abad Varela318, mais le classement par règnes des monnaies du ive siècle n’a pas grand sens, on le sait, 736 monnaies de 348 au Ve siècle, dont un petit dépôt de 40 AE2 du milieu du ive siècle, en majorité de Magnence, sont présentés par J. M. Carreté i Nadal319. Le tableau de la p. 237 est certes très utile, mais on a du mal à comprendre le choix de l’ordre de présentation des ateliers, J. J. Cepeda Ocampo revient sur la circulation des monnaies de Magnence dans la péninsule320, intéressante contribution à l’étude de ce monnayage important. Je signale quand même que dans Les monnaies de Conimbriga, j’ai bien dit que les Constance II étaient le monnayage de la reconquête, appuyé sur l’atelier de Rome, repris en septembre 353.
97Ajoutons à cela les réflexions de J. Gimeno321, de R. Gil Fernández322 (394 monnaies récoltées en surface sur un site rural), de M. Lechuga Galindo323 (on y apprécie la publication des monnaies selon un double système, à la fois chronologique et archéologique), et de M. J. Pinilla López324 (25 petits bronzes du ive siècle).
98Il est certain cependant que, une fois encore, les contributions les plus suggestives viennent de Barcelone où la circulation monétaire d’époque tardive révèle toute sa complexité à travers les patientes enquêtes de T. Marot325 fondées sur les observations stratigraphiques, qui montrent comment les monnaies du ive siècle (y compris, à l’occasion les émissions constantiniennes), et notamment les séries de 378-395, parfois retaillées, se rencontrent dans les niveaux des ve et vie siècles326.
99Significative aussi est l’étude menée par A. López Mullor et J. Fierro Macia327 sur 55 nummi des années 330-348 issus d’ateliers officiels et de fabrications locales, trouvés à la plaza de Sant Miquel de Barcelone. La présence d’un AE2 de Gratien dans le lot oblige à reconsidérer sa datation, d’autant que les niveaux archéologiques tardifs de la ville offrent fréquemment la présence de sigillées claires D dans des zones où manquent les monnaies postérieures à 348. Par ailleurs, la métrologie des monnaies d’imitation montre que les poids se situent dans des limites proches de celles des AE4 de la fin du ive siècle, nouvel argument pour garder de la prudence dans les calculs de circulation monétaire.
Notes de bas de page
1 XIe Congrès International de Numismatique (Bruxelles, 1991), Louvain, 1993 (= CINXI). Los articulos serán citados al hablar de las materias correspondientes.
2 CNN VII
3 CNN VIII.
4 CNN IX.
5 Moneda i finances a l’antiga Mediterrània, VI CC, Gabinet Numismátic de Catalunya, Barcelone, 1993 (en adelante CC, GNC). Los articulos relativos al período que aquí se refiere están firmados M. Campo, A. Arévalo y P. P. Ripollès.
6 Trésors del món antic, en VII CC, GNC 1994. Los autores sobre el período tratado son M. Campo, C. Alfaro, T. R. Volk, y A. Beltrán Martinez.
7 El missatge de la moneda a la Roma antiga, en VIII CC, GNC 1995. Articulos de M. Campo, B. Mora, y M. Martín-Bueno.
8 L’ús de la moneda a les civats d’Hispània, en IX CC, GNC 1996. Articulos de M. Campo, C. Alfaro y J. M. Abascal.
9 La moneda en temps d’August, en X CC, GNC, 1997. Con articulos de M. Campo, I. Rodá, P. P. Ripollès, M. Gomis, T. R. Volk, Ma M. Llorens, T. Marot y T. R. Volk.
10 Numismdtica hispano-púnica, VII Jornadas de Arqueología fenicio-púnica (Ibiza, 1992), (TMAI, 31), Ibiza, 1993 (= Jornadas Arq. fenicio-púnica VII).
11 La moneda hispánica : ciudady territorio. I Encuentro Peninsular de Numismática Antigua (Madrid, 1995), M. P. García-Bellido et R. M. Sobral Centeno (éds.) (Anejos de AEspA, 14), Madrid, 1995 (= EPNA I).
12 Corpus Nummum Hispaniae Ante Augusti Aetatem, Madrid, 1994.
13 C. Alfaro (amonedación púnica), A. Arévalo (cecas ibéricas de la Ulterior), M. Campo (amonedación griega), F. Chaves (cecas latinas de la Ulterior), A. Dominguez Arranz (cecas ibéricas de la Citerior), y P. P. Ripollès (amonedación civica durante el Imperio).
14 A. Alarcão, Museo Monográfico de Conimbriga, Colecções, Lisboa, 1994.
15 A. Redentor, Moedas Romanas e Ibéricas do Museu do Abade de Baçal (Bragança), en Brigantia 15, 2-4, 1995, p. 57-66.
16 F. Chaves Tristán, Colección Numismática de la Universidad de Sevilla, Sevilla, 1994. El conjunto cuenta con 393 monedas hispanas.
17 A. Domínguez Arranz, F. Escudero y C. Lasa, El patrimonio numismático del Ayuntamiento de Huesca, Huesca, 1996.
18 S. Asins, El monetario del Ayuntamiento de Valencia I Monedas ibéricas y romanos de cecas valencianas, Valencia, 1991.
19 B. Mora Serrano, Notas sobre la colección de monedas antiguas del Museo de Malaga (sección Arqueología), en GNum 110, 1993, p. 17-23 ; Id., La colección Gomez-Moreno de los fondos monetarios del Museo de Málaga, en CNN VIII, p. 425-448. Se conservan en dicha colección 1118 monedas antiguas, de las cuales 296 proceden de excavaciones.
20 L. A. del Castillo Navarro, La tésera y las monedas ibéricas, hispano-romanas y romanas del Museo de Gibraltar, en Almoraima 13, 1995, p. 131-136.
21 C. Alfaro Asins, Catálogo de las monedas antiguas de oro del M.A.N., Madrid, 1993 ; Ead., La moneda, algo más que dinero, Madrid, 1996.
22 M. M. Llorens, P. P. Ripollès y C. Domenech, Monedas de ayer, tesoros de hoy, Valencia, 1997.
23 R. M. S. Centeno, A Numismática Antiga : um balanço da investigação em Portugal, en Horn. Villaronga, p. 63-75 ; Id., A Numismática Antiga : um balanço e perspectivas de investigação, en EPNA I, p. 373-380.
24 B. Yugueros Yugueros, Pautas para la investigación numismática en Galicia, en Gallaecia 14-15, 1996, p. 603-610.
25 A. Padilla. M. A. Marín y F. García Mora, Los estudios numismáticos en la provincia de Granada, en EPNA I, 1995, p. 369-372.
26 J. Hildebrandt, Vergleichende Métrologie spanischer und römischer Münzen der römischen Republik aufgrund einer neuen Theorie, en Hom. Villaronga, p. 199-212.
27 P. P. Ripollès, J. Muñoz y M. M. Llorens, The original number of dies used in the Roman Provincial Coinage of Spain, en CIN XI, p. 315-324.
28 L. Villaronga i Garriga, La masa monetaria acuñada en la Peninsula Ibérica antes de Augusto, en EPNA I, p. 7-14.
29 M. Gomis Justo, Ercavica : la émisión de Caligula, estimación del número de cuños originales, en CNN VIII, p. 319-330.
30 J. M. Abascal y P. P. Ripollès, Metales y aleaciones en las acuñaciones antiguas de la Peninsula Ibérica, en Homenaje a la Prof Dra. Milagros Gil-Mascarell, Saguntum 29, 1995 (= Hom. Mascarell), p. 131-155. Iid. et M. Golzabes, Varia metallica 1: anàlisis de monedes antigues medievals i modernes, en ActaNum 26, 1996, p. 17-51.
31 M. S. Parrado Cuesta, Análisis metalográfico en el monetario del museo de Zamora, avec un complément de J. Martín Gil, dans CNNIX, p. 107-130. Voir aussi Ead., Acerca de un pequeño grupo de monedas halladas en la provincia de Valladolid, dans HAnt 17, 1993, p. 409-418. Ead. et J. Martin, Los denarios romano-republicanos de los Museos de Ávila, Zamora y Valladolid. Análisis químico, dans BSAA 62, 1996, p. 213-232 ; M. S. Parado, Estudio de un grupo de monedas procedentes de Asturica Augusta, dans BSAA 59, 1993, p. 199-208. Ead., Antoninianos de la colección didáctica de la Universidad de Valladolid, Análisis metalográfico, dans EPNA I, p. 33-40.
32 J. M. Peixoto Cabral, Métodos físicos e químicos de análise no estudo da composiçao das ligas de que são feitas as moedas, en EPNA I, p. 15-24.
33 M. J. Feliu Ortega. D. López de la Orden. J. Martin Calleja y S. Rovira, Técnicas de fabricación de denarios forrados : estudio analítico y metalográfico, ibid., p. 29-32.
34 P. P. Ripollès Alegre, Una aproximación a las reacuñaciones en la Península Ibérica durante la Antigüedad, ibid., p. 89-296.
35 L. Villaronga i Garriga, Tipus massaliotes a les monedes fraccionàries trobades a Catalunya, en ActaNum 24, 1994, p. 31-48. Id., L’emissió emporitana amb cap de be i revers de creu puntejada de la segona meitad del segle V a. C., en ActaNum 25, 1995, p. 17-34.
36 Id., La modificació del cap del pegás a les dracmes emporitanes, en ActaNum 27, 1997, p. 27-35.
37 Id., Monedes de plata emporitanes dels segle v-iv a.C., Barcelona, 1997.
38 Id., Possibles divisors de la dracma de Rhode, en GNum 124, 1997, p. 17-19.
39 M. García Garrido, Fraccionaria inédita de Emporion, en GNum 127, 1997, p. 7-8.
40 M. Campo, Emisión de Emporion con tipología ateniense, en CIN XI, p. 31-38.
41 Ead. y E. Sanmartí, Nuevos datos para la cronología de las monedas fraccionarias de Emporion (revisión del tesoro de Neápolis-1926), en Iberos y Griegos : lecturas desde la diversidad. Simposio International (Ampurias, 1991), P. Cabrera, R. Olmos et E. Sanmartí (eds.), (Huelva Arqueológica, 13), Huelva, 1994 (= Iberos y Griegos), p. 151-172.
42 M. Campo, Moneda griega y púnica en Hispania : las primeras emisiones, en CNN IX, p. 75-92.
43 P. P. Ripollès Alegre, El tesoro de Rosas, en Saguntum 27, 1994, p. 137-154.
44 M. P. García-Bellido, Las relaciones económicas entre Massalia, Emporion y Gades a través de las monedas, en Iberos y Griegos, p. 115-150.
45 L. Villaronga, Monedes de plata emporitanes dels segles v-iv a.C., Barcelona, 1997.
46 A. M. Martín Bravo, Dracmas aparecidas en castros de la provincia de Cáceres, en EPNA I, p. 139-142.
47 R. Ramos, El prótomo de caballo : una interpretación para su tipo en la moneda hispano-cartaginesa, en CNNIX, p.99-106.
48 C. Alfaro Asins, Avance de la ordenación de las monedas de Abderat/Abdera (Adra, Almería), en Numisma 237, 1996, p. 11-50.
49 Ead., Tagilit, nueva ceca púnica en la provincia de Alméria, en Hom. Villaronga, p. 133-146 ; Ead., Una nueva ciudad púnica en Hispania : Tglyt - Res Publica Tagilitana, Tíjola (Alméría), enAEspA, 66, 1993, p. 229-243.
50 J. M. Blanco, A proposito de una moneda púnica inédita de Hispania, en GNum 127, 1997, p. 9-16.
51 M. Campo, Las monedas de Ebusus, en Jornadas Arq. Fenicio-púnica VII, p. 147-172; Ead., La Moneda a lEibissa Punica, Palma, 1994.
52 M. Campo y B. Mora, Las monedas de Malaca, Madrid. 1995.
53 Iid., Aspectos de la política monetaria de Malaca durante la II Guerra Púnica, en EPNA 1, p. 105-110.
54 B. Mora Serrano, Las cecas de Malaca, Sexs, Abdera y las acuñaciones púnicas en la Ulterior Baetica, en Jornadas Arq. Fenicio-púnica VII, p. 63-96.
55 M. P. García-Bellido, Las cecas libio-fenicias, ibid., p. 97-146.
56 Ead., El’gôrâ, el sekel y su relación con las monedas de bronce : Gades y otras cecas hispano-púnicas, en Hom. Villaronga, p. 167-184.
57 J. L. López Castro, Las acuñaciones fenicias hispanas : aspectos historicos y económicos, en EPNA I, p. 97-104.
58 Id., Hispania Phoena, Madrid, 1995.
59 A. J. Dominguez Monederro, De nuevo sobre los libio-fenicios : un problema historico y numismático, en EPNA I, p. 111-116.
60 C. Alfaro Asins, Uso no monetal de algunas monedas púnicas de la Peninsula Ibérica, en RIN 95, 1993, p. 261-276.
61 Ead., Sobre epigrafía púnica monetal : una contramarca neopúnica en monedas de la Celtiberia, en EPNA I, p. 331-335.
62 B. Mora Serrano, Un reflejo de la propaganda imperial en la moneda hispanopúnica : Malaca, en CINXI, p. 325-330.
63 Id., Notas sobre un tipo monetal hispano-púnico de Sexs (Almuñécar, Granada), en RStF 22, 1994, p. 161-172.
64 J. M. Blanco Villero y J. A. Sanz Bolaño, A proposito de una moneda púnica inédita de Hispania, en GNum 127, 1997, p. 9-17.
65 M. Lechuga Galindo, La presencia púnica en Cartagena. Testimonios numismáticos, en Hom. Villaronga, p. 155-166.
66 I. Pérez López y M. Sánchez Andreu, Monedas de Gades en el término municipal de Puerto Real (Cádiz), en CNN VIII, p. 455-462.
67 J. Benages i Olivé, Dracmes amb llegenda Tarakonsalir, en BATarragona 16, 1994, p. 5-9.
68 Id., Les monedes de Tarragona, en BATarragona 17, 1995, p. 37-54 ; cf. Les monedes de Tarragona, Tarragona, 1994.
69 M. Gomis Justo, La moneda de piata de Sekaisa, en CNN IX, p. 49-58.
70 Id., Notas para la aproximación a la localización geográfica de Sekaisa, en Numisma 237, 1996, p. 141-154.
71 Id., Erkauika : las acuñaciones ibéricas, en Numisma 236, 1995, p. 9-28.
72 Id., Las monedas de Erkauika/Ercávica, en Ciudades romanas en la provincia de Cuenca. Homenaje a Francisco Suay Martínez (Arqueología Conquense, 14), Cuenca, 1997 (= Hom. Suay Martínez), p. 289-346.
73 M. M. Llorens, L’emissió de Conduc.-Malleol. y els problèmes de la seva atribució, en Hom. Villaronga, p. 219-238.
74 A. Pérez Almoguer, Dos posibles cecas del Pirineo oriental y la ordenación territorial romano-republicana, en EPNA I, p. 225-230.
75 Id., Sobre la ceca de Ilturkesken y su probable ubicación en el Bajo Ebro, en Verdolay 7, 1995, p. 321-325.
76 Id. y M. Sóler, Les seques d’Iltirta i Iltiraka i el llop ibèric, en RAPonent 3,1993, p. 151-175.
77 A. Martínez, En corno a la localización de la ceca de Ikalesken, en CNN IX, p. 59-66.
78 F. Quesada y M. P. García-Bellido, Sobre la localización de Ikale(n)sken y la iconografía de sus monedas, en EPNA I, p. 65-73.
79 P. P. Ripollès Alegre, La ceca de Saitabi : perspectiva metodológica en el estudio de las cecas ibéricas, en CNNIX, p. 11-18.
80 Id., Les dracmes d’Arse amb anvers Atenea, en Horn. Villaronga, p. 117-132.
81 M. P García-Bellido, El proceso de monetización en el Levante y Sur hispánico durante la Segunda Guerra Púnica, en Col. Lenguas prerromanas, V, p. 317-348.
82 L. Villaronga i Garriga, Dracmes ibériques d’Eru, en Arse 28-29, 1994-95, p. 147-154.
83 Id., Les dracmes ibériques d’ETOKISA, en ActaNum 26, 1996, p. 55-66.
84 Id., Las emisones monetales con el tipo de cabeza vascona, Indice, en Hom. Untermann, p. 297-316.
85 J. A. Ocharán Larrondo, La inexistencia de anversos con la leyenda ETA-ON en los ases de Bentian, en CNN VIII, p. 287-292.
86 R Otero Morán, Una firma de grabador en denarios de Sekobirikes, en EPNA I, p. 347-350.
87 M. Gozalbes, Las monedas contramarcadas de Orosis, en Hom. Mascarell, p. 167-174.
88 M. I. Panosa, Algunes questions historiques sobre l’epigrafia de les llegendes monetals ibériques, en Hom. Untermann, p. 199-212.
89 J. Pellicer Bru, Monedas con epigrafe celtíbero Tanusia-Tamusia y la tésera latina con inscripción Taimusiensis car., en GNum 119, 1995, p. 67-76 y en GNum 120, 1996, p. 31-32.
90 J.-C. Richard y J. Untermann, Une monnaie divisionnaire en bronze à légende ibérique inédite de Montlaurès (Narbonne, Aude), en BSFN 51, 6,1996, p. 104-105.
91 P P. Ripollès Alegre, Arseetarkiterter : nueva leyenda monetal de Arse, en Arse TJ, 1992-1993, p. 9-17.
92 F. Villar. Nueva interpretación de las leyendas monetales celtibéricas, en EPNA I, p. 337-346.
93 Id., El instrumental en celtibérico, en Kalathos 13-14, 1993-1995, p. 325-338.
94 M. Almagro-Gorbea, La moneda hispánica con jinete y cabeza varonil : ¿tradicion indigena o creación romana ?, en Zephyrus 48, 1995, p. 235-266 ; Id., Iconografía numismática hispánica : jinete y cabeza varonil, en EPNA I, p. 53-60.
95 M. P García-Bellido, Moneda y territorio : la realidad y su imagen, en AEspA 68,1995, p. 131-147.
96 A. Beltrán Martínez, Nota sobre el “Vogelreiter” de las monedas de Segaisa : planteamiento historico, en Hom. Villaronga, p. 185-198.
97 Id., Disgresiones sobre las monedas de Bilbilis y la sucesión de ciudades romanas con el mismo nombre que las indigenas en distintos emplazamientos, en Hom. Untermann, p. 67-87.
98 Id., Elchey su bimileniario a través de las monedas : estudio histórico de setenta años de historia metálica, Elche, 1994.
99 F. Burillo Mozota, Celtiberia : monedas, ciudades y territorios, en EPNA I, p. 161-178.
100 M. P. García-Bellido, Origen y función del denario ibérico, en Sprachen und Schriften des antiken Mittelmeerrams, F. J. Untermann (ed.), Innsbruck, 1993, p. 97-112.
101 Ead., La monnaie : prestige et espace économique des Ibères, en Ibères, p. 205-216.
102 M. A. Aguilar Guillén y T. Ñaco del Hoyo, Fiscalidad romanay la aparición de la moneda ibérica. Apuntes para una discusión. I Período protoprovincial (206-195 a.C.), en EPNA I, p. 281-28; Iid., Fiscalidad.-Il (195-171 a.C.): algunos textos polémicos, en Habis 28, 1997, p. 71-86.
103 M. Ibáñez Artica, El jinete con espada en las acuñaciones de la Galia belga. Imitación de las monedas de la ceca de Baskunes : ¿último vestigio de las relaciones entre los celtas del norte de la Galia y la Celtiberia?, en Numisma 233, 1993, p. 9-38.
104 A. J. Lorrio, El armamento de los celtíberos a través de la iconografía monetal, en EPNA I, p. 75-80.
105 R. Olmos, Usos de la moneda en la Hispania prerromana y problemas de lectura iconográfica, en EPNA I, p. 1-52.
106 P. Otero Morán. La documentación antigua del Museo Arqueológico Nacional sobre las monedas con leyenda en escritura ibérica, en Numisma 237, 1996, p. 155-198.
107 B. Caccioti y G. Mora, La moneda ibérica en las colecciones y tratados de numismática españoles de los siglos XVI a XIX, en EPNA I, p. 351-360.
108 L. Villaronga i Garriga, Denarios y quinarios ibéricos. Estudio y catalogación, Barcelona - Madrid, 1995.
109 J. A. Garzón Blanco, Las legiones romanas en la Hispania del siglo I. Su reflejo numismático, en GNum 124, 1997, p. 3-14.
110 Id., Las acuñaciones relacionadas con la Legio VII Gemina, en GNum 126, 1997, p. 7-13.
111 A. Arévalo, Nuevas aportaciones al estudio de unas monedas de taller incierto, en CuPAUAM 20, 1993, p. 185-194.
112 F. Chaves Tristán, La amonedación de Caura, en Arqueogía de Coria del Río y su entorno (rev. Azote), Coria del Río, 1993, p. 65-74.
113 A. Arévalo, ; Marcas de valor o símbolos en las monedas de la Vlterior ?, en Numisma 232, 1993, p. 47-59.
114 A. Marques de Faria, Moedas da época romana cunhadas em territorio actualmente portugues, en EPNA I, p. 143-153.
115 T. Fuentes, Algunas consideraciones sobre la cronología de las monedas de Iliberri (Granada), Numisma 240, 1997, p. 7-22.
116 L. Sagredo San Eustaquio, Análisis y distribution de las emisiones de Emerita, en HAnt 20, 1996, p. 53-82.
117 A. Marques de Faria, Nomes de magistrados em moedas hispánicas, en Portugais 15, 1994, p. 33-60; Id., Novas achegas para o estudo da onomástica ibérica e turdetana, en Vipasca 4, 1995, p. 79-88; Id., Nomes de magistrados em moedas hispánicas, Correcções e aditamentos, en Conimbriga 35, 1996, p. 147-187.
118 M. P. García-Bellido y C. Blázquez, Formas y usos de las magistraturas en las monedas hispánicas, en EPNA/, p. 81-390.
119 M. J. Pena, Algunas observaciones sobre la forma de los magistrados monetales en época republicana, en EPNA I, p. 275-280.
120 J. F. Rodríguez Neila, Organización administrativa de las comunidades hispanas y magistraturas monetales, en EPNA I, p. 261-274.
121 J. Untermann, La latinización de Hispania a través del documenta monetal, ibid., p. 305-316.
122 J. S. Hernández Fernández, Tito Livio XLII1, 3 y los nomina de los magistrados monetales de Carteia, en Faventia 16/2, 1994, p. 83-109.
123 C. González Román y A. Marín Díaz, Prosopografía de la Hispania meridional en época republicana, en La sociedad de la Bética, C. González Román (ed.), Granada, 1994 (= Sociedad Bética), p. 241-318.
124 B. Mora, Notas sobre Numismática e Historiografia : Berlanga y las Homonoias hispano-africanas, en CNN IX, p. 67-74.
125 L. Berrocal-Rangel, Etnogénesis y territorio : jefaturas, estatalización y moneda entre los pueblos betúricos, en EPNA I, p. 1 17-128.
126 F. Chaves Tristán, Indigenismo y romanización desde la optica de las amonedaciones del Sur de la Península Ibérica, en Habis 25, 1994, p. 107-120.
127 Ead., Moneda y ciudad en el Sur de la Peninsula Ibérica durante la República romana, en LAfrica Romana X (Oristano, 1992), Sassari, 1994, III, p. 1305-1318.
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133 J. A. Ocharán Larrondo, El tesorillo de Najera, Los denarios de sekobirikes, en EPNA I, p. 215-218.
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137 M. Vallejo, Los temores del Complutum romano : una explicación de tres tesorillos numismáticos, en GNum 113, 1994, p. 27-31.
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141 C. Marcos, Monedas halladas en el yacimiento de Valderrepisa (Fuencaliente, Ciudad Real), apéndice a M. Fernández y C. García, La minería romana de época republicana en Sierra Morena : el poblado de Valderrepisa (Fuencaliente, Ciudad Real), en MCV 29, 1993, p. 42-50.
142 B. Mora y J. C. Vera, Un conjunto procedente de La Loba (Fuenteobejuna, Córdoba), en GNum 119, 1995, p. 25-32.
143 D. Vaquerizo, El valle alto del Guadiato (Fuenteobejuna, Córdoba), Córdoba, 1994.
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145 I. Felguera, Numismática malagueña de la zona norte de la provincia (Campillos, Teba), en GNum 16, 1995, p. 15-30.
146 J. López Camacho, Tesorillos de bronces hispánico-romanos hallados en Yunquera (Málaga), en GNum 109, 1993, p. 21-23.
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149 C. García Merino, Material numismático de las excavaciones de la Casa de los Plintos de Uxama (Soria), en EPNA I, p. 191-198.
150 Sobre dos monedas halladas en el templo romano de Ilici, en CNN IX, p. 173-176.
151 De este apartado se han excluido las publicaciones específicas sobre monedas griegas, cartaginesas o hispano-púnicas y romanas oficiales que se incluyen en los bloques temáticos correspondientes.
152 M. Abad Varela, Aproximación a la economía monetaria en la provincia de Ávila durante la Edad Antigua, en EPNA I, p. 207-214.
153 R. Gil Fernández, Estudio de un grupo de monedas procedentes de los yacimientos romanos de Los Paseillos, La Herradura, Las Campiñuelas y Los Torilejos, en ETF (hist) 9, 1996, p. 333-404 ; Ead., Estudio de un grupo de monedas hallado en el yacimiento romano de la Isla de la Moza, Monturque (Córdoba), en Florllib 8, 1997, p. 587-678.
154 C. Blázquez Cerrato, Consideraciones sobre los hallazgos de monedas partidas en la Península Ibérica, en EPNA I, p. 297-304.
155 Id., Sobre las cecas celtibéricas de Tamusiay Sekaisa y su relation con Extremadura, en AEspA 68, 1995, p. 243-258.
156 M. P. García-Bellido, Sobre la localization de Segobrix y las monedas del yacimiento de Clunia, m AEspA 67, 1994, p. 245-259. Sobre la discusión de la localization de Sekobirikes, hay que añadir el articulo de J. J. Barahona, Le trésor de Barcus et les monnaies des SEKOBIRIKES, dans De Bayonne à Saint-Jean-Pied-de-Port, Actes du XLIIIe congrès d’études régionales de la Fédération Historique du Sud-Ouest, 1991, Burdeos, 1993, p. 9-16.
157 Arse-Saguntum, la difusión de su moneda, en CNN IX, p. 19-38.
158 A. Arévalo, La dispersion de las monedas de Ilipa Magna, en CNN IX, p. 39-48.
159 Id., La circulation monetaria en las minas de Sierra Morena, en Numisma 237, 1996, p. 51-82.
160 P. Otero Moràn, Consideraciones sobre la presencia de acuñaciones celtibéricas en zonas mineras de la Hispania Ulterior, en CIN XI, p. 49-58.
161 E. Collado Mataix, La dispersion de las monedas de Belikiom, en GNum 122, 1996, p. 11-22.
162 C. Blázquez Cerrato, Coin circulation in the Extremadura during the Republican and High-imperial periods, en CIN XI, p. 241-248.
163 J. Silva Ruivo, A circulação da moeda hispánica na Estremadura portuguesa : uma primeira abordagem, en EPNA I, p. 155-160.
164 P. P. Ripollès Alegre, Circulación monetaria en Hispania durante el periodo republicano y el inicio de la dinastia Julio-Claudia, en CNN VIII, p. 115-14.
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168 E. Collantes Pérez, Una dracma de imitación del bando cartaginés, en EPNA I, p. 325-330.
169 B. Mora Serrano, A propósito de un divisor de piata con estrella en reverso, en Hom. Villaronga, p. 147-154.
170 L. Villaronga i Garriga, Trésors Monetaris de la Peninsula Ibèrica anteriors a August : repertori i anàlisi, Barcelone, 1993.
171 E Chaves Tristán, Tesoros en el Sur de Hispania. Conjuntos de denarios y objetos de plata durante los siglos II y I a. C. (Ed. Fundación el Monte), Sevilla, 1996.
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186 L. Amela Valverde, Las ntonedas de bronce acuñadas por Sexto Pompeyo en Hispania, en GNum 113, 1994, p. 33-37.
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191 M. Campo, Objetos paramonetales y monedas objeto en Emporion-Emporiae, en RIN, 95, 1993, p. 193-204.
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195 J. M. Abascal Palazón, Hallazgos arqueológicos y circulación monetaria. Disfunciones metodológicas en el estudio de la Hispania romana, dans CNN IX, p. 143-158. Sur ce thème, voir plus loin la rubrique Antiquité tardive.
196 Voir J.-P. Bost et J. M. Curt, Les monnaies, Le Trésor d'Eauze, Toulouse, 1992, p. 312 et fig. 3.
197 Coins as minted and coins as found, dans Horn. Villaronga, p. 57-62.
198 L. Villaronga, Bondad de la estadística de los porcentajes, dans CNN VIII, p. 177-184.
199 F. de Callataÿ, L’estimation du nombre originel de coins : en augmentant l’échantillon..., dans Hom. Villaronga, p. 31-48.
200 L. Villaronga. Chi-carré ou régression ?, dans CNN IX, p. 279-280.
201 M. Cavada Nieto, Resultado de los análisis metalográficos y estadísticos de dos tesorillos de la provincia de Lugo, dans ETNA 1, p. 25-27 ; Ead., La crisis económico-monetaria del s. III : ¿ un mito historiográfico?, Avance del resultado de los análisis metalográficos sobre dos tesorillos de la Provincia de Lugo, Saint-Jacques-de-Compostelle, 1994.
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210 J. Ramón Sánchez, El monetario del museo arqueológico provincial de Alicante, dans CNN IX, p. 159-172.
211 B. Sáenz-Chas Díaz, A moeda romana baixo imperial no museo arqueolóxico de A Coruña, dans Hom. Brouza Brey, p. 347-354.
212 B. Trelis Martí, Los fondos numismáticos del museo arqueológico municipal de Crevillente (Alicante), dans CNNIX, p. 177-184.
213 J. R. Vega de la Torre, Algunos datos sobre la colección de numismática antigua del museo municipal de Santander, dans CNN VIII, p. 219-231.
214 A. Velázquez Jiménez et R. Segovia Sopo, De numismática extremeña (II), dans Anas 7/8, 1994-1995, p. 299-326.
215 Noter que le colloque de Numismática Extremeña I est, publié dans BSEAA 15, 1949.
216 M. Zabaleta Estévez, A moeda imperial de prata na colección Blanco Cicerón, dans Hom. Bouza Brey, p. 333-339.
217 M. Abad Varela, Aproximación a la economía monetaria en la provincia de Ávila durante la Edad Antigua, dans EPNA I, Madrid, 1994, p. 207-214.
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219 J. A. Abásolo et R. García, Excavaciones en Sasamón (Burgos), (EAE, 164), Madrid, 1993, p. 24-27.
220 A. Arévalo Gonzalez, Sobre la circulación monetaria de la ciudad de Sisapo (Almodóvar del Campo, Ciudad Real), dans EPNA 1, p. 129-138.
221 Id. et A. Canto García, Moneda y arqueología. El ejemplo de Ciudad Real, dans GNum 115, 1994, p. 5-18, reprise corrigée de ibid., 1 13, 1994, p. 13-26.
222 L. Argente Oliver, A Díaz Díaz et al., Tiermes IV. La casa del acneducto (Domus alto imperial de la ciudad de Tiermes) “Campañas” 1979-1986 (EAE, 167), Madrid, 1994.
223 P. Castanyer et al., L’excavació del kard B. Noves aportaciones sobre l’abandonament de la ciutat romana d’Empuries, dans Cypsela 10, 1993, p. 186-190.
224 J. J. Cepeda, La villa romana de Arellano. Las monedas, dans TANav 11,1993-994, p. 101-108.
225 Id., Monedas procedentes del castro de Penadominga (Bendollo, Quiroga, Lugo), dans Numisma 43, 232, 1993, p. 91-107.
226 C. García Merino, Material numismático de las excavaciones de la Casa de los Plintos de Uxama (Soria), dans EPNA 1, p. 191-198.
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228 C. Gonzalbes Gravioto, Denarios del Imperio Romano hallados en la provincia de Malaga, siglos I y II d.C., dans GNum 120, 1996, p. 5-18.
229 B. Mora Serrano, La villa romana de Manguarra y San José (Cartama, Malaga), Estudio de los hallazgos monetarios, dans Estudios dedicados a Alberto Balil in memoriam, Malaga 1993, p. 133-146.
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233 Iid., Los estudios numismáticos en la provincia de Granada : estado de la cuestión ; problemas y perspectivas, dans EPNA I, p. 369-372.
234 J. M. Solana, L. Sagredo et L. Hernández Guerra, Epigrafía y numismática de Atapuerca, Burgos, dans HAnt 19, 1995, p. 191-203.
235 F. Teichner, Die römischen Villen von Milreu (Algarve, Portugal). Ein Beitrag zur Romanisierung der südlichen Provinz Lusitania, dans MDAI(M) 38, 1997, p. 106-162.
236 J. R. Vega de la Torre, Nueva aportación al conocimiento de la circulación monetaria de época romana en Cantabria, dans CNN VII, p. 395-411.
237 P. Vidal González, Hallazgos monetarios procedentes de “El Bobalar” en Montrai y del término de Montserrat (Valencia), dans Saguntum 26, 1993, p. 259-262.
238 J. A. Garzón Blanco, Estudio de las relaciones de identidad en las abstracciones de la numismática romana : Annona. Liberalitas, y Felicitas, dans GNum 109, 1993, p. 25-32 : Id., La diosa Fortuna en la numismática y en las fuentes, ibid. 12, 1994, p. 25-31 ; Id., Los tipos monetarios en el Oriente romano en tiempos de Antonino Pío : propaganda imperial y documentación, ibid., 113, 1994, p. 39-50 : Id., La evolución de la iconografía de la diosa Pax a través de la numismática imperial romana, ibid., 119, 1995, p. 33-38 : Id., Notas sobre los conceptos historicos y numismáticos de Aequitas, Aeternitas, Consecratio, Diana, Minerva y Jano, ibid., 120, 1996, p. 19-30, Id., Las acuñaciones y la propaganda imperial de Didio Juliano, Manlia Scantilla y Didia Clara, ibid., 121, 1996, p. 53-59. Voir encore, Id., Símbolos andaluces en las monedas de 25-32 : Id., La diosa Fortuna en la numismática y en las fuentes, ibid. 12, 1994, p. 25-31 ; Id., Las acuñaciones y la propaganda imperial de Didio Juliano, Manlia Scantilla y Didia Clara, ibid., 121, 1996, p. 53-59. Voir encore, Id., Símbolos andaluces en las monedas de Hispania de Adriano y de Antonino Pio, dans Actas del II Congreso de Historia de Andalucía (Córdoba, 1991), Cordoue, 1994 (= Congr. Andalucía II), p. 483-487, et Id., Iconografía de las provincias en Trajano, Adriano y Antonino Pio, dans Faventia 15, 2, 1993, p. 75-85 (cf. Iconografía numismática de las provincias asiáticas y africanas en Trajano, Adriano y Antonino Pio, dans CNN VIII, p. 171-183).
239 J. Paz Bernardo, Dos variantes inéditas : un denario de Heliogábalo y 1/4 de follis de Constantino II, dans GNum 115, 1994, p. 65-66.
240 P. Alegre Mancha et V García Marcos, Aportación al estudio de la circulación de monedas partidas : datos estratigráficos de Asturica Augusta, dans CNN VII, p. 381-394.
241 M. Cavada Nieto, X. Rodríguez Gonzàlez et C. Varela Barrios, La circulación monetaria en el conjunto arqueológico de Santomé (Ourense), siglos i al V d.C., dans BAur 27, 1997, p. 51-106.
242 S. Ferrer Sierra, Aproximación a circulación monetaria de Lucus Augusti no alto Imperio, dans CNA XXII, vol. 2, p. 283-288.
243 L. Hernández Guerra et A. Jiménez de Furundarena, Aportaciones a la circulación monetaria en la Meseta : monedas procedentes de Uxama, dans HAnt 19, 1995, p. 299-309.
244 B. Mora Serrano, Hallazgos monetarios en los territorios malacitanos, dans Baetica 15, 1993, p. 183-198.
245 L. Sagredo San Eustaquio, Nuevas aportaciones para el estudio de la circulación monetaria en el valle del Duero, dans CNN VII, p. 347-370.
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247 N. Santos Yanguas, La circulación monetaria en el noroeste de la Península Ibérica durante la Antigüedad, dans CNN VIII, p. 91-114.
248 J. I. San Vicente, Circulación monetaria en la provincia de Álava entre los siglos I a.C. al V d.C. y notas de numismática medieval, dans Veleia 8-9, 1991-1992, p. 231-269.
249 F. Teichner, Note sur le fonds numismatique romain de Foz do Rio Arade (Portimão, Portugal), dans Conimbriga 36, 1997, p. 123-160.
250 F. J. Rodríguez Morales, Un sestercio inédito de Ercávica en Tiennes (Montejo de Tiennes, Soria), dans EPNA I, p. 219-224.
251 S. Ferrer Sierra, El posible origen campamental de Lucus Augusti a la luz de las monedas de la caetra y su problematica dans Lucus Augusti, Tomo 1, El amanecer de una ciudad, A. Rodríguez Colmenero (éd.), La Corogne, 1996, p. 425-443.
252 Pour C. Pérez Gonzalez, E. Illarregui Gómez et A. Morillo Cerdán, Reflexiones sobre las monedas de la caetra procedentes de Herrera de Pisuerga, dans EPNA I, p. 199-206.
253 L. Sagredo San Eustaquio, Distribución de los ejemplares de la caetra, dans CNN VIII, p. 503-549. voir également, Lucus Augusti y las monedas de la caetra, dans HAnt 19, 1995, p. 37-76.
254 J. López Camacho, Tesorillo de bronces hispanoromanos hallado en Yunquera (Málaga), dans GNum 109, 1993, p. 21-23.
255 J. M. Millán Martínez, Un tesorillo de bronces hispano-latinos en Alconchel de la Estrella (Cuenca), dans CNN VII, p. 329-338.
256 R. González Fernández, El nominativo singular en-I de los gentilicios latinos en la epigrafía del área de Carthago Nova. El caso particular de la gens Aquinia, dans Verdolay 7, 1995, p. 353-355.
257 P. Alegre Mancha, Aportación al estudio de la circulación de monedas partidas : datos estratigráficos de Asturica Augusta, dans CNN VII, p. 381-394.
258 M. Cavada Nieto, Monedas romanas de ceca hispana halladas en Galicia, dans Gallaecia 13, 1992, p. 97-111.
259 A. Marques de Faria, Emissões monetarias, Imperatoria Salacia e Caesaraugusta : algumas questões historiográficas, dans Vipasca 5, 1996, p. 117-119.
260 Id., Moedas da época romana cunhadas em territorio actualmente portugues, dan EPNA I, p. 143-154.
261 M. Martín-Bueno, De Hispania Citerior a provincia Tarraconense : la acción de Roma y la transformation urbana de la Tarraconense, dans Pouvoir et Imperium ( iiie av. J.-C et ier ap. j.-C), Colloque tenu dans le cadre du Congrès de la Fédération Internationale des Études Classiques (F.I.E.C) (Laval. 1994), E. Hermon (éd.), (Diaphora, 6), Naples, 1996, p. 139-161.
262 P. P. Ripollès, Hispania : las acuñaciones locales y la financiación de las rei publicae, dans RIN 95, 1993, p. 295-306, voir aussi M. M. Llorens Forcada, Las emisiones de Carthago Nova : uso y función de la moneda civica, dans CNNIX, p. 131-142.
263 M. M. Llorens Forcada, La ciudad de Carthago Nova : las emisiones romanas, La ciudad romana de Carthago Nova : fuentes y materiales para su estudio, 6, Murcie, 1994 ; voir aussi son article, Las emisiones de Carthago Nova : uso y función de la moneda civica, dans CNN IX, p. 131-142.
264 P. P. Ripollès et J. M. Abascal, Las monedas de la ciudad romana de Segobriga (Saelices, Cuenca), Barcelone-Madrid, 1996.
265 A, Beltrán Martínez, cf. Id., Moneda e Historia : la fundación de Ilici, hace dos mil años, según una de sus acuñaciones, dans CNN IX, p. 229-232 : comme le proposait déjà P. Beltrán, C.C.I.A. pourrait rappeler une origine coloniale césarienne réalisée ensuite par Auguste ; la chose, on le sait, demeure très discutée.
266 L.Villaronga, Compléments dans ActaNum 27, 1997, p. 16-17.
267 M. Campo et E. Sanmarti, Nuevos datos para la cronologóa de las monedas fraccionarias de Emporion (revisión del tesoro de Neapolis-1926), dans Iberos y Griegos, p. 151-172.
268 J. Diloli Fons, Hibera Iulia Ilercavonia-Dertosa : L’assentament ibéric i la implantació de la ciutat romana, dans BATarragona 18, 1996, p. 46-56 : présentation des types frappés par la cité.
269 M. Gomis, Osicerda : un ejemplo de acuñaciones hispanorromanas en época de Tiberio, dans GNum 122, 1996. 29-46, utile mise au point.
270 A. Plana Palau et J. Madrid Aznar, La ciudad de Ebusus y las emisiones imperiales, dans GNum 123, 1996, p. 5-8 (nouvelle monnaie d’époque claudienne).
271 L. Sagredo, Análisis y distribución de las emisiones de Emerita, dans HAnt 20, 1996, p. 53-82.
272 J. M. Vidal Bardán, Bronce inédito y otro raro de Tiberio de la ceca hispanolatina de Turiaso procedentes de Numancia. Campanas de excavaciones de 1906-1923, dans ActaNum 27, 1997, p. 37-41 (quadrans de Tibère inédit ; inventaire des monnaies hispano-latines apparues à Numance).
273 M. Rueda, Primeras acuñaciones de Castilla y León, Salamanque, 1991.
274 P. P. Ripollès, Itálica y Rómula : aspectos cronológicos, dans CNN VII, p. 225-234.
275 J. Montañés, Una variante inedita de Caesaraugusta : “SEX. AEBUTIUS CLEMENS ET LUCRETIUS RUFUS”, dans GNum 112, 1994, p. 23-24.
276 I. Arrizabalaga Lafuente, Dos nuevos tipos monetales de moneda romana altoimperial, dans CNNIX, p. 201-202.
277 J. S. Ruivo, Variante do denário de Galba RIC2 32, dans Portugalia 15, 1994, p. 159-160.
278 X. Cela, E. Chadwick, C. Marti et C. Puerta, L’excavació al carrer d’en Pujol 43-45. La troballa d’un tresoret d’aurei d’època clàudia a Iluro (Mataró, El Maresme), dans Laietania 9, 1994, p. 133-158, Cf. CNN IX, p. 185-200.
279 F. Chaves Tristán et M. D. López de la Orden, Colección de denarios procedentes del área de Villamartín, dans BMCádiz 5, 1992, p. 49-54.
280 M. L Herreros Ventosa et M. Martín Serna, Nuevas aportaciones sobre las monedas de Claudio 1 en Hispania, dans BSAA 56, 1995, p. 225-259.
281 J. A. Garzón Blanco, Las emisiones monetarias de Marco Aurelio : la propaganda imperial y su documentación, dans CNNIX, p. 233-240.
282 Les travaux de M. Cavada Nieto, sont commentés ci-dessus, avec les analyses.
283 G. Bravo. La otra cara de la crisis : el cambio social, dans Ciudad y comunidad civica en Hispania (Siglos ii y iii d.C), Cité et communauté civique en Hispania, Actes du colloque organisé par la Casa de Velázquez et par le CSIC (Madrid, 1990) (CCV, 40), Madrid, 1993, p. 153-160.
284 A. Cepas Palanca, Uso de la Numismática como documento historico : las invasiones del siglo III, dans EPNA I, p. 361-368.
285 J. M. Abascal Palazón, M. Olcina Domenech et J. Ramón Sanchéz, Catálogo de fondos del Museo Arqueológico Provincial. VI. Un tesoro de sestercios romanos procedente del territorium de Dianium (Hispania Citerior), Alicante, 1995.
286 M. M. Llorens Forcada et P. P. Ripollès Alegre, El deposito monetal de la domus A de Romeu : nuevas aportaciones a la circulación de moneda de bronce en Saguntum durante el siglo iii d.C., dans Saguntum 28, 1995, p. 217-228.
287 J. R. Vega de la Torre, Numismática de Santa María de Nave (Palencia), dans CNNIX, p. 353-360.
288 F. Teichner, Un hallazgo de monedas romanas en el mare externum, dans BAEM 35,1995, p. 281-288.
289 A. Beltrán Martinez, El tesorillo bajoimperial de Grisén, dans BMZaragoza 2, 1992, p. 117-127.
290 M. Cavada Nieto, Monedas de un tesorillo del s. III hallado en tierras lucenses, dans Finis terrae, p. 347-369 ; Ead., Hallazgos monetarios del siglo III en el territorio de la Galicia actual, dans CNN VIII, p. 331-358 : présentation utile de divers (fragments de) trésors.
291 I. Felguera Herrera, Un tesorillo de época romana hallado en Teba (Málaga), dans GNum 128, 1998, p. 3-8.
292 M. Gozalbes Fernández de Palencia, El tesoro del Mas d’Aragó (Cervera del Maestre, Castellón) y la década del 260 d.C., dans QPAC 17, 1996, p. 383-404.
293 I. Pereira, Tesouro do monte do Cavaleiro, Algarve, dans Hom. Villaronga, p. 303-314.
294 J. Ribeiro Parente, Tesouro Numismático de Santulhão, Concelho de Vimioso, I, dans Brigantia 14, 3-4, 1994, p. 37-86, et II, dans Brigantia, 15, 1, 1995, p. 181-253.
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296 N. Marín Díaz, Hallazgos numismáticos en “Villa Romana” de Loma de Ceres, Molvizar (Granada), dans CNN VII, p. 281-288.
297 L. Severs, À propos d’un petit lot de monnaies romaines provenant de la région de Séville (Espagne), dans CEN32, 4, 1995, p. 79-89.
298 M. Thys, Un très rare denier de Tétricus I découvert près de Barcelone, dans CEN30, 1, 1993, p. 15-16.
299 T. Vega Avelaira, Hallazgo de un deposito de solidi de Honorio y Arcadio en la villa romana de Seadur (Ayuntamiento de Larauco, provincia de Ourense), dans Hom. Bouza Brey, p. 313-324.
300 M. Abad Varela, Depósito monetario del siglo IV d.C. procedente del Bierzo (Leon), dans CNN IX, p. 263-278.
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302 L. Ansemil Parada, O tesouriño de Tremoedo : uma revision 39 anos despois, dans Hom. Bouza Brey, p. 325-331.
303 M. Cavada, BSAA 38, 1972.
304 J. P. de G. Barbosa, Um tesouro tardorromano de Cabeçudos VN. de Famalicáo, Braga, dans EPNA I, p. 245-252.
305 J. M. S. Mendes Pinto, Tesouros monetarios baixo-imperials entre Douro, Ave e Támega. Estado actual da investigação, ibid., p. 231-237.
306 J. Sánchez-Lafuente Pérez, Un deposito constantiniano en la villa romana de Gárgoles de Arriba (Guadalajara). Su contexto numismático, dans HAnt 19, 1995, p. 311-326.
307 M. Vallejo Girvés, Los temores del Complutum romano : una explicación a tres tesorillos numismáticos, dans GNum 113, 1994, p. 27-32.
308 C. Alfaro Asins, Tesoro de solidos hallado en Arcos de la Frontera (Cádiz), dans CNN VII, p. 253-264.
309 F. J. Velasco Carrillo de Albornoz, Tesorillo de bronces bajo-imperiales hallado en El Palmar de Troya (Sevilla), ibid., p. 309-328.
310 J. Pellicer i Bru, OB. Numerales griegos metrologicos en la amonedación romana, dans CNNIX, p. 241-245.
311 M. Figuerola, Constantino cos. IIII. (Una nota numismatica), dans Lancia 2, 1997, p. 283-291.
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314 C. Herrero Albinana, Un medallón de Maximiano procedente del M.A.N., dans CNN VII, p. 423-432.
315 M. García de Figuerola, Magnus Maximus en Lusitania : novedades numismáticas, dans RIN98, 1997, p. 145-157.
316 M. Cavada Nieto, La villa romana de Toralia (Vigo): las monedas, dans CNA XXII, p. 263-265.
317 R. Castelo Ruano, R. Arribas Domínguez, A. López Pérez, I. Panizo Arias et A. Torrecilla Aznar, La villa romana de El Saucedo (Talavera la Nueva, Toledo): construcciones termales y recientes hallazgos monetarios, dans BSAA 37, 1997, p. 63-98.
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319 J. M. Carreté i Nadal, La circulació monetària a Tàrraco del 346 al 400, dans Reunió arqueologia cristiana III, p. 235-242.
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322 R. Gil Fernández, Estudio de un grupo de monedas hallado en el yacimiento romano de la Isla de la Moza, Monturque (Córdoba), dans FlorIlib 8,1997, p. 587-678.
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324 M. J. Pinilla López, Moedas procedentes dos castros de Trona e Toralla, dans Hom. Bouza Brey, p. 341-345.
325 M. T. Marot i Salsas, Modelos de circulación monetaria a Barcino durante la baja romanidad, dans CNN VII, p. 413-422.
326 Ead., Aproximación a la circulación monetaria en la Peninsula Ibérica y las islas Baleares durante los siglos V y VI, dans RN 152, 1997, p. 157-189 ; Ead., Monedas procedentes de la Porta decumana de Barcino : un ejemplo de circulación monetaria tardorromana, dans CNN IX, p. 203-214 ; Ead., Un aspecte de la circulació monetaria a la Península Ibérica en época tardorromana : el comportantem anomal dels AE2, dans AIEG 37, 1996-1997, p. 991-1000 ; J. M. Gurt et T. Marot, Estudi dels models de circulació monetària a les Baleras : Pollentia (Alcúdia, Mallorca), dans Reunió arqueologia cristiana III, p. 223-234. T. Marot Salsas et M. M. Llorens Forcada. La Punta de l’Illa de Cullera : aproximación a la circulación monetaria durante el siglo vi en el area valenciana, dans EPNA I, p. 253-260.
327 A. López Mullor et J. Fierro Macia, El significado cronológico de las imitaciones bajo-inrperiales : estudio de un tesorillo hallado en Barcelona, dans CNN VIII, p. 381-399.
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